Hospital [Shawn Mendes]

XXXI

Mientras Shawn conduce, aprovecho para mirarle de vez en cuando. Hace mucho que no pasamos un día -libre- entero juntos, y ese es nuestro plan para hoy.

Previamente, utilizaba mi día libre a la semana para ir al gimnasio, hacer el súper y cualquier otra cosa  que consumiera mi tiempo y no me dejara pensar en cuánto lo extrañaba. En lo mucho que lo anhelaba.

Hoy es diferente, hoy sólo quiero disfrutar cada instante junto a él. Verlo reír, escucharlo hablar, observarlo moverse o simplemente mirarlo sentado frente a la televisión prestando atención a algún programa o película que logre atraparlo. Tan solo quiero admirarlo.

―Nunca te hable de Kristine, porque eso significaba tener que hablar de Sven.―dice volteando a verme después de estacionar el auto frente a un edificio. No conozco mucho esta ciudad, así que no sé donde estamos.―El nombre de su madre es Pauline, ella y Sven estuvieron juntos hasta hace cuatro años, más o menos.

―¿Qué pasó con él?―digo atrapando su mano entre las mías. He analizado un par de cosas que me hacen sospechar que su relación no es la mejor, a pesar de ser hermanos.

―No pretendía tener secretos para tí, me sentí culpable por ocultartelo. Una vez más, lo siento.

―Si comenzamos a pedir perdón, creo que jamás voy a hacerlo las suficientes veces.―expreso mis sentimientos, encogiendo los hombros y negando con la cabeza.

―Tampoco yo.―admite, también negando con la cabeza.―Sven nació cuando yo tenía casi cinco años.

―Entonces, él...

―Él es hijo biológico de Cristal, sí.―acepta. Conozco el vínculo especial que tiene con su madre aunque no sea su madre biológica, por lo tanto no me explico por qué sus problemas con Sven.―Cuando se enteró de eso, sólo quizo competir por su cariño.

―¿Por qué?―pregunto aún no entendiendo del todo.

―Sven siempre creyó que competía conmigo porque mi padre me utilizaba constantemente como referencia para mostrarle sus debilidades. Eso no era lo que yo quería. Mi objetivo siempre fue ser el mejor ejemplo que Sven pudiera tener.―Mi Dios, me conmueve que desde tan pequeño haya tenido un corazón así de noble.

―No fue tú culpa.―me acerco a él y lo abrazo, aún estamos dentro de su auto, cada quien en su asiento.

―Nunca quise que nuestra relación se convirtiera en eso. Es mi hermano pequeño, Eva. Es sólo eso.―Su manera de expresarse de Sven es muy diferente a la de Sven hablando sobre él. Son muy diferentes.―Aunque también es un cobarde, y por eso traje a Kristi y Pauline aquí, para que se haga responsable de una buena vez.

―Entonces, ¿él no conocía a Kristi?―pregunto, atando los cabos finales de esta situación.

―No. Mi hermano hizo todo mal en aquel entonces, Pauline recurrió a mí como última esperanza. Espero que se reivindique.

―Igual yo.―Realmente lo hago, porque me gustaría que Sven pudiera darse cuenta de que todo lo que Shawn ha hecho es preocuparse por él porque lo quiere.

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Contrario a lo que otras parejas harían al decidir pasar un día juntos, como ir por un helado, tal vez ir al cine, o comer en un restaurante, Shawn y yo lo hemos hecho todo en su departamento.

―De ser posible, realmente me gustaría tener la habilidad de ese chico para visualizar todo lo que alguna vez leí y está en mi mente.―dice hablando sobre la serie que acabamos de ver y apagando el televisor.