El Chico de los Puercos [SunHak;The Boyz]

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[JHK]

—¿Cómo has estado papá?

—Bien hijo, hemos hecho lo mismo de siempre, ¿tú como has estado? ¿Qué tal está todo allí afuera?

—Muy bien, todo va normal, por lo menos ahora lo está —hablé por el teléfono negro que me conectaba a la persona que estaba detrás de aquel cristal.

—Me alegro mucho hijo —el hombre sonrió y le devolví la sonrisa, estaba feliz de verlo y escucharlo, siempre esperaba cada tres meses aquella carta que me dijera que debía ir al reclusorio para la visita trimestral, aunque muchas veces tuviera tanto miedo de que llegara una carta que dijera algo malo, me ponía deiz verlo, aunque fuera detrás de un cristal —¿Cuantos años llevo aquí Hakkie? Cada vez que vienes parece que te vez un poco más maduro.

—Llevas casi cuatro años aqui metido... Cada vez falta menos para lograr sacarte —el hombre negó con la cabeza, como cada vez que mencionaba lo mismo—. Tú y yo sabemos que no mereces estar ahí, tu no fuiste el responsable.

—Lo sé hijo, pero a estas alturas no creo que sea posible, además que...

—¡Ju! Se acabó tu tiempo, debo escoltarte a la celda.

—Está bien oficial Kim, debo irme, nos vemos hijo.

—Adiós papá —dije antes de colgar el teléfono y ver como el desaparecía siendo escoltado por un oficial.

Salí de allí aún con el sabor amargo en la boca, quizá se me notaba en la cara, pero no me importó; llegué a mi trabajo en menos de lo que creí, hace unos meses me habían cambiado de establecimiento, quedaba más lejos de donde vivía, pero por lo menos la paga era un poco más.

Llegué al lugar y omití a mis compañeros viéndome como si fuera un bicho raro por no llegar feliz como todos los días.

—Hey, pequeñín, ¿Porqué tan triste?

—Ya sabes Daniel, lo mismo de cada tres meses.

—Oh cierto, vaya lo olvidé te hubiera acompañado se me lo pedías.

—No Kang, ya tienes mucho con tener a Jihyo y cuatro niñas, no quería molestarte con mis cosas —dije ya en mi puesto detrás de la caja.

Daniel se había vuelto mi amigo después de que me cambié de lugar, digamos que fue el primero en recibirme aquí al ser mi jefe, siempre fue amable a tal grado que se volvió mi amigo, así que aparte de Chanhee y Younghoon junto a su beta, ya tengo otro amigo.

—Haknyeoooon —bien, hablando del rey de Roma.

—Ya llegó tu diversión, nos vemos enano —Daniel se fue, dejando a Younghoon y su marido entrar.

—¿cómo está mi niño de los puercos? —preguntó recargando su cuerpo en el mostrador.

—Bien... supongo, ¿y tú Younghoon? ¿Cómo te va con Changmin?

—Demasiado bien diría yo, vinimos a conseguir algo que quiere Changmin para cocinar, bueno más bien para que yo lo cocine y él solo me diga que hay que hacer.

—Alfa dominado~ —me burle de él al recordar como antes decía que no dejaría que nadie le diera órdenes.

Younghoon me miró mal, pero no dijo nada ya que sabía que tenía razón, así que siguió ahí mirando como su beta buscaba de un estante a otro cada cosa que necesitaba, no pasó mucho tiempo para que el alfa volviera a abrir su estúpida bocota.