Un mes...
Un mes había pasado desde que se habían unido...
Algunos lo llaman la fase de "Luna de miel".
Ese tiempo (supuestamente maravilloso) en que una pareja que acaba de unir sus vidas para siempre pasa las veinticuatro horas de todos sus días pensando en nada más que en su amado o su amada... Sintiendo mariposas en el estómago, mirándose por hasta horas enteras sin saciarse... Buscando amarse en todo momento...Pero para ella... Aquella definición parecía la más grande falsedad que alguna vez hubo escuchado.
Ella estaba enamorada?
Si.
Ella lo amaba inmensamente. Y además de todo, estaba tan loca por él como lo había estado... Siempre.Pero él, no parecía sentir lo mismo en lo absoluto.
Todos habían estado felices por ellos el día en que se casaron. Y hasta ese momento todo el mundo estaba complacido por aquella unión.
Eso la incluía a ella.Sin embargo, Koga... Koga actuaba como si fuese algo que quería olvidar.
Prácticamente parecía aferrado a fingir que aquello no había sucedido nunca.
No la miraba... No le hablaba... No la tocaba.
Muy a duras penas habían sido capaces de sobrellevar la noche de "consumación" en la que ella finalmente se convirtió en su compañera... Pero sería mentira decir que era lo que él quería.Entró a su cueva iluminada por veladoras después de haberse bañado en la cascada que corría libremente por la montaña.
Se colocó una ligera prenda para dormir y se sentó en el mullido montón de pieles que era su cómoda y cálida cama y cepillo su rojiza cabellera tranquilamente.
Miró hacia el exterior por la boca de la morada; solo se veía el cielo oscuro y estrellado... La luna muy seguramente estaba justo sobre la montaña, indicando la media noche...-----Koga...-----Suspiro ella con evidente angustia. -----En donde estás? -----Se preguntó.
No era novedad que el líder de los lobos llegase tarde. La verdad es que no había noche en que no lo hiciera. Pero eso no significaba que a Ayame no le preocupara. Especialmente cuando "solamente había ido a patrullar el perímetro" y todos los demás lobos que habían ido con el regresaban, excepto el.
Él siempre se quedaba fuera tanto como podía y muchas noches, ni siquiera regresaba.La chica suspiro con pesar nuevamente, dejó su peine a un lado y procedió a acostarse en su lecho.
Se hizo ovillo en su lado de la cama, cubriéndose con una piel más o menos ligera y pasó las siguientes horas mirando a la nada, tal como era rutina.No se percató de en qué momento el sueño la venció por completo; solo supo en qué momento volvió a despertar: el estaba ahí. Había regresado.
Ella no se movió ni emitió un solo ruido. Se quedó ahí, tiesa en su lugar y en la misma posición, prestando atención a sus movimientos y ruidos...Lo escucho suspirar con algo que no podía decir si era agotamiento o exasperación. Casi pudo sentirlo cuando desató su oscura cabellera. Se quitó su armadura, se sentó en la cama y se quitó las pieles que cubrían sus brazos y piernas. Permaneció en silencio un buen rato. Solo sentado ahí, a espaldas de ella. Suspiro nuevamente y Ayame casi pudo sentirlo mirarla de reojo por sobre su hombro...pero no hizo nada más.
Procedió a acostarse en la cama también, dándole la espalda, pero manteniéndose completamente apartado, de manera que ni siquiera el más mínimo rastro de calor llegaba al otro...como su una inmensa y espesa pared de piedra helada los separara por completo.Así era el matrimonio. Al menos para ella.
No había "Luna de miel".
No había miradas de devoción.
No había caricias.
No había palabras tiernas...
Solo días.
Solo matrimonio.
Nada más.-----Feliz primer mes...-----Susurró ella...

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Te veo...
FanfictionQué pasó con Koga y Ayame después de haberse casado? En verdad se amaban? O lo único que compartían era su interés por el bien de sus manadas? Esta historia (relativamente corta) es acerca de cómo fue la vida para ésta pareja una vez unieron sus vid...