Hospital [Shawn Mendes]

¿De qué modo te amo?

Mi día ha sido increíble desde el instante en que abrí los ojos por la mañana debido al ruido provocado por mis padres gritando un sonoro “¡Feliz cumpleaños!” que retumbó por toda mi habitación.

Posteriormente, cuando llegué a la universidad, entrando al aula allí estaban Camille y Mike esperándome, ella sostenía unos globos con helio y él un pastel. Apenas entré y comenzaron a cantar las mañanitas, después todos mis compañeros presentes se les unieron.

Shawn por su parte, se había hecho un espacio para verme por la mañana en la escuela, después de que terminó su clase con los alumnos de un semestre inferior al mío. Lo malo de todo esto es que me dijo que no podría estar conmigo en otro momento del día.
«Sal con Camille y con Mike a divertirte, prometo compensar ésto, te amo» me comunicó. Por esa razón, en cuanto el par antes mencionado me invitó a salir por la noche, acepté.

Y es a donde nos dirigimos ahora, no tengo idea a dónde está conduciendo Mike, Camille se encuentra en los asientos traseros dándole un retoque a su maquillaje mientras tararea la canción que suena en la radio del auto. «No te preocupes por el destino, por ahora sólo piensa en que te vas a poner» dijo Camille hace una hora cuando estábamos en mi casa, pero de hecho, ella fue quien me guió para elegir mi outfit.

―¿Debería insistir en saber a dónde vamos?―pregunto después de que Mike pasa el centro de la ciudad, a donde supuse que iríamos. Miro a Camille por el retrovisor y después a Mike a mi izquierda al volante.

―No. De hecho, creo que ya es hora de irte colocando esto. ―introduce su mano en su bolsa y saca un lazo azul marino.

―¿Qué vas a hacer con eso?―frunzo el ceño y señalo el lazo.

―¿No es obvio? Vendarte los ojos, bebé.―Estira el lazo con ambas manos. Mike sonríe de lado sin despegar los ojos de la carretera y encoje los hombros.

―¿Por qué tendrían que hacer tal cosa? ―vuelvo a formular una pregunta.

―Porque vamos a secuestrarte y a pedir una muy buena recompensa a cambio de tu libertad.―dice Camille un segundo antes de soltar una carcajada.

―Eso lo creería de ti porque eres una loca, pero no de mí. Yo soy más bueno que nadie.―habla Mike para posteriormente también reírse.

―Cállate, tonto. Sigue manejando.

―Entonces, ¿van a decirme de qué se trata?

―No podemos, pero necesitamos que tengas esto cubriendo tus ojos cuando lleguemos. —Camille insiste con lo del lazo, y Mike mira el GPS.

―Para lo cual faltan máximo 10 minutos.―anuncia Mike refiriéndose a lo que falta para llegar a nuestro, desconocido para mi, destino.

―Bien, aceptaré. Pero ten cuidado, no arruines tu propia obra.―acepto finalmente, pidiéndole a Camille que tenga cuidado con el maquillaje que me ha hecho en los ojos.

―Descuida bebé, no se arruinará ni un poco.

Justo como lo anunció Mike, aproximadamente diez minutos después el auto se detiene y sigo sin saber dónde estamos. Escucho todo con detalle tratando de descifrar antes de poder ver. Cuando escucho que abren la puerta del copiloto sé que debo salir del auto. Siento las manos de Camille guiarme a través de mi oscuridad. De pronto después de haber cruzado lo que creí fue una puerta se detiene y yo hago lo mismo.

―Bien, ahora si puedes ver.―me retira el lazo a manera de venda de los ojos y lo único que distingo es que estamos dentro de un lugar a oscuras, pero en el fondo algo me dice que sé donde estoy, que he estado aquí antes. Estoy a punto de decirle que sigo viendo oscuridad cuando las luces se encienden y se escucha un “¡Sorpresa!” de varias voces.