Okami. (Parte 1)

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Aquella había sido solo la primera de una infinidad de noches en las que ambos se encontraron como lo que realmente eran: uno solo.
No había más dudas ni lamentaciones. Se amaban. Y eso era todo lo que había en sus corazones.

Ayame se volvió lo más valioso de la tierra para el lobo.
Cuidaba de ella con esmero y afecto; y a pesar de que a veces podía ser un poco caprichosa y berrinchuda, la amaba más cada día y además de todo, cada vez se sentía más agradecido con ella; no podía creerse merecedor de la comprensión, la bondad y el cariño de Ayame, simplemente, era mucho más de lo que hubiese deseado y mucho más de lo que posiblemente merecía.

Aquella era una mañana muy fría.
El invierno recién había llegado y la primera nevada de la temporada no se haría esperar mucho más.

Ayame se encontraba en su cueva. Acababa de despertar y ahora se disponía a cambiarse de ropa para ir a cumplir con sus responsabilidades diarias.
La joven se puso un par de botas altas y abrigadoras y luego una prenda igualmente abrigadora de una sola pieza que le llegaba justo arriba de la rodilla y que tenía mangas largas, sin embargo, al ponérselo se encontró con un...ya no tan pequeño problema...

------Oh, diablos! -----Se quejó mientras dirigía su atención a su abdomen y es que si bien aquellas prenda siempre había sido bastante ceñida, ahora resultaba realmente apretada ya que su barriga había crecido bastante más en las últimas semanas llegando así al inicio del cuarto mes de su embarazo... ------Oh, bebé...-----Decía mientras miraba y acariciaba su sobresaliente abdomen. -----En verdad que has crecido mucho...

El momento fue interrumpido por la presencia de Koga, quien recién llegaba a la cueva.

-----Hola. ----Saludó él sonriéndole a la mujer.

-----Hola.----Correspondió ella manteniendo sus manos y brazos rodeando su vientre.

-----Que ocurre?

-----Nada... Es solo que... Creo que voy a necesitar otro tipo de ropa...-----Dijo quitando las manos de su cuerpo y mirando a su compañero quien de inmediato llevó su atención a su abdomen.

-----Hey!----Expresó Koga con una sonrisa pasando a posar una mano sobre la curvatura en el vientre de su compañera, la cual era mucho más visible ahora.-----Hola grandulón!-----Saludó al no nato. -----Creo que estás algo apretado ahora, he?

------Si... Esta bastante apretado...-----Se quejó Ayame tirando de la prenda que traía puesta. -----Me ayudas a quitármela? Me preocupa que le haga daño.

------Desde luego. -----Sonrió malicioso, ella se sonrojó.

Con ayuda de su compañero, la joven futura madre se despojó de su apretado atuendo, respiró sintiéndose liberada, se cubrió con una manta y se sentó en su cama...

-----Creo que tendré que usar algo de las otras cosas que trajiste para mí la última vez...----Observó ella en un suspiro de resignación.

------El que acabas de quitarte te lo traje hace como dos semanas y te quedaba bien...

------Si, hace dos semanas.-----Ayame volvió a acariciar su barriga por debajo de la manta en la que se mantenía envuelta. ------Pero... Okami ha crecido mucho desde entonces...

Koga frunció el ceño de repente...

-----Q...quien???

-----Okami...-----Repitió Ayame. -----Así llamo al bebé.

-----Por qué??

-----Poruqe... Eso es lo que es no?  Un encantador lobo bebé.----Sonrió ella con evidente dulzura.

Koga entornó los ojos antes de volver a hablar...

-----Bueno.., siempre y cuando no le digas así cuando nazca...

------Que tendría de malo??----Protestó ella.

------Pues...que entonces todo el mundo lo llamará así. Y Okami no es su nombre.

------Entonces.,,cuál es???

La mirada del lobo denotó desconcierto. Obviamente no había pensado en ningún nombre para su futuro hijo y el cuestionamiento de su compañera lo tomó por sorpresa...

------Pues...aún no lo sé...-----Respondió al fin él. ------Pero Okami ni siquiera es un nombre.

-----Yo creo que es bonito... Tal vez parezca poco creativo considerando que, después de todo es un lobo... Pero... Me gusta porque... Pienso que ese nombre representa todo lo que es y a donde pertenece. Es como si así pudiera llevar a su familia y su hogar a todas partes. Sin importar si va a algún lado, a donde vaya o si va muy lejos, su propio nombre le recordara a donde debe regresar... Le dará pertenencia, identidad... Okami es... Es su manada, su familia, su hogar... Es todo lo que es. -----Ayame volvió a mirar a su compañero.-----Además... Quien dijo que voy a dejarte escoger su nombre????

Koga abrió los ojos con sorpresa...
En el clan de los lobos, lo más común era que el padre eligiera el nombre de los hijos...fueran niños o fueran niñas, estaba casi implícito que su progenitor les daría nombre. Alguna que otra vez había pasado que el mismo padre cedía ese privilegio a la madre, pero no era precisamente común...
Koga siempre supo que Ayame era muy distinta al resto de las hembras de la manada: era demasiado terca, rebelde, altanera, altiva, hiperactiva, independiente y decidida...pero... En verdad no iba a dejarlo escoger el nombre de su hijo???!?!?!

-----Q...que??----Balbuceó el a penas procesando las palabras de su compañera.

-----Pienso que yo debería elegirlo... Es decir, yo soy la que a pasado un verdadero calvario estos últimos meses vomitando por todas partes, sintiéndome tan cansada y aún así no he descuidado mis deberes... Yo soy quien va a darle a luz, no es así??? Y por lo que he oído de las matronas y curanderas, no va a ser nada bonito! Así que, creo que por lo menos ese gusto tengo que tener.

Koga podía sentir todo su ego explotar desde sus entrañas. exigiéndole imponerse ante aquella afirmación y pelear el lugar que (según él ) le correspondía.

Tuvo que luchar muy fuertemente contra si mismo para no decir nada, para no objetar la imposición de Ayame, quien, si lo pensaba detenidamente, tenía toda la razón y era válido lo que pedía... Pero Koga, tan orgulloso y altivo como ella, sentía como si lo estuvieran aplastando cual cucaracha.
Logró calmarse y contenerse. En verdad no quería acabar discutiendo con ella por eso, además, pensó que aquel sería otro de sus "arranques hormonales", seguramente cambiaría de parecer después...pero aún si no lo hacía, bajo ningún motivo iba a dejar que ella escogiera un nombre como Okami para su hijo....

-----Has lo que quieras...-----Dijo en toda contra de lo que su ser le gritaba que respondiera. -----Pero sobre mí cadaver le vas a poner Okami. Ese no es un nombre!

Sus miradas chocaron como dos rayos de polos contrarios que colisionan, como si con sus ojos dieran inicio a una guerra pacífica.

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