Capítulo 15

103 7 0
                                    

Alicia 

-¿Por qué decidiste estudiar Arquitectura? -Juan me pregunta atento, mientras tomamos una deliciosa merienda. Debo admitir que estar con él me genera sensaciones muy agradable. 

-Desde que soy pequeña que siempre me llamaron la atención la composición de un edificio, sus diferentes estilos, la historia de la arquitectura. Creo que siempre supe que quería ser arquitecta. ¿Puedo preguntarte ahora a ti?

-Claro, mi padre era constructor y tenía una pequeña firma. Me críe en este ambiente y siempre quise seguir sus pasos, fue un gran ejemplo para mi. 

-Lamento la perdida. 

-Fue hace muchos años ya, ahora se encuentran en un lugar mejor y se que están orgullosos de mi hermana y de mi -escucharlo hablar de esta manera, me emociona un poco. Estoy acostumbrada a ver hombres, que ocultan sus sentimientos, que son fríos o que se hacen los cancheros. Siento que Juan no tiene ningún problema en mostrar los suyos y eso me encanta. 

-¿Siempre fuiste así? -me atrevo a preguntarle. 

-¿Así cómo? -comienzo a buscar cual sería la palabra exacta. 

-¿Tan legítimo? -al parecer mi pregunta lo sorprende. 

-Hace un tiempo que no escuchaba esa palabra, justamente mis padres siempre la decían. Y la respuesta a tu pregunta es si, nunca tuve vergüenza de demostrar lo que siento. 

-Es bueno saberlo -tomo un sorbo de café, para ocultar mi sonrisa. Me observa y no dice nada, siento que debe estar pensando un montón de cosas y admito que me pone un poco nerviosa. Pero no se cual es la conexión que tenemos, que no puedo quitar mis ojos de los suyos. 

-Hay algo que me llama sumamente la atención de ti -curiosidad se refleja en mi rostro, con un gesto lo invito a continuar. 

-Tu forma de ser, tu manera de hablar, aparentas una edad que no tienes -una pequeña risa se me escapa. 

-A mi también mis padres me criaron con valores y nunca fui una persona del montón. Más bien el bicho raro, ahora con veintidós me enorgullece y me siento muy bine conmigo misma. Pero quizás de más pequeña fue un asunto. 

-Eres perfecta -su comentario me ruboriza un poco y creo que es un exagerado. 

-Tampoco para tanto.

-Para mi lo eres. 

-Apenas me conoces, tengo un lado bastante gruñoncito.

-Me lo imagino, pero no se porque siento que te conozco de toda la vida. Me siento muy cómodo contigo, no siento nuestra diferencia de edad. 

-Ahora que tu lo mencionas, también lo voy a decir. No quería que me vieras como una loca, pero también siento que te conozco de antes. Me siento muy cómoda contigo, demasiado para mi gusto y eso si que es extraño. 

-Es extraño pero lindo -le sonrió ante su comentario.

-¿Alguna vez te sucedió? -pregunto curiosa. lo piensa por unos momentos, con su edad seguramente le habrá pasado con alguna mujer. 

-Nunca antes, si sentirme cómodo con alguien. Pero jamás sentí que conozco a la persona de toda la vida, contigo siento cierta familiaridad que nunca la había experimentado. 

-Me agrada escuchar eso -iba a decirme algo, pero su teléfono comienza a sonar y seguido de sus disculpas se levanta de la mesa y se va al exterior del lugar. 

Mientras tanto me tomo el atrevimiento de observarlo. Lleva puesto un pantalón de vestir y una camisa arremangada. Su contextura es bastante grande, sus brazos parecen enormes. Tiene unas piernas largas y de un tamaño interesante. 

PERDURARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora