El Chico de los Puercos [SunHak;The Boyz]

Especial: añO NUevO

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Especial
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Regresando a muy, muy lejano.

El alfa Ju Haknyeon se encontraba en una reunión con su mejor amigo, Chanhee un alfa mayor que él, quien se encontraba con su beta, Sonh YoungJae.

—¿Entonces la vas a pasar con Sunwoo? —preguntó el mayor, Haknyeon simplemente asintió.

—Si, mi familia fue a visitar a mi abuela y por la escuela decidí no ir —dijo moviendo la cuchara en su comida.

Extrañamente se sentía nervioso, si bien ya llevaba un buen tiempo andando con el omega pelirrojo, era la primera vez que se quedaría con él tanto tiempo en sus dos años de relación.

—Espero se la pasen muy bien, hyung —dijo YoungJae mientras tomaba de su bebida—. Uhg, está caliente.

—Ten cuidado —le advirtió Haknyeon y el contrario asintió.

Haknyeon era como una madre algunas veces para YoungJae, aquel niño tres años menor que él y que tenía aún su alma de niño.

Y con Sunwoo, era peor; algunas veces llegaban a pensar que eran padre e hijo en secreto, ya que actuaban así.

«Espero que en otra vida renazcan de esa forma» pensó tomando de su té, ese horrible té verde que le solían dar antes de las noches de luna llena.

Charlaron un rato más y cuando menos lo esperaron, ya estaba anocheciendo y Haknyeon corrió para encontrarse con su omega.

Llevaba unas cuantas compras, entre ellas estaba una botella de alcohol, Haknyeon había ahorrado para poder comprarla.

Una vez estuvo allí, Sunwoo al abrirle la puerta le miró mal, era algo comprensible al llegar más tarde de lo que debería.

—Debería dejarte afuera, muriendo de frío Alfa tonto —El rubio sintió escalofríos con esas palabras, pero lo dejó pasar.

—Traje bastante comida del pueblo, vendían de todo y fue una ventaja el ir temprano —Empezó a poner todo en la mesa, desenvolvía toda la comida que había conseguido para calentarla y seguido de ello empezó a colocarla con tal de que ambos pudieran servirse e inclusive pudo escuchar el estómago del omega rugir mientras veía todo eso.

—Se ve... Bien —dijo con los ojos bien abiertos una vez ya había servido todo—. Tengo tanta hambre~

Siendo ya las ocho de la noche, Sunwoo no resistió más ante el olor y obligó a Haknyeon a que cenaran de una vez. Claro que el alfa no se opuso ya que también tenía hambre.

Tomaron un par de platos, vasos y cubiertos para poder comer. Eran ya las ocho y un cuarto cuando no comieron, si no devoraron la comida. Probaron cada uno de los platillos que había conseguido el rubio en su pequeño viaje en el cuál encontró a sus dos amigos.

—Chanhee te manda saludos —dijo Haknyeon antes de tomar un poco de agua.

—Hace siglos que no escucho nada de él... ¿Eric está bien?

—Chanhee te los manda y tú preguntas por Eric, pero sí está bien.

—Más le vale a Chanhee que esté bien o lo golpearé —amenazó el moreno señalando al contrario con un tenedor, quien alzó los brazos siguiéndole el juego.