Capítulo 26

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Juan

Finalmente la vida me está dando un respiro, luego de años de lucha, de trabajar día y noche para darle de comer a mi hermana y a su hijo, mi sobrino Mateo, al cual amo como si fuera mío. Luego de noches sin dormir, dando todo para terminar la carrera de arquitectura, noches en vela pensando estrategias para tener mi propio estudio. 

Aquí estoy, con una casa, un trabajo que me gusta, mi hermana y sobrino está muy bien. Y ella está a mi lado, luego de unos cuantos años, la vida la cruzó en mi camino. Con su sonrisa que me llena el alma, sus ojos me dan vida, sus caricias generan sensaciones que jamás había experimentando. Estar con ella es descubrir un mundo, que tenía cerrado, que no quería recorrerlo con cualquiera. 

Pero aquí estoy, hasta las manos de enamorado de aquella muchacha castaña con esos ojos color miel. Que apenas tiene unos veintidós años, pero cualquiera puede decir que esa chica es mucho más madura que su edad. Sus valores, su cabeza, su alma, corresponde a otra mujer. 

Mi hermana está muy contenta con Alicia, están formando un lindo vinculo. Mateo ya la ama como su tita y yo quiero que sea mi mujer, se que ella un es joven, pero voy a esperarla. Pero mi vida termina con ella a mi lado, darle lo mejor de mi para que siempre se sienta amada, cuidada, respetada y valorada. 

Respecto a mis suegros, ellos me conocen muy bien y saben la clase de hombre que soy y la relación que pretendo tener para el resto de mi vida con su hija. Tuve la famosa charla con Francisco y deje en claras un par de cosas, aunque al final de mi discurso el simplemente me contesto "se que harás lo mejor para ella, está en buenas manos mi princesa". Esteban y Mandy, nos están apoyando mucho en este camino, ellos nos invitan a comer y salimos los cuatro. En cuanto a Julio, las cosas siguen complicadas. Ha paso más de un mes, desde aquella cena. Él no da el brazo a torcer, se alejo de mi pequeña Alicia y a mi no me dirige la palabra. Intente varias veces hablar, pero el simplemente no quiso. 

Alicia no quiere saber nada, está muy dolida por las palabras y gestos de su hermano, jamás pensó que él iba a actuar de esa manera. En cuanto a mi, estoy decepcionado, él me conoce de años y sabe muy bien mi forma de pensar, sabe que yo no fui ni soy un hombre que anda con mujeres para jugar. Pero al parecer no me conoce nada y eso me entristece un poco. 

Alicia no quiere dar más vueltas, ese tema no se menciona hace mucho tiempo. Ella se cansó de siempre ceder, aún no conozco muy bien su pasado y tampoco la presiono con ese asunto. La noche de su cumpleaños pude notar ciertas rispideces y su semblante era triste. Soy consciente de que esa familia no pasó por un buen momento, Francisco no es el mismo de antes, ahora su mujer sonríe. Algo los atormento y le dio años de tristezas. Pero al parecer, esos años se están acabando y todo vuelve a ser a la normalidad.

Alicia está muy enfocada con su carrera, aún le queda un año y como en toda carrera los últimos años son los más complicados. Con las pasantías, proyectos, materias, entregas, parciales, apenas tiene tiempo de respirar. Hace una semana que no nos podemos juntar, o ella está con parciales o yo estoy con reuniones y proyectos. Pero siempre nos hablamos por mensajes y llamadas, extraño sus labios, sus caricias, muero por acariciarla.

Y es por eso que me encuentro en mi moto, yendo a su casa. Francisco y Antonia se fueron  a una cena con Germán y su novia, su famosa novia que lo trae loco.  Mi pequeña Alicia se encuentra sola en casa, finalmente Julio se alquilo un departamento cerca de la empresa y no se queda más en casa de sus padres. 

-Buenas noches Juan -el jefe de seguridad  me saluda, mientras ingreso al castillo de mi princesa. 

-Buenas noches Raúl -el me sonríe y estaciono mi moto al lado del huevito de mi novia. 

PERDURARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora