Stitches

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No pude haber recibido en mejor día la llamada de la secretaría académica para decirme mi destino. Hoy sábado sé que tanto Camille como Mike están libres y Shawn tiene libres las tardes, así que puedo ir a su casa y decírselo.

«Acaban de decirme a dónde iré. Los veo en el parque del centro en media hora para hablar de esto.»
envío el mensaje al chat de Messenger que tengo con Camille y Mike. Camille lo ve enseguida y responde:

«QUE EMOCIÓN BEBÉ» veo la burbujita de Mike que indica que también ha visto ambos mensajes y después veo que está escribiendo.

«Nos vemos allá 😊» responde finalmente.

―¿Y cuándo te vas? ―Esa pregunta de nuevo, ¿por qué siento que he escuchado esa frase muchas veces en los últimos días?

―Aún no lo sé Mike, el internado comienza en tres semanas. Aún tengo que buscar algún lugar donde quedarme.

―¿Necesitas ayuda con eso?―pregunta Camille quien se encuentra sentada a mi lado izquierdo en una de las tantas bancas de este parque.

―No, mis papás me ayudarán con eso. Gracias, no te preocupes.―le digo colocando mi mano sobre el dorso de la suya. Recarga su cabeza en mi hombro y Mike hace lo mismo en el hombro contrario. Los voy a extrañar muchísimo.

―Te vamos a extrañar, Eva. Las voy a extrañar a las dos. ―confiesa Mike.

―Es la primera vez en cinco años que dices algo inteligente… voy a extrañar llamarte tonto todos lo días. ―Y yo voy a extrañar escucharte decírselo Camille.

―Deberías ir con Shawn antes de que los tres comencemos a llorar.

Camille se pone de pie y Mike se incorpora junto a ella, me extienden sus brazos para que me levante de la banca. Abrazo a ambos al mismo tiempo y después a uno a la vez.

―Prometan portarse bien. ―No sé por qué estoy haciendo sonar esto como si fuera la última vez que nos vemos antes de que me vaya si aún faltan dos semanas.

―Yo siempre me porto bien. ―responde Mike encogiéndose de hombros y sonriendo de lado.

―Cállate, tonto. ―Mike se soba por el pequeño golpe que le ha dado Camille en el brazo.

―Los quiero muchísimo.

―Ve con Shawn ahora mismo o juro que llorare como menor de dos años en sala de cine.

Hay personas a las que quieres por siempre en tu vida, aunque sea a distancia, aunque sea verlos un pequeño momento cada cierto tiempo. Mi par son ese tipo de personas.

La casa de Shawn no se encuentra a más de 25 minutos de distancia en coche del parque donde previamente he estado, así que me falta poco para llegar. Giro a la derecha para entrar a la calle de su casa, lo veo subir a su auto y arrancar. No me detengo a pensar y lo sigo, esperando que a donde sea que vaya yo también pueda estar presente para así poder hablar con él.

No hemos manejado más de 15 minutos cuando dobla para entrar en una calle llena de casas bonitas con amplios patios y grandes árboles en ellos, casi igual de bonitas que su casa, casi.

Empiezo a pensar que tal vez seguirlo no fue una buena idea si se dirige a visitar a alguien a quien seguramente no conozco. Disminuye la velocidad hasta que su auto se detiene frente a una casa y entonces baja, yo me mantengo a unas cuatro casas de distancia. Me siento como un detective, pero no tengo nada que investigar.

Lo observo recargarse en su auto y hacer una llamada, ¿por qué me he quedado aquí sin decir nada? Un minuto después veo a una mujer salir de la casa frente a la cual se encuentra. ¿Quién es ella? Pregunta la voz en mi mente. Es bonita, no pasa los treinta años, seguro no pasa ni los veintisiete.

Shawn empieza a caminar hacia ella y cuando la tiene frente a él la abraza para saludarla. Lo siguiente ocurre en cámara lenta.

Una niña de unos tres años sale corriendo de la casa en dirección hacia Shawn quien la espera con brazos abiertos.——¡Cielo!——le grita mientras la pequeña aún corre y sólo así puedo escuchar eso. Cuando por fin se encuentran él la levanta en sus brazos mientras le sonríe. No escucho nada, pero veo a las tres personas sonreír. Y cuando Shawn se gira dándome así la espalda veo el rostro de la niña, veo algo que me gustaría no fuera cierto. Su sonrisa. Es la sonrisa de Shawn. Es la sonrisa del padre de Shawn.

Como puedo, con manos temblorosas saco una foto de la escena. ¿para qué, Eva?

La besa en la frente y avanza con ella en brazos hasta entrar en la casa, seguido por aquella mujer, quien cierra la puerta tras entrar.

¿Qué mierda acabo de ver?

Shawn tiene una hija.
Esa niña es su hija, su sonrisa, maldita sea. Y esa mujer es su... ¿Qué?

He comenzado a llorar y lo único que quiero es salir de aquí, así que enciendo mi auto y arranco el motor para alejarme de esta mierda.

Pasada una hora, estoy en mi habitación llorando y viendo la foto que he sacado con mi móvil. La he analizado una y otra vez, probablemente más de cien veces. No tengo ni un poco de duda de qué son Shawn y aquella mujer de la niña. Tiene el cabello y los ojos de ella, y de él: su sonrisa. El rasgo que heredó de su padre, el único. Ella es su madre y Shawn es su padre.

¿Cómo pudo ocultarlo tanto tiempo?

No puedo ni quiero seguir aquí, no quiero verlo de nuevo… ¿o si? No, su lugar no es conmigo, sino a un lado de su hija. ¿Había estado lejos de ella por mí? Mierda.

Tengo que irme, tengo que irme y tiene que ser lo más pronto posible.
Camino hacia el armario y saco una maleta, colocando en ella mis uniformes blancos, mi par de batas clínicas y mis zapatos también blancos. Tomo unos cuantos conjuntos de ropa casual y los guardo también. Es lo primordial, ya me las arreglaré para lo demás.

¿Qué más? Dinero Eva, dinero. Sacó una caja que guardo en uno de los cajones de mi cómoda y la meto a la maleta también. Tengo una buena cantidad ahorrada.

¿A dónde vas a ir, Eva? Mierda. Lo dudo un segundo y después llega mi respuesta. Sí. Sí, me voy a la ciudad donde haré el internado, Shawn no lo sabe, allí estaré bien. Lejos.

Papá y mamá no están en la casa, debo aprovechar para salir antes de que regresen, si lo hacen antes de que me vaya van a querer explicaciones y no estoy apta para eso. Lo haré después, los llamaré.

No quiero irme de esta forma, pero es la única, es la menos dolorosa.

Los humanos y su afán de huir de sus problemas, que ilusos.

Pensé que me habían hecho daño antes, pero nadie nunca me había dejado así de adolorida.

Tengo la sensación de que me estoy hundiendo.

Voy a necesitar puntadas para esta herida.

«Needle and the thread gotta get you out of my head, needle and the thread gonna wind up dead»


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Hola, no sé que decir sobre este capítulo, pero, necesitaba publicarlo. Aunque no sé cuando pueda volver a actualizar porque me he inscrito en veranos en la universidad y ya estoy que me vuelvo loca jajaja
En fin, gracias por leer, comentar y votar❤ Díganme que piensan jeje, love you all✨💜

No todo es color rosa(?)

Hospital [Shawn Mendes] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora