capítulo 15

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-Mírame y dime que no me conoces. Pero ella apartó la mirada. Una mano fuerte en la barbilla la obligó a mirarlo. -¿Qué ves? -preguntó él despacio. -Un hombre bueno y decente -respondió Demi-. Eso veo. -Gracias. Es agradable no ser visto como el príncipe Joseph de Roxbury, un buen partido. -No tienes tu propia vida. Yo soy más libre que tú -dijo Demi, dándose cuenta de pronto. -Tú podrías cambiar eso, Demi. -Casándome contigo -añadió ella. Él asintió. -Así es. Solo de forma nominal. Mis padres lo aprobarían, lo sé. Sé que todo el país te adoraría. -¿Por qué lo aprobarían tus padres? ¿Porque ya he demostrado que puedo tener un hijo? Antes o después tus padres querrían saber la razón de que no llegara ese heredero. -Demi, yo no deseo tener más hijos. Mi hermana se casará y su hijo puede ser el heredero, algo que mis padres aceptarán con el tiempo. -¿Cómo es tu hermana? -Es una renegada y un espíritu libre, cualidades que son a veces encantadoras y a veces molestas. A pesar de todos mis esfuerzos por ejercer mi autoridad de hermano mayor y protegerla, nunca he visto a Lily no hacer exactamente lo que ella desea. -Suena parecida a mi hermana. Fuerte, segura de sí misma... -Demi notó la melancolía en su tono y habló con firmeza-. Joe, yo no procedo de tu mundo. No encajaría -dijo, aunque sin poder evitar pensar en la vida que se le ofrecía y lo que significaría para Carly. -Por favor, Demi, no digas que no sin pensarlo. Aunque de todos modos, sea cual sea tu respuesta, quiero que sepas que voy a hacer todo lo que esté en mi poder para ayudarte a encontrar a tu hermana. Su poder. Toda su vida, ella había carecido de eso, y él se lo estaba ofreciendo. Un poder sustancial, no solo para ella, sino para Carly. ¿Por qué no decirle que sí? Así no tendría que buscar trabajo ni correr todos los días al buzón, poniendo sus esperanzas en el sueño de vender un libro, aunque ese sueño podría no hacerse realidad nunca. Pensó en poder estar con Carly mientras crecía. No tendría que mirar con envidia los escaparates donde había lindos vestiditos que su hija nunca tendría. Pensó en forjar una buena amistad con ese hombre. Tendría estabilidad. Para una madre joven que había cargado con todas las responsabilidades, sería agradable tener un amigo en el que apoyarse. Y Demi estaba segura de que serían buenos amigos. -¿Lo pensarás? Ella asintió con la cabeza. -Mañana vendré sobre las diez. Iremos a casa de tu hermana a hacer algunas preguntas. No estoy seguro de que ese Crenshaw vaya a hacerlo. Y luego iremos a comer y discutiremos este otro asunto. -No tengo niñera. Y no puedo pedirle tan pronto a la señora Brumble que se quede con Carly. -¿Una niñera? ¿Por qué no traes a Carly? Ella lo miró. ¿Lo decía en serio? ¿Estaba preparado para incluir a la niña en su amistad? -¿Llevar a Carly? -Considerando lo que te acabo de pedir, ¿no crees que debería conocerla mejor? Ella lo estudió. Parecía que realmente quería conocerlas, y no solo hacer lo correcto para satisfacer a sus padres y luego dejarlas a las dos en una esquina de su castillo. -¿Vives en un castillo? -Me temo que sí. -¡Oh! -¿Mañana a las diez? No te presionaré para que me des una respuesta, Demi. Te lo prometo. -Gracias. Y entonces él se inclinó y le dio un beso en la mejilla. Y ella sintió como si el corazón se le fuera a salir del pecho. Lo miró fijamente. ¿Podría ser eso suficiente para él? ¿Realmente la encontraba tan poco atractiva que podía pensar en estar toda una vida casados sin poseerla en el amplio sentido de la palabra? En cuanto besó su mejilla, Joe supo que había cometido un error. ¿Cómo podía pensar en una vida a su lado viendo sus enormes ojos verdes sin desearla ni tenerla?

Una Boda Real- Jemi "Terminada"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora