Capítulo 33

100 7 10
                                    

Alicia

El viaje estuvo tranquilo, como siempre mi padre insistió en que tome su maldito avión. No estoy costumbrada a viajar es ese jet, pero bueno no quería traer problemas. Así que me tome el bendito avión privado. 

Mi única condición es que aterricen en la pista más alejada. No me gustaba la idea de bajarme y que todo el mundo me observe, no quería nada de nosotros ni fotos. La boda de Esteban y Mandy, en el mundo es algo importante. Esteban es el gusto heredero de las empresas de mi padre. Mi familia es muy reconocida en el ambiente y siempre hay algún que otro fotógrafo por ahí. Hacen algunas notas y publican chismes falsos. 

Es por eso que me encuentro aterrizando en la otra punta del aeropuerto, mi pequeña maleta me acompaña y voy directo a casa. Donde ahí se están produciendo todas las mujeres de mi familia. 

El chofer que envío mi padre, es un nuevo empleado. Nos presentamos y le pedí que me despertara cuando lleguemos a casa. Estaba a unos cuantos kilómetros y no pude dormir nada. Hace un tiempo ya que no lo hago, pero no me gustaría estar con ojeras enormes y bolsas en los ojos. Es por eso que me compre una mascarilla, para descinchar mis ojos. Debo estar perfecta, Mandy se lo merece. Pongo una sonrisa en mi rostro por ella, porque lo que menos siento son ganas de sonreír. Solo quiero llorar. 

Que no se malinterprete, estoy feliz por mi hermano y por Mandy. Ellos merecen todo lo que están viviendo, hacen una pareja estupenda, se aman, son felices y esto sella su compromiso. Pero estoy tan angustiada con toda mi situación, con Juan. Hoy lo voy a volver a ver, luego de meses sin responder sus mails, luego de meses intentando sacarlo de mi sistema. Y no puedo, no puedo hacerlo. Él es el amor de mi vida y soy una orgullosa, testaruda. 

Él merece ser feliz, él ya me dijo millones de veces que lo es a mi lado. Pero yo no puedo darle nada de aquello, no tengo nada. Soy una simple estudiante de arquitectura, que se gano una beca. Apenas tengo unos veinti tantos años, el merece una mujer a su lado, alguien que este a la altura. 

Cuando llego a mi casa, mis mujeres favoritas me llenan de abrazos y cariños, no pierden el tiempo en regañarme por lo que hice con Juan. Me dicen que soy una estúpida, que él me ama, que él está luchando por mi y yo solo lo rechazo. Soy una persona horrible. 

Y tienen razón, soy un ser espantoso. Luego de todo lo que vivimos, las promesas, los momentos hermosos inolvidables. Él lucha nuestro amor y yo no le contesto, le rompí su corazón y no se con que cara mirarlo. 

Por eso no respondo sus mensajes, no se como remediar lo que hice. Tengo miedo de que ya no me quiera ver, hace ya unos meses que no recibí noticias de él. Y admito que estoy más que asustada, una parte de mi muere por verlo, muere por abrazarlo y decirle cuanto lo amo. Y la otra, quiere dejarlo libre y que siga con su vida. 

Sin hablar más del asunto, comenzaron a prepararme unas muchachas. Mi cuñada y madre, ya estaban encaminadas con sus looks. EL vestido era hermoso, blanco con apliques en brillantes, sencillo. Con ese estilo minimalista, que mi Mandy le queda hermoso. Admito que mi vestido me encantaba, el color, el corte. Me queda muy bien y el peinado que me hicieron favorecía mucho al total look. 

Una vez que estábamos listas, Mandy fue a sacarse unas fotos y mi madre se acerco a mi. 

-Cariño, no dejes que el tiempo hable por ustedes. No ocultes lo que sientes, ese hombre te ama y te esta dando este tiempo absurdo que le pediste. 

-Mamá, el merece una mujer a su lado, no una chica que aún sigue en la universidad. 

-El merece a la mujer de su sueños y esa sos vos, no entiendo que no entendés. 

PERDURARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora