capítulo 16

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Sabía que debería haber escuchado a la vocecilla que le advirtió que fuera cauteloso y pensara bien las cosas. Pero él nunca había actuado de modo impulsivo, su vida había sido meticulosamente planeada y no lamentaba ese pequeño desliz de su corazón. Y, por supuesto, ella le diría que no. ¿Qué mujer en su sano juicio aceptaría? Y no sabía si se sentiría aliviado o triste cuando ella le dijera que no. Pero hasta que le diera la respuesta, pensaba disfrutar a su lado. Y así, aunque la sensatez le decía que no debía, después de besar su mejilla, le dio un fugaz beso en los labios. Y la sensación fue más embriagadora que una copa de buen vino. La miró. Estaba perpleja. -Hasta mañana, Demi. Se dio la vuelta y sacó su abrigo del armario. Se lo echó a un brazo y salió por la puerta, cerrándola muy despacio para no despertar a la niña. Decidió quedarse en un hotel y pasó despierto casi toda la noche, dando vueltas, pensando en lo que había hecho. Demi también estaba despierta en la cama, preguntándose qué hacer, preguntándose hacia dónde la llevaba la vida. Escuchó la lluvia caer con fuerza sobre el tejado. Una y otra vez se dijo que no, no, no... Cuando él llamó a su puerta por la mañana y ella la abrió, vio que la lluvia de la noche había cesado, pero las calles estaban llenas de neblina. La neblina parecía rodear a Joe sin llegar a él y fue como si un rayo de luz lo iluminara. Le pareció que ese era su mundo, un lugar brumoso donde el futuro parecía nebuloso. Y que Joe podría enseñarle su camino. Entonces, él sonrió. Y la palabra salió del corazón de Demi, traspasó su alma y dejó a un lado su sentido común. Mirándolo a los ojos, la palabra asomó a sus labios y salió por su boca, sorprendentemente fuerte y segura. -Sí.

Una Boda Real- Jemi "Terminada"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora