TODO SEA POR FAMA (EMILIACO).

28. El antes de...(PARTE DOS)

NOVENO AÑO: 12 y 11.

Quiero decirles que en un año pueden cambiar muchas cosas.

¿Saben que es lo que pasaba con Emilio y Joaquín?

Los dos podían mostrar su amor perfectamente, no le temían a nada, no les daba pena alguna decirse "Te quiero" , darse la mano o un beso en la mejilla, nada de eso era raro para ellos.

Sin embargo, ninguno de los dos podía decirse un "Me gustas" a la cara, no, que pena ¿Y si al final estaban mal alguno de los dos y solo eran alucinaciones suyas?

Y lo peor de todo es que las cosas cada vez eran más complicadas.
Con forme uno va creciendo, va cambiando y esta era la situacion de los niños.

Emilio por su parte se desenvolvía mejor con la gente y Joaquín comenzaba a ser tímido respecto a su cuerpo, ya no era seguro de sí mismo.

Ah, se me olvidaba a esta edad uno se deja influenciar por sus amigos y lo que esta de moda.

Y lo que estaba de moda en ese entonces era que Emilio buscará nuevos amigos y estos le dijeran que no debía juntarse con Joaquín porque era una nenita, sobre todo Adrián, oh pequeño Adrián ¿Qué tenías en el corazón para destruir el amor de ellos dos?

Los meses pasaban y Emilio se alejaba más de Joaquín.
Hasta que un día el más pequeño citó a Emilio a una pequeña reunión.

-Hola Emilio –Joaquín llegó junto con su mejor amigo Emilio, entregándole un chocolate- mira lo que te traje, un chocolate.

Joaquín estaba muy nervioso, iba decirle algo muy importante, sabía que ya no se llevaban como antes, porque los dos buscaron nuevas amistades, pero de todos era a quien más le tenía confianza, aún.

-Gracias Joaquín, pero...

-Ahí está el niño gordo llamado Joaquín, deberías dejar de tragar como cerdo; y tú Emilio, que asco que te lleves con él –exclamó Roberto, el niño que últimamente molestaba a Joaquín en la escuela-

-Vete Roberto, si no llamaré a la directora –exclamó Emilio empujando a Roberto lejos de Joaquín ya que el pequeño empezó a llorar-

-Listo, ya, no llores Joaco, tal vez Roberto tenga razón, estas gordo, deberías de dejar los chocolates –dijo Emilio devolviéndole el chocolate que Joaquín le había llevado con mucho esfuerzo, porque para Joaquín, sus chocolates eran importantes y solo los compartía con quienes más amaba, y esos eran: su mamá, su hermana y Emilio, por supuesto- Toma, ya no lo quiero.

-P-pero yo...yo...

Emilio sólo miraba a Joaquín con lastima, sabía que sus palabras lo lastimaban, sin embargo, no quería que Roberto se burlara de él por juntarse con el gordito de la escuela.

Espera Emilio ¿Cómo puedes pensar eso sí Joaco es tu amigo?

-Hablamos después Joaquín.

-¿No íbamos a desayunar juntos? -preguntó Joaquín llorando- no me dejes solo...

-Nos vemos luego –dicho esto Emilio se fue dejando a Joaquín-

Pero el mayor tenía otra cosa importante que hacer, se fue corriendo a buscar a Roberto, necesitaba decirle algo.

-Es la última vez que le dices eso a Joaquín ¿Oíste niño mocoso? -dijo Emilio agarrando de la camisa al niño que molestaba a Joaquín y lo tiró al suelo- no le digas que está gordo.

-P-pero dijiste que no era tu amigo.

-No es mi amigo, es mi novio, solo que él no lo sabe aún. Y no acepté su chocolate porque sé que le gustan mucho.