-¿Puedo ayudarlo, señor? Joe sonrió. Demi estaba profundamente dormida, acurrucada contra él como una niña. -Si abre la puerta me haría un favor. Phillip subió las escaleras delante de é1 y abrió la puerta. Joe se dio cuenta de que estaba cruzando el umbral con Demi en brazos y, por un instante, deseó que fuera real, que ella estuviera despierta y mirándolo a los ojos, maravillada y emocionada. -Phillip, ¿puede ocuparse de las facturas que hay en mi coche? -Por supuesto, señor. Joe subió los peldaños enmoquetados y con un codo abrió la puerta del dormitorio. No podía creer lo profundamente que dormía Demi, pero entonces se dio cuenta de que debía estar agotada. Había sido demasiado para ella. Casarse, descubrir que su hermana solo lo era a medias y además, que había sido secuestrada. Y se había enfrentado a todo con elegancia y valor. Joe vio que en la otra habitación habían colocado una cuna, y la luz que salía del dormitorio principal iluminaba las mejillas regordetas de Carly. Con cuidado, acostó a Demi, le quitó los zapatos y la tapó. Durante un rato se quedó mirándola. Y, de repente, Demi gritó en sueños. -¡Victoria! Él se inclinó y la tocó con la mano. -Todo está bien, Demi. Estoy aquí. Eso pareció tranquilizarla. Demi tomó su mano y la sujetó con fuerza, incluso dormida. Él no quiso soltarla y se quedó en el borde de la cama. Y entonces, pasado un rato, decidió tumbarse un momento. Se acostaría a su lado igual que la había llevado bajo el umbral. Disfrutaría de su olor una vez más. Cansado, pensó que debía marcharse a su propia cama, pero fue como si ella hubiera leído sus pensamientos, porque apretó la mano con más fuerza y se movió inquieta. Y, poco a poco, Joe se sintió agotado. Prometiéndose que solo sería un momento, cerró los ojos. Demi se despertó sintiendo calor y un peso a su lado. Se sentó, desorientada. -¿Carly? Sus ojos se ajustaron a la habitación y vio que estaba en el pequeño dormitorio de las dependencias de Joe y que Carly estaba dormida tranquilamente en una cuna. ¿Cómo había llegado ella del coche hasta allí? Siempre había sido muy dormilona, pero eso era el colmo. Vio que seguía vestida, con el traje nuevo arrugado. Y entonces vio a Joe dormido a su lado, también vestido, y sintió una gran ternura hacia él. Era un hombre estupendo. Le tocó el pelo y los ojos de Joe se abrieron somnolientos. La miró y sonrió. -¿Qué haces aquí? -susurró Demi. -Tenías una pesadilla -murmuró él. -¿Y cómo he llegado aquí? -Yo te traje en brazos. -Joe, debiste despertarme. Te habrás hecho daño en la espalda. -Cierto, pesas casi tanto como una pluma. Estabas llamando a tu hermana en sueños. -Lo sé. He soñado con ella, y luego empecé a soñar que Carly también había desaparecido. Me asusta volverme a dormir. Él la abrazó. -Me quedaré todo el tiempo que me necesites. Y, de pronto, Joe supo que era cierto. Él la había metido en ese matrimonio y había estado mal. No para él, sino para ella. Había sido un error privarla de todo lo que habría tenido normalmente en la noche de bodas, enamorándose y casándose. Él lo había visto como una solución a sus problemas y no había pensado en más, y en ese momento solo vio un modo de compensarla. Mantener el matrimonio como le había prometido: un asunto de negocios. Y mantenerlo así hasta que viera que ella no lo necesitaba. La ayudaría en la búsqueda de su hermana, se aseguraría de que estaba bien y entonces la dejaría marchar. Y al haber tomado esa decisión, se quedó atónito cuando ella le acarició la mejilla con suavidad. Se acercó y le besó. Demi sabía dulce y un sonido salió de sus entrañas, un sonido de deseo. Animado por ese sonido, él la besó con más pasión, liberando de su interior una gran necesidad. La respiración de Joe se agitó y la abrazó, apretándola contra él. Joe podía sentir todo su cuerpo suave derretirse contra él y no supo si alguna vez había sentido un tormento tan exquisito. Saboreó sus labios una vez más y entonces los abrió con la lengua, entró en su boca y oyó su jadeo de placer, sintió sus estremecimientos, y supo que Demi se había rendido. Supo que ella deseaba exactamente lo mismo que en él en ese momento.
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Una Boda Real- Jemi "Terminada"
RomancePrologo Demi Lovato necesitaba un caballero de brillante armadura... y el príncipe Joe Jonas precisaba una esposa. En otra época, este lo había tenido todo, pero aprendió que los príncipes no estaban por encima del dolor... ni a salvo de perder a lo...