- Nos vemos luego, Ale.- Anabel se despide de mí.
- Nos vemos. Ten cuidado, Johann.- Anabel sale de casa, cruza la calle, entra a su pórtico y desaparece en la puerta principal de su casa.
Johann se desploma en el sofá y me siento en un sofá, frente a él. No seré yo quien inicie la conversación. Nos miramos fijamente, desafiándonos con la mirada. Parece un concurso de miradas. Y al parecer ninguno de los va a ceder. Y escucho el motor de un auto. La puerta se abre de repente y aparece papá y Natacha. Desvío la mirada y miro a papá que, su mirada viaje de mí hacia Johann y de Johann haca mí.
- Hola, papá. - Trato de que mi voz suene casual, ya qué no escondemos nada. Creo...
- Hola. ¿Quién es él? - Se refiere a Johann.
- Él es Johann. El vecino.
- Jamás te había visto, Johann.
- No salgo mucho, señor. Un gusto, por cierto.- Johann parece educado. Vaya...
- Llámame Liam, Johann.
- Liam.
- ¿Y qué haces aquí? - papá se sienta a mi lado y Natacha se va a la cocina.
- Estamos planeando nuestro proyecto. Tarea de Ciencia Naturales. - Miento.
- ¿Y sobre qué es? - Papá están no sé, pero es tan algo.
- La planta brújula.- Contesta Johann.- Debería irme, tengo un par de chicas a las que debo visitar.
Johann a pesar de todo, siempre es un patán. No importa con quien este, él nació siendo pedante. Me mira, como preguntándome si tengo algo que decir y como no digo nada, camina hacia la puerta principal.
Nos vemos en la terraza. La voz de Johann suena en mí cabeza.
- Adiós, Liam. - Dice Johann, antes de salir.
Natacha aparece con una bandeja llena de botanas.
- ¿Por qué se fue tan rápido? !Y yo que hice botanas para todos! - Natacha parece como triste, o decepcionada.
- Tenía un par de chicas al que visitar.- Dice papá con una sonrisa.- Johann me recuerda a mí adolescencia. No tenía ese aspecto rudo ni era tan guapo pero tenia muchas chicas. Creo, creo que me agrada.
No puede ser. Y yo que pensaba que papá odiaría a Johann. Pero lo que les hace tener algo en común es que tienen varias chicas. Solo que Johann no las puede besar.
- Sí, da igual. - Natacha deja la bandeja en la mesita y papá y yo las comemos al instante.
- ¿Y Diamond? - Papá quiere saber si tengo algún pretendiente. ¡Que va!
- No lo sé. En su casa, supongo.
- Ya...
- ¿Donde fueron ahora? - Papá y Natacha intercambian mirada.- ¿Qué sucede?
- Es una sorpresa.- Dice papá. - Luego te la mostraremos.
- Papá, sabes que odio las sorpresa.
- Lo sé, pero no te lo diré.
- Está bien. Por cierto, hoy vino Miguel, del juzgado. Le enseñe las recamaras, los baños y hablamos unos minutos.
- ¿Qué te preguntó? - Papá muestra preocupación.
- Si vivíamos solos. - Natacha ahora también muestra preocupación.
- ¿Qué...? ¿Qué le respondiste?
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False Innocence
FantasiSoy Aleesha Bloom y estoy pasando por una verdadera crisis familiar: mis papás están peleando por quedarse con mi patria potestad. Nora, mi madre, ha estado aprueba por dos años y ahora es el turno de Liam, mi padre. Tengo que volar hasta la otra pu...