-¿Has encontrado algo? -preguntó Joe. -No. Él se acercó y miró por encima del hombro de Demi. Su jersey le rozó el hombro y la respiración le movió algunos mechones de pelo. A ella le pareció que olía de maravilla. -Parecen facturas. A mí me parece que si tu hermana hubiera planeado quedarse mucho tiempo en algún lugar, habría hecho lo necesario para pagarlas. Por su apartamento se ve que es muy organizada. Todo está en su sitio. Demi no había pensado en las facturas desde ese punto de vista. La agenda telefónica de Victoria estaba colgada de una cadena junto al teléfono. Joe la desató y la miró. -Tiene muchos amigos -declaró-. Alguien sabrá dónde está. ¿Te parece bien si le doy esto a Phillip? Él puede empezar a hacer algunas llamadas. -Es una buena idea. Entonces Demi encontró el recibo del billete de avión y juntos lo estudiaron. -Es como ha dicho Heidi -confirmó Demi-. Debería estar de vuelta hace tiempo. Y volvió a experimentar esa sensación de que algo iba muy mal. Joe pareció sentir su agitación, porque le puso la mano en la mejilla. -Todo saldrá bien, Demi. -¿Lo crees de verdad? -Sí -dijo él con firmeza-. Tengo una idea. Dame el recibo del billete de avión y haré que Phillip lo compruebe también. Al menos podremos averiguar si subió a ese avión. Ella lo miró, asombrada por el modo ordenado en que funcionaba su mente y aliviada de que estuviera a su lado. Sentía que sin su presencia fuerte y tranquila, no lo llevaría tan bien. Le parecía que al haber dicho que sí a su proposición, se había dado cuenta de lo sola que había estado durante mucho tiempo. -Vamos a comer algo -sugirió Joe-. Le daremos a Phillip lo que tenemos y luego dejaremos este asunto hasta mañana. Eso le dará a la línea de preocupación en tu frente una oportunidad de relajarse. Mañana iré contigo a hablar con tu padre. Demi se frotó la frente. -¿En serio? Oh, gracias. -¿Quieres que le anunciemos nuestros planes? -preguntó Joe con suavidad. -No -dijo ella al instante-. Lo siento. Te preguntarás qué clase de persona soy. Pero no. -Demi, cuando te miro, sé qué clase de persona eres. -Hace falta mucho tiempo para saber eso. -A veces. No siempre. Joe inclinó la cabeza y la besó suave y brevemente en los labios. Ella lo miró con los ojos muy abiertos. Él sonrió. -Y si no lo supiera antes de hacer esto, sin duda ya lo sabría. Oyeron un golpe y se dieron cuenta de que Carly se había alejado de ellos. Corrieron al salón y encontraron una lámpara en el suelo. Por suerte no se había roto nada. Hasta ese momento, nada había evitado que Demi estuviera pendiente de la seguridad de su hija, y se angustió. Si iba a casarse con ese hombre, y así era, tendría que controlar su reacción física a él. -Joe -dijo, aunque le costó-. No creo que debamos besarnos. Eso solo lo complicaría todo. Y sintió un gran vacío en su interior al decirlo. Por primera vez, vio en él el mismo rostro remoto que había mostrado a Heidi. -Por supuesto. Tienes razón. Joe cerró la puerta y tomó a Carly en brazos mientras bajaban las escaleras. -Podríamos ir andando a almorzar -dijo Demi-. El aparcamiento en el centro está difícil. Él sonrió y ella supo que aparcar nunca había sido un problema para él, exceptuando la noche anterior cuando le habían puesto una multa. -Caminaremos si quieres -dijo Joe. Y ella quería. Había salido el sol y solo había unas cuantas calles hasta el centro. Joe sujetó a Carly con un brazo y extendió el otro. Ella notó que quería darle la mano. Demi vaciló, preguntándose si eso estaba en la misma categoría que los besos, pero fue incapaz de resistirse. Tomó su mano y la sintió cerrarse alrededor. Ella se ruborizó.
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Una Boda Real- Jemi "Terminada"
RomancePrologo Demi Lovato necesitaba un caballero de brillante armadura... y el príncipe Joe Jonas precisaba una esposa. En otra época, este lo había tenido todo, pero aprendió que los príncipes no estaban por encima del dolor... ni a salvo de perder a lo...