12

937 144 79
                                    

[HHJ]

Desperté desorientado, eso me pasaba por quedarme dormido en la mesa de la pizzeria, las ventas habían estado algo bajas, en esta temporada era algo normal que las pizzas no se vendieran bien, lo digo por los seis años que llevo trabajando aquí.

Observé el lugar con detenimiento, también debía decir que había llegado más temprano de lo normal, después de dejar a los niños en la escuela decidí venir directo para acá, ni siquiera Kevin llegaba aún, seguramente cree que se me hizo tarde o algo así.

Alguien se sentó a mí lado, pero no le puse mucha atención ya que sabía perfectamente de quien se trataba, tomaba una malteada de quien sabe dónde.

—¿Porqué tan sólo?

—No lo sé jefe, quizá llegué más temprano de lo normal —fui sarcástico.

—Más respeto conmigo, tu sueldo depende de mí —bromeó conmigo, Lee Sangyeon era todo un caso cuando se lo proponía. Lo miré mal, y él sólo se rió.

Hablamos de cosas sin sentido, me caía bastante bien Sangyeon, era como ese tío que te hace reír bastante en las reuniones familiares, lamentablemente nunca tuve un tío así pero lo vine a encontrar con mi jefe Sangyeon. Jacob llegó unos minutos después, y se unió a nosotros. Ahora tenía a dos personas que me hacían reír a carcajadas.

Jacob y Sangyeon eran una pareja excepcional, ambos se querían bastante e hicieron todo lo posible por sacar adelante su pequeño negocio de pizzas, para después afiliarla a una más grande y, bueno, este es el resultado de su esfuerzo. También con nosotros eran un amor, aún recuerdo que me contrataron cuándo apenas tenía catorce, inclusive me ayudaron cuándo mis padres me corrieron de casa al enterarse de que estaba en espera de dos niños revoltosos por los cuales daría mi vida entera, esos dos enanos hijos de un alfa idiota y un poco más bajo de estatura que yo. Y estoy lo que sigue de enamorado de ese alfa, como quien dice, el agua de calzón que me dio hizo un gran efecto.

También ayudaron a Sunwoo cuándo él sólo intentó sacar adelante a su nueva familia, como si el destino nos odiara, en el mismo año dejamos la escuela por prácticamente la misma razón, un bebé, él con su ex novia Soyeon y yo con mi tonto alfa, comenzamos a trabajar en el mismo lugar y ahí comenzó una nueva etapa de nuestras vidas, ¿la diferencia ahora? Es que entre Kevin y yo hicimos todo lo posible por seguir juntos, a pesar de que hubo un tiempo en el que día y noche peleábamos, ahora estamos bien y somos felices, pero mi amigo no corrió con la misma suerte, a la quinta pelea fuerte que ambos tuvieron Soyeon se fue dejándolo con un niño de cuatro años. Desde entonces no le hemos conocido otra pareja.

Y hablando del rey de Roma, entró por aquella puerta luchando para abrirla con una mano, al final Jacob fue a ayudarle para entrar. Entró y nos saludó a todos con una mini reverencia, se acercó a mí y tomó asiento junto de mí.

Comenzaba a preocuparme que Kevin aún no llegara, normalmente llegaba mucho antes que Sunwoo, me recargué en el alfa inválido notando algo extraño en su olor.

—Sunwoo.

—¿Qué pasa HyunJoon?

—Hueles a omega —comencé a olfatear lo ignorando que se había tensado—. Es uhm, ¿vainilla? con ¿chocolate? No no es eso —siempre me había gustado olfatear a omegas y alfas por igual e intentar adivinar el olor que llevaban encima.

—Es vainilla con coco —me dijo moviendo su hombro intentado que lo soltara, pero en vez de eso lo abracé así como estábamos, cosa que a él no le gustaba, pero aprovechaba que no podía golpearme—. Sueltame, ¡HyunJoon! Cuando tenga bien el brazo te daré un golpe que no olvidarás en toda tu mísera existencia.

El Chico de los Puercos [SunHak;The Boyz] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora