De regreso. (Parte 1)

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-------Que el perímetro este bien asegurado por favor, Kion...-----Pedía la joven líder. -------Y no envíes mujeres a llevar los suministros, envía soldados nada más y que reporten cualquier actividad sospechosa, está bien?

------Desde luego, mi señora.

-----Gracias. En cuanto hayas terminado, ve a casa por favor. No quiero que Hana me odie por tenerte tan ocupado todo el tiempo.

El hombre rió.

------Descuide. Y le agradezco mucho su consideración.

------Ni lo menciones Kion. Por favor, salúdame a Hana y besa a Hanako de mi parte.

------Desde luego. Descanse mi señora. Me reportare mañana.

------Se que lo harás. Hasta mañana Kion.




Ayame entró nuevamente a su cueva. Se quitó la capa y finalmente se acostó al lado de su compañero, quien seguía perdidamente dormido.
Se acercó a él, recostándose en su fuerte pecho y puso su mano sobre su vientre...

------Ya pasó todo, Okami.-----Consolaba la futura madre a su futuro hijo. -------Estamos bien... Todo va a estar bien...------Miró el rostro de su amado, besó su frente y al fin, se quedo dormida.




Despertó tranquilamente. Sin sentir más necesidad de dormir.
Abrió los ojos lentamente y aquello con lo que su vista topó primero le hizo sonreír.
Un rostro angelical de largas pestañas. Largas hebras de cabello caían delicadamente en el. Su piel blanca rebozaba belleza.
Su respiración era tranquila y suave; acariciaba su pecho como una cálida brisa.
Acaricio aquel hermoso rostro frágilmente con su mano, siendo cuidadoso de no despertarla en ningún momento. Pudo ver una ligera sonrisa dibujarse en su boca, aprobando silenciosamente aquel gesto. Él también sonrío.
Miró entonces ligeramente más abajo, hacia su torso.
Pese a las mantas que la cubrían, podía ver con claridad la prominencia de su vientre y lo sentía claramente apoyado en su propio abdomen.
Volvió a sonreír.
Con su mano, suavemente acaricio por sobre las frazadas aquella gran curvatura.
Pasó uno de sus dedos de arriba a abajo una y otra vez. Luego, dejó su mano estática y simplemente movió sus dedos, haciendo suaves caricias.
Mil cosas pasaron por su cabeza en ese momento.
Pensó en todo el tiempo que había pasado combaleciente.
Ayame había estado ahí en todo momento. No lo había descuidado una sola vez y además de todo, se había hecho cargo de su manada, de su pueblo; había visto por la seguridad y el bien estar de todos y por si fuese poco, se había asegurado de mantener sano y salvo a la frágil vida que se gestaba en su interior.
Ella era increíble.
El corazón de Koga se lleno de dicha y de orgullo hacia ella, pero también de pesar...
Se sentía culpable. Se sentía terrible.
Ayame había hecho un gran trabajo, pero y si hubiese sido demasiado para ella?
Se sintió terrible al pensar que por culpa de ese incidente había abandonado a su pueblo y más importante aún, a su familia.
Y si algo hubiese pasado en su ausencia?
Y si la aldea padecía hambre o sed?
Y si hubiesen sido atacados o agredido a de laguna manera?
Y si, simplemente, el hecho de tener tantas responsabilidades sobre sus hombros hubiesen sido mucho para su compañera?
Sabía lo fuerte que ella era. La sabia fuerte, astuta y decidida... Pero la sabia también altiva y testaruda... Sabía que ella jamás mostraría cansancio o debilidad.
Pudo haberse forzado demasiado con tal de no fallar a nadie.
Pudo haber caído enferma, pudo haber salido herida en algún momento...
Pudo haberse arriesgado demasiado.

Verla ahí a su lado, sana y salva le reconfortaba. Le hacía sentir mejor.
No había debilidad en su rostro, no estaba pálida ni Lucía fragil.
Podía ver que se había alimentado bien, había dormido lo suficiente y muestra de ello era también el ser no nato en su interior; Koga Rio ligeramente al notar fácilmente que el pequeño cachorro que llevaba Ayame había crecido otro tanto en todo ese tiempo. Podía verlo, podía sentirlo.
Con su fino oído podía escuchar ese frágil corazón latir y al poco tiempo, sus caricias fueron correspondidas con delicados pero firmes movimientos desde el interior de la mujer y aquello le reconfortó aún más...

-------Humn? Koga...-------Llamó la fragil,voz de su amada quien recién despertaba, captando la atención del lobo...

------Ayame...-----Le saludó el y acto seguido retiró su mano de su barriga. ------Lo siento... No quisimos despertarte. No era mi intención que se moviera tanto...

------Descuida. -----Sonrió ella. Parecía inmensamente feliz de verlo. ------ Como estas? Como te sientes?

-----Muy bien. -----Le sonrió el acariciando su mejilla. ------Mucho mejor.

-------Si?

------Si.

------Me alegro. ------Sonrió ella acariciando el rostro de su compañero. -----Nos alegra mucho que estés bien.

------A mí también me da gusto verlos bien. -----sonrió el volviendo a posar su mano en el abdomen de la joven. -------Gracias Ayame... Y por favor discúlpame.

-------Disculparte por qué?

-------No debí dejarte sola tanto tiempo.

------Koga, no fue culpa tuya. Fuiste atacado.

-------Debí tener más cuidado.

------No, oye..,------Ayame se acercó a su amado y pego su frente con la de el. ------Hiciste los que pudiste. Estamos agradecidos de tenerte. Estábamos preocupados y no sólo Okami y yo, toda la aldea. Y no tienes que mortificarte. Estoy bien. Nuestro Okami y yo estamos bien. Es un bebé maravilloso. Estuvo muy tranquilo. No dio problemas y se mantuvo fuerte... Me ayudó mucho.

-----Es que es igual a ti. ------Sonrió él.

------Tu crees?

-------Claro que si! ------Ahame se recargó en el pecho de Koga nuevamente y ambos miraban la barriga de la mujer mientras la acariciaban con dulzura. -------Va a ser un gran lobo, Ayame...

-------Apuesto a que si. Y además muy guapo. Como su padre.

------Oh si. Eso sin duda.------Ayame rió. -------Gracias por todo, Ayame. A partir de aquí, yo voy a cuidarlos.

------Nos alegra tenerte de regreso.

------A mí también.-----Aseguró el besando la frente de su amada.

Te veo...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora