Los rayos del sol entran por la ventana e ilumina mi habitación. Miro donde se supone que se encuentra Johann, pero se ha ido. Observo toda la habitación y me encuentro con Celeste, que se encuentra sentada en la silla de escritorio.
- Buenos días. - Me saluda.
- Buenos días.
- Se fue muy temprano.
- Por lo que veo, sí. Da igual.- Me encojo de hombros.
Me levanto de la cama y me ducho rápido. Luego, me cambio a unos vaqueros y una blusa. Me miro al espejo y veo el brazalete que Johann me dio. Se me ve bonito. Celeste aparece detrás de mí y encuentro sus ojos a través del espejo.
- Ahora eres inmortal.- Se fija en el brazalete.
- Sí, supongo. Es genial.
- Jamás se había quitado ese brazalete, sabes.
No sé que decir respecto a eso. Así que solo asiento y me quito del espejo.
- Iré abajo, a la cocina.
- Me quedo aquí. Tus padres... tú papá y ella están cocinando.
- Ok...
Bajo los escalones y me encuentro con papá y Natacha en la cocina.
- Buenos días.- Los saludo. Ellos también me saludan.
- Creó que deberías salir fuera y ver lo que hay.- Frunzo el ceño.
Salgo de la cocina, paso por la sala de estar, salgo por la puerta principal y me detengo en seco en el pórtico. Un hermoso Audi negro se encuentra frente a casa. Papá aparece a mí lado, a la par.
- Un pequeño regalo.
- ¿Pequeño? - Susurro, todavía estoy en shock.
- Es tú Audi. Sé qué en Florida manejabas y espero que no se te haya olvidado.
- ¡Claro que no se me ha olvidado! ¡Gracias, papá! - Chillo. Y lo abrazo.
Papá y yo nos fuimos a dar una vuelta y después fuimos al centro comercial y vaya, ¡Está genial esté auto! ¡Tengo un Audi! Después llegamos a casa, almorzamos y ni cuenta me di cuando se fue Celeste. Anabel ya esta aquí esperando y como no teníamos nada que hacer, dimos un paseo nuevamente en el Audi. Anabel vio a un chico guapo y en este instante están hablando. Se gustan, lo puedo ver.
- Tú no tendrías que estar aquí.- Esa voz...
Me giro en una banca en la que he estado sentada todo el tiempo. Detrás de mí, está Johann, parado y muy enojado.
- ¿Adonde se supone que tendría que estar?
- En casa. Con Anabel, observándote no yendo de cola caliente por el centro comercial.
- ¿Qué te pasa? - Me pongo de pie y lo encaro.
- Nada.- Gruñe.- Vámonos.
Me toma del codo y me lleva arrastras con él. Llegamos a su Lexus.
- No me iré en tú auto. No puedo dejar el mío aquí.
- Entonces, vámonos en el tuyo.
Caminamos en el estacionamiento y encontramos mi hermoso Audi negro.
- Buen auto. Yo manejo.
- ¿Estás loco, verdad? ¡Es mí auto, yo manejo! - Entro al auto, en el asiento del piloto. Johann entra también.
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False Innocence
FantasySoy Aleesha Bloom y estoy pasando por una verdadera crisis familiar: mis papás están peleando por quedarse con mi patria potestad. Nora, mi madre, ha estado aprueba por dos años y ahora es el turno de Liam, mi padre. Tengo que volar hasta la otra pu...