Hospital [Shawn Mendes]

VII

―Muy bien allá adentro, doctora Harvey. ―escucho su voz detrás de mí.

―No he hecho gran cosa, aun así, muchas gracias por permitirme estar presente. ―contesto volteando para tenerlo frente a frente.

―La idea de tenerte cerca es algo que me gusta. ―Esas palabras bastan para instalar el nerviosismo en mí. ¿Este es el mismo hombre que me dice que me olvide de lo que sentimos?

―Debería salir de aquí...―digo y trato de pasar por un lado de él hacia la puerta de salida del área donde normalmente nos lavamos las manos antes y después de una cirugía. Pero no puedo, da un paso hacia mí. Rayos.

―Doctor Mendes, yo...

―Shawn. ―dice interrumpiéndome.

― ¿Perdón?

―Dime Shawn cuando sólo estemos tú y yo. ― Cuando solo estemos tú y yo. ¿Qué se supone que significa eso?

―No sé que es lo que está pasando, no entiendo todo lo que ha pasado desde aquel baile y tampoco entiendo qué es lo que pretende haciéndome sentir que le intereso y un instante después diciéndome que no puede equivocarse. Perdóneme, pero no me gusta la sensación de no entender algo. ―Ya está, lo dije. No tengo idea de dónde ha salido el valor para decir todo eso, pero lo agradezco interiormente, no puedo seguir con esas dudas.

El momento siguiente a mis palabras, Shawn está tomándome de la cintura, atrayéndome hacia él con una mano y con la otra en mi mejilla.

―No te das cuenta...―dice junto a mis labios, puedo sentir su aliento. Permanece en esa distancia y pareciera que está jugando con ella, paseando su boca alrededor de la mía, alejándose y acercándose milimétricamente, pero yo sé no es un juego, sé que se está debatiendo, su expresión lo refleja. Una vez más, está luchando por no "volver a equivocarse". Pero pierde la batalla y eventualmente lo hace, elimina la distancia, sus labios sobre los míos. Exquisito error.

―Demonios Eva...―dice cuando separamos nuestros labios, pero su frente permanece pegada a la mía, mantenemos los ojos cerrados, o al menos, yo lo hago. Disfruto su aroma, holy shit, esto podría volverse mi primer vicio en la vida. ―No podemos seguir así. ―Y esa frase rompe mi burbuja de ilusiones.

―S-si. Si, tienes razón Shawn, es decir, uhm, doctor Mendes. Esto...esto no debería estar pasando. ―digo golpeada por la realidad, interponiendo mis manos entre nosotros y tratando de alejarme de él.

―Eso no es lo que quise decir. ―ha tomado mis manos, las acerca a su pecho y me acerca de nuevo a él. ―

― ¿No? ―pregunto nerviosa. ¿Qué rumbo va a tomar esto?

―No Eva. De lo que estoy hablando es de que no podemos seguir negándonos esto. No quiero. ―su boca se encuentra en mi mejilla, acaricia la piel de mi cara con su nariz, apenas y la roza, puedo sentir el aire que sale por sus fosas nasales. Su cercanía, maldita sea. Su cercanía obnubila mis pensamientos. Si ahora mismo me evaluaran con la escala de Glasgow no estoy segura de poder conseguir más allá de un 11.

―Tampoco quiero, Shawn. ―ha sido más una súplica que una afirmación.

― ¿Qué vamos a hacer, Eva? ¿Por qué tenías que ser tan irresistible para mí? ―La lucha. Esa lucha interna que siempre supe que tuvo.

― ¿Ha luchado en vano y ya no puede más? ¿Se siente incapaz de contener sus sentimientos? ―de pronto me ha parecido que aquello podía sonar gracioso, pero al siguiente instante me doy cuenta de que si no entiende porqué lo he dicho, para Shawn podría no ser tan gracioso.
Cuando veo una sonrisa asomarse en la comisura de sus labios creo que lo ha entendido, ¿de verdad? ¿Puede haber algo que este hombre no sepa?

―No soy nada parecido a Darcy, Eva. ―se lo piensa un segundo― A excepción de que cuando te conocí pensé lo mismo que Darcy con Elizabeth. En el instante en que te vi me di cuenta de que eras bonita, preciosa, aceptándolo, pero me dije a mi mismo que no lo suficiente para robarme el sueño, traté de convencerme, sin embargo, no esperaba que fueras atractiva en otros aspectos. Y ahora estoy aquí, rendido, ilusionado como un adolescente inestable por los cambios hormonales.

Y después de eso estoy flotando, derritiéndome y ardiendo internamente, podría darle mi vida entera a este hombre, lo haría, abriría mi pecho y le entregaría mi corazón, qué más da, que haga lo que quiera. Es la emoción del momento la que me hace pensar eso, ¿verdad?...

La única manera en la que puedo responder a aquella declaración es atrayéndolo hacia mi y besándolo, para así fundirnos en un beso que pareciera haber estado esperando demasiado tiempo. Una mano suya esta sobre mi espalda baja y la otra en mi nuca, mi mano derecha está sobre su mejilla y la izquierda en su costado. Este beso se ha prolongado, pero como lo he dicho antes, podría vivir así. Nuestro patrón respiratorio ha cambiado, se ha vuelto levemente acelerado y más profundo, pero a Shawn parece no importarle, no parece querer detener este beso. Empezamos a retroceder hasta que mi espalda se encuentra con el metal del lavabo... y recuerdo dónde estamos.

―Shawn...―digo sufriendo, pero separándome de él.

― ¿Sí? ―responde una vez que abre los ojos, me mira fijamente y agrega: ― ¿Hemos ido muy lejos? ―esa última expresión me hace sonreír.

―No, no. ―digo negando y tranquilizándolo. ―Es sólo que mis papás podrían entrar por esa puerta en cualquier momento. ―señalo la puerta y él voltea a verla para sonreír después.

―Había olvidado dónde estábamos. Me tienes loco, Eva.

―Entonces estamos a mano. Me tienes loca, Shawn.

Lo que sigue a estas palabras es un abrazo. Me gustaría poder describir el momento y lo que estoy sintiendo, pero me temo que cada palabra que dijera se quedaría pequeña. Estoy abrumada, emocionada, nerviosa y no sé de qué. Estoy feliz. Estoy esperando que esto que acaba de comenzar, sea para siempre.

―Tal vez te parezca ridículo, pero en el instante en que pronuncias mi nombre estoy sin armas. ―me confiesa. Debe ser el hombre más tierno del mundo.

―En el instante en que me llamaste "Eva" por primera vez, mis piernas flaquearon y mi sistema límbico pareció tener un corto circuito.

―Eva, eres increíble.

―Cualquier palabra que yo utilice, no te haría justicia Shawn. ―No lo haría.

Lo admiro, en verdad lo hago. Antes de aceptar que me sentía atraída por él, adjudicaba mi interés a la admiración que tenía por él. Admiro su inteligencia, su seguridad, su capacidad, y su ambición. Si, su ambición, porque para ser tan joven y ser director de un hospital, tiene que haber un poco de eso.

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¡HOLAAAA! Volví después de una semana. Les pido una disculpa por eso, la universidad me tiene loca como a Shawn por Eva y viceversa.🙊 MUCHÍSIMAS GRACIAS a quienes leen y también a quienes votan.❤❤ Espero que les guste, les mando mucho amor.💙

Pooooor cierto, EVERYTHING MEANS NOTHING IF I CAN'T HAVE YOUUU💙💙 MORÍ

Y por último, ¿vieron al Chonatan ayer en SNL?😍