Oportunidad.

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Koga cumplió su promesa.
Movilizó a todo el clan en diferentes tareas para el ser capaz de quedarse a vigilar a Ayame.

La noticia círculo por la manada como fuego en un pastizal y desde luego, todos estaban felices, incluyendo a Hakkaku y a Ginta a quienes Koga les encomendó la tarea de cuidar a su compañera si él llegaba a ausentarse por algún motivo.

A penas hubo comido algo y se sintió más repuesta, la joven matriarca y futura madre se dispuso a levantarse de su lecho, pero a penas apoyaba sus piernas en el suelo y comenzaba a levantarse una terrible sensación de estar mareada la abatió.
Estuvo a punto de caer al suelo cuando una ráfaga de aire entro a la cueva y acto seguido sintió como un par de fuertes brazos la sostenían, evitando su caída...

-----Que te pasa?? -----Cuestionaba Koga mientras ponía a su medio inconsciente compañera sobre la cama. -----Ayame, contesta.

-----Hummnn...----- Se quejó ligeramente comenzando a volver en sí misma.----- Estoy mareada... Muy mareada...

------Carajo!...-----Berreo el lobo al darse cuenta de que no tenía idea de lo que sucedía. No sabía si era normal que ella se sintiera así o no. ------Koto!! -----Llamó y casi de inmediato, la misma mujer que lo había recibido horas antes, entro corriendo.

-----Que sucede, señor??----Preguntó la mujer de nombre Koto mientras se apresuraba al encuentro de su líder a un lado del lecho de su compañera.

-----Dice que está mareada.

-----Koto...----Habló Ayame señalando con su mano debil algo a un lado de la cama. La mujer le extendió a la pelirroja un recipiente de madera rápidamente justo cuando la más joven fue víctima de un sin fin de arcadas que la obligaron a vaciar su estómago en el balde que había recibido.

-----Mierda...-----Se quejó Koga por lo bajo, víctima de su desconcierto. En verdad que no tenía ni jodida idea de nada.

----- Está bien, joven Ayame... Está bien. ----- tranquilizaba la mujer mientras sostenía la cabellera rojiza de la más joven y acariciaba su espalda.

-----Dioses...-----Suspiro Ayame una vez la tortura hubo terminado.
La curandera retiró el balde de las piernas de la joven matriarca y le entregó un tazón con un líquido verdoso con el cual la pelirroja enjuago su boca y escupió en el balde.
Koto ayudó a la futura madre a recostarse nuevamente mientras pasaba una tela humeada por su frente...

-----Todo está bien. -----Sonreía la matrona tranquilizando a la agitada pelirroja. -----No se preocupe... Será un hermoso y saludable varón.

Las palabras de la mujer hicieron que Koga frunciera el ceño con extrañeza... Cómo podía esa mujer saber si el cachorro era un niño o una niña de forma tan prematura???

-----Como... Como estás tan segura, Koto? ----Preguntó Ayame para fortuna de su compañero, quien se sintió aliviado de no tener que preguntar.

-----Las niñas no hacen tal escándalo tan pronto. ----Sonrió la mujer. ----- Si fuera niña estarías como si nada, al menos por algunas semanas más.

-----Dioses... -----Suspiró la pelirroja recostando su cabeza.

------Tendrás que descansar mucho. Es un niño exigente. ----Sonrió la matrona exprimiendo la tela en otro balde que contenía agua. ----- Dormir mucho, comer bien y beber mucha agua lo mantendrán sano y feliz.

-----Está bien que tenga mareos y vomitos ?? ----Cuestionó Koga.

------Es normal. -----Aseguró la matrona. ----- Al menos por los primeros meses. Tampoco es motivo de preocupación que se sienta fatigada y con sueño.

Te veo...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora