TODO SEA POR FAMA (EMILIACO).

2. Con razón Diego te dejo.

(NARRA JOAQUÍN)

Entre la escuela, ensayos para mi próximo concierto, grabar nuevas canciones y ser buen hijo no tenía tiempo ni de pensar en Emilio, me había estado mandando mensajes, pero simplemente lo dejaba en visto y, de todas maneras, no tenía muchas ganas de verlo ya que me desespera su actitud, aparte esa salida fue suficiente para que las fans y todo el mundo hiciera un revuelo.

Escucho mi teléfono sonar y ruedo los ojos al ver una llama entrante de Emilio.

-¿Hola? –dije viendo mi cuaderno-

-¿Hasta cuándo piensas ignorarme, imbécil?

-Vaya, alguien se levantó de mal humor hoy –mordí mi lápiz y me recosté en la cama-

-Idiota ¿Entonces cuando salimos?

-Emilio, apenas paso una semana –dije rodando los ojos- no exageres.

-Pues tengo entendido que los novios se ven prácticamente todos los días.

-Que flojera, con razón Diego te dejo –dije en tono de burla- que pésimo novio.

-No, en realidad yo lo dejé por...-lo interrumpí-

-No tengo tiempo para escuchar tus decepciones amorosas. Si quieres que nos veamos, te digo que hoy tengo firma de autógrafos en SixFlags a las tres de la tarde; son las nueve, pasa por mí en media hora, iremos al centro y de ahí me acompañas a la firma, después salimos a cenar unas alitas y me pasas a dejar a mi casa –sonreí-

-No mames Joaquín, tengo una sesión de fotos a las seis de la tarde.

-Pues retrásala a las diez.

-¿Quién mierda va a querer tomar fotos a las diez de la noche?

-Mi camarógrafo, que por cierto, hace mejor trabajo que el tuyo.

Y colgué.

No iba a permitir que Emilio me controlará o que hiciéramos todo a su manera porque está acostumbrado a eso, a que todo gire a su alrededor.

-Mamá –dije entrando a su cuarto- voy a salir con Emilio, te veo en la firma a las dos y media de la tarde.

-No Joaquín, ya son las nueve, tienes que estar descasado y ensayando –dijo viendo su computadora y apuntando cosas- otro día mi amor.

-Ayer hicimos el soundcheck aparte solo cantaré una canción, también vi mi vestuario, el escenario, hasta practiqué mi maldita firma como me lo pediste, todo está bien.

-Joaquín tienes que ser un profesional.

-Y tú tienes que ser más mi mamá –susurré-

-¿Dijiste algo?

-Nos vemos mamá –salí de su cuarto-

Y no es que mi mamá no me quisiera, al contrario, todo lo que hace es por mi bien, pero a veces siento que se mete mucho en su papel de manager que olvida que soy su hijo y un humano, pero tampoco me puedo quejar porque este es mi sueño y tengo que luchar por él.

-Vaya –dije subiéndome al carro de Emilio cuarenta minutos después- diez minutos de retraso.

-¿Siempre eres así de chocante? –preguntó Emilio-

-Profesional –corregí- y sí, siempre me gusta la puntualidad.

-¿A dónde quieres ir?

-A Manacar –dije abrochándome el cinturón- por favor.

-¿Qué haremos ahí?

- Buscar un vestuario para mi firma.

-No es cierto wey –dijo Emilio mirándome con su ceño fruncido- todo menos eso.