Capítulo 9

104 8 0
                                    

Alicia

Ya ha pasado más de una semana y no volví a cruzarme con Juan, cosa que agradezco. Es un hombre casado y con un hijo, tiene una vida formada y yo no puedo estar entrometiendome. Por más que él haya hecho algunas insinuaciones o comentarios. 

-Tierra llamando a mi hermanita -Esteban se encuentra en casa. Esta noche tenemos una cena familiar, donde todos nos vamos a reunir. Mis padres la organizaron, estoy un poco extrañada

-Lo siento, estoy un poco cansada -recuesto mi cabeza sobre su hombro izquierdo. Estamos sentados en el sillón. 

-Me contó papá que estas haciendo las pasantías en el estudio de Germán -asiento con mi cabeza, mientras que me acomodo más cerca de mi hermano. 

-Arranqué la semana pasada y debo decir que me siento muy cómoda, él me hace sentir muy bien y Florencia me ayuda bastante. 

-Te criaste en este mundo cariño, claro que te va a resultar familiar. 

-Pensé que iba a ser un poco más complicado, pero para mi suerte no.

-¿Seguís con las entregas?

-Esta semana tengo una distinta cada día. 

-¿Necesitas ayuda? -su pregunta me causa ternura. 

-Gracias hermanito, pero solo me queda una y es en equipo, mañana mismo me junto con mis compañeros de facu -el asiente y acaricia mi cabeza. 

-La comida esta servida -Amanda llama nuestra atención. 

-Gracias Amandita -nos levantamos del sofá y vamos caminando a paso tranquilo hacia la sala. 

Mis padres ya están sentados en la mesa, Julio está con su celular. La prometida de mi hermano no pudo asistir a esta cena familiar, ya que se sentía demasiado mal y se quedo en su casa. Mi hermano estuvo a punto de no venir, pero ella pudo convencerlo. 

-Hijo, deja ya ese celular -mi madre reta a Julito. 

-Lo siento, debía contestar un mensaje importante.

-Antes que nada quiero pedirles disculpas -mi padre es el que habla, me sorprende bastante su frase. Mantengo mi vista en mi plato, no me siento capaz de observarlo. Siento como mis lagrimas se acumulan, pero prometí no llorar nunca más por esta situación. 

-¿No es un poco tarde? -Julio responde enojado. 

-Solo déjalo hablar -Esteban casi que le gruñe a su hermano pequeño. 

-Es tarde, pero no demasiado. 

-Para ti -al parecer alguien está sacando sus sentimientos a la luz. 

-Te pido disculpas Julio, a todos ustedes.

-¿Por qué pides disculpas exactamente? -la pregunta sale sin querer de mi boca, ni la pensé. Aún mi vista sigue clavada en mi plato, intacto. 

-Por estos últimos años, donde todo cambio. Donde mis actitudes fueron frías, donde solo me centre en el trabajo y los descuide -no puedo creer que estoy escuchando esto. 

-Nos tuvimos que ir de casa por tu culpa, dejamos a nuestra hermana aquí contigo. Nuestra madre dejo de ser lo que era y se transformo en un ser frío. 

-Soy consciente de todo lo que pasó, pero hice lo que  pude. 

-¿Por qué? -vuelvo a preguntar, pero esta vez lo observo a sus ojos. 

-Fue mi padre el que se metió en negocios corruptos, hace unos años atrás que me enteré de esta situación, meses después de su muerte. Es por eso que las cosas cambiaron, no quería ponerlos en peligro y o mejor que pudo pasar, es que ustedes se vayan. Tu hermana era pequeña no podía irse, por eso siempre estaba acompañada de Hugo o Román. 

-No puedo creer lo que estoy escuchando -Julio observa a mi padre, sin pestañear. 

-No elegí esto, jamás lo hubiese hecho y ustedes saben muy bien. En mis empresas jamás hubo algo oscuro, al corrupto. Pero su abuelo no fue del todo sincero con la familia. 

-¿Por qué no te sorprendes Esteban? -Julio pregunta.

-Me enteré cuando regresé de España, preguntando por respuestas. 

-¿Porque no lo supimos nosotros también en ese momento? Las cosas hubiesen sido distintas. 

-Y ponerlos en peligro, sobre mi cadáver. 

-¿Por qué lo cuentas ahora? -pregunto yo, mientras tomo un sorbo de agua, mi garganta está seca, mi corazón acelerada y  mis manos sudan.  No puedo creer todo lo que estoy escuchando. 

-Porque finalmente pude tapar todos los agujeros oscuros, ahora si somos libres y todo volverá a ser como antes. Se dieron cuenta que aquí en Argentina, esa clase de negocios no sirven, no hay mucha demanda aquí. 

-¿Cómo estas tan seguro? -sigo preguntando. 

-Porque lo sé cariño y firmamos un acuerdo, tengo todo grabado y documentado. 

-¿Pueden volver? -Julio pregunta. 

-Como poder, pueden. Pero insisto, ellos saben muy bien que no les combinen. Además no estoy solo, somo varios lo que pusimos una especie de muralla en  contra de estos negocios. 

-¿Quienes más? -Julio sigue preguntando. 

-Los Roots y otros socios que ustedes no conocen. 

-¿Germán? -pregunto extrañada. 

-Si, pero ya pudimos parar con esta desgracia. A todos nos costo, Pablo tuvo que irse. Nosotros nos separamos, pero eso quedó en el pasado. Ahora quiero que intentemos volver a ser lo que eramos, todos podemos estar tranquilos porque nada va a suceder. 

-¿Hugo y Román seguirán conmigo? -debo decir que les tome cariño y me siento tranquila cuando estoy con ellos. 

-Por un tiempo si, se que a ti no te molestan. Pero cuando quieras que ya no estén más, solo debes decirlo. 

-¿Se van a quedar sin trabajo? -pregunto preocupada. 

-No cariño, seguirán con nosotros pero en las empresas o aquí en casa. 

-Por favor padre, tienen familia. 

-Jamás deje ni pienso dejar a ningún empleado mío en la calle, así como si nada. 

Luego de esta charla demasiado intensa, en todos los sentidos. Continuamos en la mesa hablando y aclarando cosas del pasado. Es una situación bastante delicada, ya que fueron muchos años con ese trato y esos silencios. Las cosas no van a cambiar de un día para el otro. Pero puedo decir que saber esto, me saco un peso enorme de mis hombros, creo que lo hizo en todos. 

Ahora solo debemos seguir adelante, mis padres hicieron lo que pudieron, mis hermanos también. 

Lo que no entiendo, es a mi Abuelo. ¿Cómo pudo hacernos esto? Se supone que me amaba, siempre hacíamos planes juntos, me venia a buscar al colegio, hablábamos de todo, mirábamos películas y a nuestras espaldas nos traicionó así. No puedo entenderlo. 

Pero ahora, puedo llegar a pensar que esto debe tener una explicación, mi abuelo era un hombre muy inteligente. Quizás estaba igual que mi padre, al él también lo amenazaron y no le quedo otra opción que aceptar. 

Cada uno se fue a reflexionar todo esto que pasó, por mi parte decidí venir al balcón de mi cuarto. Estoy sentada con una frazada a mi alrededor, observando el cielo y divagando por mis pensamientos. 

Agradezco al cielo que mi padre pudo parar esta situación, de no ser por él las cosas hubieran sido distintas. Al final siento un poco de culpa por todos mis pensamientos y enojos para con él. Solo lo hizo por nosotros, no le quedó opción y yo siempre estuve reclamando algo que estaba, simplemente no podía demostrarse. 

❤❤❤

Los adoro 



PERDURARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora