Capítulo 17

107 6 0
                                    


Alicia

Me encontraba saliendo del trabajo, últimamente me estoy viendo bastante seguido con Juan. Mantenemos la comunicación a través de mensajes y quizás algunas llamadas esporádicas. Admito que me llevo muy bien, es un chico muy divertido y atento. Dos facetas que me llaman mucho la atención del sexo opuesto. 

Esta semana habíamos quedado en juntarnos, pero me envió un mensaje diciéndome que estaba un poco afiebrado y que lamentaba suspender nuestro encuentro. 

Cuando leí su respuesta, me puse un poco triste, ya que deseaba verlo. Pero no me falto oportunidad para ofrecerme y llevarle una buena sopa. 

Se que él no me quiere contagiar ni nada, pero tengo muy bien mis defensas y también tengo muchas ganas de verlo. Así que cuando salí de mis pasantías, me fui directo a casa y comencé a preparar una buena sopa, de paso dejo un poco para mi familia. 

Los cambios de clima perjudican un poco a la salud de ciertas personas y al parecer Juan no se está quedando fuera. 

-¿A qué viene tanto canto y esa sonrisa? -mi madre entra a la cocina, con su ropa perfectamente planchada y su cabello perfectamente peinado. 

-Comienza el fin de semana y es la primera vez en muchos días que no tengo que hacer nada para la facultad -en parte en cierto, pero estoy contenta porque lo voy a ver a él. 

-¿Solo eso? -es mi madre y me conoce perfectamente. 

-Si -sigo cortando las verduras, haciendo como si nada. 

-¿No tendrá que ver con algún muchacho barbudo? -mis ojos casi que se salen de su lugar. 

-No se de que me estas hablando. 

-Cariño, te conozco muchísimo. 

-Quizás -contesto un poco ruborizada y cada vez más centrada en mi labor. 

-Solo te pido que tengas cuidado, hay mucha diferencia de edad. Pero también se que es un buen chico y además, te llega a hacer algo y tus hermanos junto a tu padre lo van a buscar y lo matan. 

-Tampoco es para exagerar, solo nos estamos conociendo, nos llevamos bien, hay buenas charlas. 

-Solo ve con cuidado cariño -me da un beso en mi cabeza y luego se marcha. 

Es extraña esta situación, meses atrás apenas teníamos un dialogo. Ahora estoy aquí hablando y ella diciéndome esta clase de cosas. Me parece un poco abrumador, pero a la vez siento que todo va volviendo a ser lo que era. 

-¿Qué es ese olor tan rico? -Julio ingresa a la cocina, con solo unos pantalones largos y el torso desnudo. ¿Acaso no se muere de frío?

-Te vas a enfermar. 

-Si mamá.

-Allá vos. 

-¿Estas molesta hermanita? -se acerca un poco más a mi y comienza a molestarme haciéndome cosquillas. 

-Estoy con un cuchillo. 

-No matas ni a un mosquito. 

-No me pongas a prueba. 

-Un abrazo -me pincha mi rollito de la cintura, él sabe que es mi punto débil. Dejo el cuchillo a un lado y me doy vuelta para darle un abrazo. 

Tenemos una relación bastante particular con Julio. Por momentos nos amamos y por otros no lo puedo ver. Mi hermano puede ser bastante insoportable, no quiero ni ponerme a pensar si se entera que me estoy viendo con su amigo. Que encima es más grande que él.

PERDURARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora