TODO SEA POR FAMA (EMILIACO).

3. Te busqué, pero tenías novio.

(NARRA JOAQUÍN)

-Lo que tienes que hacer simplemente es pedirme...-canté la última estrofa de Si me dices que me quieres y salí del escenario-

-Muy bien Joaco -dijo Emilio extendiendo sus brazos hacia mí- cantaste muy bien.

-Desafine en una parte -dije abrazándolo- al rato te burlas -dije susurrándole al oído y separándome de él- no enfrente de mi mamá.

-No iba a hacer eso...

-¡Joaquín! ¡Cámbiate rápido! -dijo entrando mi mamá con mi ropa-

-Ocuparé otra chamarra -dije sacando de la bolsa mi nueva adquisición- aquí esta.

-Joaquín, ya habíamos quedado que yo te elijo tu ropa.

-Pero sabes que al final la termino eligiendo yo y a todos les gusta -dije un tanto molesto ¿Qué tenía de malo que yo eligiera mi ropa?-

-A mí me parece mi cool que Joaquín elija su ropa, a todos nos gusta...su ropa digo. De hecho, ya elegimos nuestros trajes para los premios. Iremos combinados -dijo sonriente mirando a mi mamá- ándale cámbiate -volteó a verme y me guiño un ojo-

Y le agradecí mentalmente, espero que con eso mi mamá deje de hostigarme.

-Ah bien -dijo mi mamá con confusión- que bueno, me parece bien.

Me cambié rápido y me puse mi nueva chamarra la cual me había encantado, al final elegí la que tenía las mangas con lentejuelas brillantes porque era más de mi estilo.

-Listo -Salí del camerino- ¿Me acompañas? -extendí mi mano hacia Emilio

-¡Vamos! -dijo abalanzándose hacia mí, tomándome por las piernas y cargándome en su hombro

-¿QUÉ HACES? EMILIO ¡BAJAME! -dije riéndome- ¡MAILO!

-No seas un bebé -dijo saliendo-

Y pude oír a todos gritando emocionados, no pude evitar sonrojarme, lentamente Emilio me bajo y salude a mis seguidores mandándoles besos.

-Pesas Bondoni -dijo Emilio sonriendo-

-Lo sé por eso estoy haciendo dieta -dije en un susurro-

Sabía que estaba gordo, pero no era necesario mencionarlo, estaba trabajando arduamente para eso.

-No es...

Lo ignoré tomando el micrófono que me extendió el guardia y grité.

-¿CÓMO ESTÁN TODOS? ¡DÉJENME OÍRLOS! -miles de gritos se escucharon y solo sonreí, por esto trabajo, me encanta convivir con ellos- ¡Que buena vibra se cargan! ¡LOS AMO MUCHO! Y muchas gracias de verdad...por todo el apoyo que me brindan, no tengo las palabras suficientes para decirles que ustedes hacen todo esto posible -sonreí- bueno basta de cursilerías -me senté- ¡Comencemos!

Volteé mi cabeza hacia Emilio y él solo me sonrió.

Me encontraba firmando la última playera después de tres horas y tomándome una foto con un fan.

-¡Joaquín! Qué bonito eres, ¿algún día aceptarías ser mi novio? -sonrió tímidamente-

-¡Claro que sí! -dije sonriente- para ti lo que sea -le guiñe el ojo-

-Ajam -dijo Emilio tomando mi hombro- te recuerdo que...

-No seas celoso -lo interrumpí-

-N-no puede ser! ¡Ustedes están saliendo! -dijo el chico gritando- ¿Es enserio?

-Pues mira, él es celoso con todos ¿nos tomamos otra foto? -dije cambiando el tema-

Después de una larga tarde en SixFlags, nos encontrábamos en el carro de Emilio yendo a la sesión de fotos.

-Así que Emilio el celoso te dicen -sonrió-

Esa maldita sonrisa que hace que mi estómago se revuelva y que me den ganas de golpearlo porque lo hacía ver tan tranquilo, como si todo lo que deseara lo pudiera obtener con facilidad, con tan solo sonreír.

-Celoso es mi segundo nombre -responde sacándome de mis pensamientos-

-Ya -dije viéndolo- Entonces... nos conocimos desde chiquitos porque nuestros padres son mejores amigos -dije empezando con la historia de nuestro amor-

-Y desde niños estábamos tooodo el tiempo juntos

-Pero después nos distanciamos por nuestras carreras -susurré-

-Te busqué, pero tenías novio -dijo bufando- que cliché.

-Rompí con él y luego yo te busqué, siempre supe que estaba enamorado de ti pero entonces ya tenías a Diego -volteé mi vista a la ventana del auto-

-Entonces rompí con él y tu sanaste mi corazón -sentí su mirada-

-Tú me pediste ser tu novio en...-hice una pausa pensando- en el pequeño bosque al que íbamos a hacer picnic de chiquitos con nuestros papás -sonreí tristemente recordando esos tiempos-

-Ok, ¿entonces llevamos un mes siendo novios?

-Para cuando nos hagan la entrevista si.

El ambiente se había puesto tenso, recordar el pasado hacia que los dos nos sintiéramos incómodos y a mí me daban ganas de llorar.

-¿Sabes? Déjame aquí, me acorde que tengo una vídeollamada pendiente con la disquera, no te atraso más en tu sesión de fotos -dije con un nudo en la garganta. Había trabajado tanto para olvidar el pasado, pero siempre que aparecía Emilio todos los recuerdos volvían-

-Te llevo a tu casa entonces.

-Aquí está bien Emilio- dije. Sin embargo, Emilio siguió manejando- ¡Para el puto carro! -alcé el tono de voz y Emilio frenó en seco

¿Por qué de un momento a otro me encontraba así?

-Bien, haz lo que se te de la gana, imbécil -sabía que tampoco me iba a rogar, Emilio no era así-