¿Qué somos? (Kookmin)

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El sabor del Té que estaba degustando en sus labios no había cambiado, no tenía un amargo sabor de boca, más bien era dulce y relajado a pesar de estar escuchando todos los reclamos de sus padres que llevaban un poco más de media hora hablando, les permitió desquitarse por ser un hijo problema sin poder tomar la empresa familiar y no querer el compromiso con Seokjin.

-¿Qué te pasó? Estabas tomando las actividades de la empresa con un buen manejo antes que empezaras a faltar de nuevo. Namjoon esto no es juego, no te lo estas tomando en serio -su papá que se tocaba la nariz en tono disgustado, pero estaba más preocupado por su hijo.

-Lo siento, se me atravesó algo grande... -colocó la taza en la mesita para solo sonreír -Vine a contarles lo que pasó. No te preocupes papá volveré a retomar la empresa, pero lo del compromiso con Jin es imposible.

-Eso espero, la empresa no tiene un buen manejo si no estoy, necesito que me ayudes. Antes de contarnos lo que pasó -se sentó en el sofá al estar un buen rato parado -Te tenemos que anunciar que el compromiso esta cancelado.

-Me alegro que hayan dejado esa absurda idea...

Su madre lo interrumpió -Te equivocas, nosotros queríamos seguir con el compromiso, pero fueron los Kim que cancelaron hace unos meses, al parecer Jinnie esta en preparativos para un nuevo compromiso -miró a su hijo decepcionada.

-Mienten, Jin no me ha contado nada...

-Es su vida privada, tu solo eres su amigo... -el moreno alzó una mirada de reproche a su madre al darse cuenta que esa pedrada era para él.

Claro que era su vida privada, pero ellos eran más que buenos amigos, se contaban todo, pero no podía quitar de su mente que en un momento Jin había cambiado volviéndose independiente de él -¿Con quién se va a casar? -preguntó de manera seria, no daría a su lindo amigo a cualquiera.

-No lo sabemos...

Se levantó de su asiento para irse, sus padres con cierta ilusión también se levantaron para seguirlo.

-¿Irás con Jinnie? Sabíamos que estas enamorado de él...

Antes de girar la perilla de su casa se volteó -No, solo quiero que saber si ese alfa no es un imbécil. Yo ya tengo a alguien, eso vine a decirles, le pedí matrimonio a mi novio, él se llama Jimin y nos casaremos pronto.

Cerró la puerta detrás con los gritos de su padre.

*

Salió de su auto después de manejar disgustado por lo que escuchó reciente, se estacionó para buscar en sus pantalones su celular que encontró de inmediato, marcó el numero conocido empezando a sonar.

Se supone que eran amigos cercanos, demasiado cercanos, él era así como la sombra que cuidaba del omega y el omega era la luz que lo controlaba evitando ser un real problema para su familia, siempre estuvo a su lado cuidándolo, consolándolo y queriéndole, aunque en una época de su vida tuvo un enamoramiento por él, rápido lo apagó para que no destruyera su linda amistad.

Seokjin no lo recordaba, pero él sí y muy claro, el día que lo besó. En ese día el omega se quedó en su casa para ayudarle a estudiar, entre risas el contrario se empezó a sentir mal, una fiebre comenzó dejándolo dormir en su cama, lo cuidó en esas horas en las que no se encontraba nadie en toda la casa. En poco un aroma potente llenó la habitación, fue cuando Seokjin abrió los ojos con un brillo de lujuria sin poder huir y llamar a sus padres para que lo llevaran a su casa. Dejó que se acercara a él oliendo su cuello, el aroma era cautivador que hizo a su alfa abrazar a ese omega y posterior respirar cerca de su boca, sabía que estaba mal, Seokjin recién despertó su primer celo y eran muy jóvenes para hacer algo con que arrepentirse, no le importó cuando sentía algo por él, por eso llevó sus labios para probarlos, fue una sensación única que disfrutó antes de separarse, llamar a los padres del omega para que lo recogieran y él quedarse en su habitación decidido a guardar eso que no consideraba debido.