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Acomodó las mangas de su ropa antes de ver a ese alfa que tanto había esperado, en el pasado podía verlo todos los días acompañándolo y cuidándolo, pero desde que comenzó a ser el responsable definitivo de su empresa se fue alejando hasta el punto de verse una vez en varias semanas.

Bebió un poco de la bebida fría de fresa sonriendo a ese momento, observó a través de ella pensando que no importaba si no llegara a quedarse con él, mientras tenga su amistad era lo que importaba, estaba sumamente positivo.

Escuchó el carraspear de alguien reconociendo su clara voz y viéndolo como se relajaba en el asiento de frente, esta vez lo veía más sonriente y relajado que antes -¿Esperaste mucho tiempo Jinnie?

Movió la cabeza antes de ver esa camisa blanca marcándose en su cuerpo, quitó su vista y pensamientos de un adolescente a esa zona enfocándose en su amigo -No, llegué hace poco, cuéntame porqué estas muy alegre -el alfa le sonrió y el inocentemente le devolvió la sonrisa.

-Te tengo que contar algo increíble. Me gustaría que me apoyes, porque también te conviene -pidió una bebida igual de refrescante que el omega y se acomodó muy cerca oliendo su rico aroma a fresas que podían volver loco a cualquier alfa incluso a él, Seokjin era una persona especial que sus ojos no podían verlo de otra forma.

-Dime rápido Nam, tengo curiosidad.

-Estoy saliendo con alguien -sonrió un poco nervioso viendo como el omega se quedaba callado.

Su sonrisa se apagó al instante mostrando obviedad a su reacción. "Alguien" ¿Acaso acababa de decir que está saliendo con alguien? Alzó la mirada al alfa dándose cuenta que había tardado en sus pensamientos, sonrió levemente tratando de ocultar el ardor en su corazón -Me sorprendiste... dime que no estás haciendo esto por venganza a tus padres... por lo del matrimonio o ¿Lo haces por eso? Dime no me enojaré por ello...

Pasó sus manos para tocar levemente las del omega transmitiéndole sinceridad. El omega sabía que ese gesto era para una verdad que él no estaba dispuesto a escuchar. Era una mentira que podría quedarse como su amigo por siempre, no podía hacerlo. El dolor se estaba intensificando cada segundo.

-No Jin, él me gusta. Estuvimos juntos en el pasado y volvimos, creo que es el indicado...

Dolor, fue lo que sintió. Se levantó de la silla y quitó las manos abruptamente viendo que el alfa se levantó de igual manera.

-Lo siento debo de regresar a la empresa... entonces, si es el indicado, adelante Nam. Me alegró que estés siendo feliz, preséntamelo para la próxima ¿Sí?

-Si Jinnie te lo traeré la próxima vez

El omega se alejó lo más rápido posible del alfa con un doloroso palpitar de su corazón, caminó, casi corrió hasta llegar a su oficina encerrándose en su baño antes de soltar un suspiro y sus lágrimas empezaran a caerse por todos lados mojando su traje. Se aferró a la posibilidad de que algún día Namjoon le correspondiera, un día que pudiera darse cuenta de sus sentimientos por él, solo uno donde puedan darse un beso y dormir a su lado toda la noche.

Era un chico engreído, pensaba que aquel alfa sería su amigo por siempre, la realidad que evitó ver le estaba golpeando ahora mismo, Namjoon tenía a alguien y ese alguien significaba algo para el alfa, pudo darse cuenta de ello.

Debía fingir y esconder todo lo que sentía como siempre, esa caja que nunca debía ver el exterior. Se limpió el rostro y se arregló para salir hacia su escritorio, tomó la computadora para terminar el trabajo pendiente bloqueando su corazón, no importaba si tenía que esconderlo con trabajo. Debía olvidar a Namjoon.





*

Los cuatro meses pasaron en un abrir y cerrar de ojos.

Esperaba con ansias volver a ver esas grandes pupilas chocolate ser opacadas por sus rechonchas mejillas que se hacían al sonreír, escuchar su suave voz llamándole, sentir sus manos tocarle y su aroma mezclado con el suyo. En realidad, extrañaba casa cosa del omega que robó su corazón desde el primer momento que lo vio y el principal motivo de haberse mantenido a su lado un largo tiempo.

Lo deseaba, lo deseó mucho tiempo, pero imposible por tratarse del rubio, su amigo, temiendo desilusionarlo y perderlo por una tontería de su alfa a punto de volverse loco, por eso había optado por alejar esa parte con varios omegas y betas logrando hacerlo momentáneamente.

Pero por dentro se sentía defraudado por fallarle a su alfa interior aclamando por el omega que tenía a su lado. Las cosas pasaron de manera rápida y con normalidad, se sentía afortunado de no haberse vuelto loco en poseerlo, solo un poco.

Porque si fue posesivo en mantenerlo con su aroma lejos de todos esos alfas que despertaban sus obscuros deseos al sentir ese delicioso aroma a manzanas junto a ese delineado cuerpo. Se mantuvo incluso en el sexo donde se moría por las ganas de anudarlo y marcarlo para él.

Todas sus partes pertenecían al omega, porque las movía a su disposición. Fue feliz desde que escuchó de sus labios el querer estar con él, dando el comienzo de unirse a un nivel superior de la amistad entregando sus cuerpos, lo trató con amor y su único tesoro, era sumamente dichoso que el omega le correspondiera de la misma forma que lo hacia su cuerpo.

De sus labios habían salido un "Te quiero", no solo lo quería, también lo deseaba y amaba. Con esas palabras se despidieron con la esperanza de un nuevo comienzo donde todos sus sentimientos hacia él sean desatados en su totalidad.

Le haría saber todo lo que había guardado.

Terminó de manejar hasta la estación de trenes, se bajó para caminar justo donde descendían los que llegaban de la isla Jeju, no quiso ir a sentarse con los nervios carcomiéndole por lo que decidió quedarse parado para ser el primero en ver a su querido omega regresar. Desde que el rubio le mandó un mensaje de la hora de su llegado, no dudo en ir a recogerlo sin que este le haya dicho que podía hacerlo, sabía que no lo rechazaría.

De pronto se vio sonriendo como un tonto y sus mejillas enrojecieron por lo que tenía planeado para una hermosa bienvenida, en ese día podrían pasar muchas cosas, estaba seguro, se confesaría y le pediría a Jimin ser su novio al final de día.

La llegada del tren de Jeju fue anunciada poniéndolo en alerta, observó como varias personas salían y caminaban, pero ninguno era él, los minutos fueron pasando sin una señal del rubio, se estaba poniendo ansioso y más nervioso de lo normal que algo le haya pasado. Fue caminando en la poca gente hasta visualizar a un rubio arrastrar una pequeña maleta mirando los alrededores sin enfocar un rumbo, lo vio detenerse y él pudo aprovechar esa oportunidad para poder sorprenderlo, pero se detuvo a mitad del camino.

Un joven hombre más alto que el omega estaba a su lado sonriéndole.



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¿Jimin que haces?


Hola Hola buen fin de semana 

Lxs amo <3

Rabitta

¿Qué somos? (Kookmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora