Te veo...

Deberes y necesidades.

Se levantó al alba como todas las mañanas. Él ya se había marchado.

Se vistió colocándose su armadura y sus ropas clásicas, tomó su pequeña espada y salió de su cueva...

Observo a todo el mundo comenzando su día como de costumbre: algunas mujeres comenzaban la recolección de leña y plantas medicinales, otras reunían a los cachorros para cuidarlos mientras sus madres desempeñaban otras labores.
Los hombres encargados de la vigilancia y el resguardo de la tribu se habían marchado ya, detrás de los pasos de su líder y mientras tanto, los cazadores se preparaban. Para marcharse. Ésta vez, era responsabilidad de la joven líder, guiarlos.

La pelirroja descendió por la rocosa montaña a pasos rápidos y saltos firmes, saludando a todos lo que encontraba a su paso para finalmente, plantarse de pie frente al grupo que se preparaba para la cacería...

------Que tal, chicos? ----Saludo amigable y enérgica como era su costumbre. -----Todo listo?

-----Si, señora. -----Respondió uno de los hombres.-----Esta os listos, y todo parece indicar que será una buena caza gracias a que los manantiales están al tope.

-----Excelente! ----Sonrió Ayame. ----- andando entonces, no perdamos más el tiempo!

La joven lobo guió al grupo de cazadores a travez del bosque a gran velocidad y con mucha destreza...

La verdad era que Ayame era pésima en muchas cosas: tendía a ser bastante torpe, no era capaz de cocinar absolutamente nada, tampoco cocía o remendaba ropas, era una terrible recolectora, al grado de que en una ocasión, casi toda la tribu se enfermó porque ella no supo diferenciar bayas venenosas de comestibles. Era mala guardia, ya que era bastante indiscreta, tampoco era la mejor peleadora. Pero si había algo en lo que Ayame se lucia era la cacería.
Era rápida sobre cualquier terreno, podía trepar y bajar árboles como un relámpago, era sigilosa, excelente rastreadora, pero sobre todo, era letal.
Ya fuera con trampas, con su espada o con sus propias manos, cualquiera que fuese la presa en que pusiera el ojo, tenía su final ese mismo día.

Por eso, cazar era el deber favorito de la joven matriarca. De todas las labores que desempeñaba en la gran manada, cazar era su favorita y todos en el clan reconocían que era la mejor... Todos excepto el más importante para ella.

-----Alto!-----ordenó la joven líder y todos le obedecieron, deteniendo su paso justo detrás de ella...-----Están justo en frente...----indicó y acto seguido, se agazapó entre los matorrales...

Koga había estado corriendo sin detenerse durante horas de que había salido de su cueva al alba.
Corrió y corrió a través de las planicies y por el bosque, hasta que finalmente, se detuvo.

A pollo sus manos sobre sus rodillas un momento, jadeando e intentando recobrar el aliento y así, al poco tiempo se sintió recuperado.
Se incorporó y caminó por el tupido bosque con tranquilidad, con la mirada sería y hacia el frente, como alguien que camina por un claro sendero que ha recorrido infinidad de veces.
Escucho el sonido del agua corriente del manantial cercano y se desvió un poco para dirigirse a él.
Al llegar, se arrodilló frente a la gran fuente de agua tibia, tomó un poco en sus manos y bebió...

-----Joven Koga.-----Saludo una voz que reconoció de inmediato a sus espaldas.-----Cuanto tiempo! Que te trae por aquí en un día tan caluroso como este??

-----Que tal, monje. ----Saludo él lobo poniéndose de pie y girándose para mirar al hombre detrás de él.----- Pues...nada en particular...

------Ah, ya entiendo...-----Decía Miroku con serenidad. ------aún quieres saber.., si tenemos noticias, no es verdad?-----Él lobo pareció avergonzarse por un momento, así que bajo la mirada sin decir más nada.-----Temo que no.-----Suspiro Miroku avanzando a la orilla del manantial para recoger agua en una vasija que llevaba. ----- Todo ha seguido exactamente igual....-----El monje pareció doptar un semblante y tono tristes...-----Es terrible... Parece que en verdad... La señorita Kagome no volverá, después de todo, han pasado poco más de dos años.

-----Ya veo...-----Suspiro Koga sin moverse de su lugar.------ Se siente como si... Fuese una eternidad...

-----Es curioso...-----decía Miroku mientras se levantaba de nuevo. ------Yo diría que se siente como si hubiese sido ayer... A fin de cuentas, seguimos esperándola de regreso.

-----Cuanto tiempo crees que nos tome olvidar?----preguntó Koga con melancolía.

-----El olvido no existe, joven Koga...-----Respondía Miroku mientras pasaba junto al lobo disponiéndose a marcharse. ------ Solo momentos de ausencia. Momentos en los que no se piensa en eso... Momentos de respiro que ayudan a mantener la cordura.

----- Entonces... Como se supone que seguimos adelante sin ella?

Miroku guardó silencio por un momento, mientras el viento los envolvía a ambos como la nostalgia que sentían...

-----Joven Koga, permítame preguntar... Si la señorita Kagome volviera hoy mismo... Sería usted capaz de interferir con su destino?

---- Su destino? Tú en verdad crees que está destina a Inuyasha?

----- Si volviera un día.., estaría más que seguro de eso... Verás, joven Koga. El universo tiene mañera increíbles de llevarnos a nuestro destino. Podemos enfermarnos a desviarnos del camino e intentar llegar a otro sitio, pero sin importar lo que hagamos...sin importar incluso el tiempo... Hemos siempre de terminar en donde debemos. Has escuchado esa frase, que dice: "no temas a donde vayas, que has de morir donde debes"? Bueno, es exactamente eso. Sin importar tus deseos y caprichos ten por seguro que la vida no te dará nada que no necesites.

-----Justo ahora... Ni siquiera se lo que quiero...

------No hace falta que lo sepas. El destino sabe justamente lo que necesitas...