XIX

1.3K 82 2
                                    

Mientras esperamos el café que hemos pedido observo a Shawn, quien está sentado frente a mí, revisar su teléfono. Son las nueve de la noche y nos encontramos en el restaurante donde fue nuestra primera “cita oficial”. ¿Demasiado tarde para un café? No existe tal cosa, jamás es demasiado tarde o demasiado temprano para un café. Cuando se da cuenta de que lo observo sonríe y bloquea su celular para posteriormente dejarlo sobre la mesa.

―Lo siento, estaba revisando algunas sobre el hospital y la evaluación que tendremos.―dice tomando mi mano que se encuentra sobre la mesa, la otra está bajo mi mentón, me sostengo en ella.

―No tengo problema con observar al hombre más guapo del mundo cuando está distraído.―respondo retirando la mano de mi mentón para así entrelazar ambas manos.

Una señora de unos 50 años llega con nuestros cafés en una charola y los coloca frente a nosotros sonriendo.

―Gracias―Shawn le sonríe y ella se retira.―Entonces, ¿qué era lo…―su celular vibra y se enciende. Una llamada. Shawn toma el celular y creo que revisa de quien proviene. ―Debo contestar, Eva.

―Adelante.―sonrío. No tengo problema con que tome las llamadas, sé que es un hombre con muchas responsabilidades y de cierto modo, un hombre importante. Lo observo escuchar detalladamente y hacer un par de muecas, como si estuviera preocupado. ¿Algo va mal?

―Bien.―responde a quien está del otro lado de la línea. Me mira y sonríe, pero no como hace un momento. Le regreso la sonrisa, pero, ¿debería preocuparme?―Voy para allá.―Cuelga y guarda su móvil en la bolsa de la chamarra café que lleva.

―¿Todo bien? ―pregunto sospechando que no. Algo no va bien.

―Tengo que irme, necesito arreglar un imprevisto.―toma mis manos de nuevo y las besa. Le da un sorbo al café intacto y después agrega: ―Estaba deseando pasar más tiempo contigo, lo siento.

―Ya tendremos tiempo, lo encontraremos. ¿Hay algo en lo que yo pueda ayudarte? ―pregunto, interesada en lo que sea que tenga que hacer.

―No, no te preocupes. ―sonríe y de nuevo allí esta esa sonrisa extraña, como desganada, ¿forzada? ―Te amo, mein Schatz. Nos vemos mañana.

―Te amo, hasta mañana.―respondo cuando se acerca para besarme y después retirarse del lugar.

Me preocupa que Shawn tenga problemas y no quiera involucrarme en éstos. De lo que sea que se trate puede decírmelo, quiero apoyarlo. En todo.

Por otra parte, no se porque he prolongado tanto el hablarle sobre la decisión que he tomado. Ahora, necesito decírselo a alguien más. Tomo mi móvil y marco, llevándolo a mi oreja para esperar a que conteste.

―Hey, hola. ―escucho decir a Mike por la bocina del aparato.

―Hola Mike, ¿te molesto?

―Por supuesto que no, Eva. ¿Está todo bien?

―Sí, eh… sí. ―titubeo. Rayos, ¿qué fue eso?

―¿Estás segura? ―pregunta, y aunque no lo veo puedo imaginármelo mirándome con una ceja levantada y mirándome de lado.

―Sí, segura. ―contesto firmemente esta vez. ―Sólo, quería decirte que haré lo del intercambio de ciudad para el internado.

―Oh. ―es todo lo que dice. Últimamente lo he notado un poco extraño, como si no quisiera dejarme saber algo y por lo mismo no quisiera estar tanto tiempo conmigo, para que así yo no tenga tiempo de averiguarlo. Todo esto es más evidente cuando Shawn está cerca, Camille dice que son ideas mías. Probablemente, la graduación y todo lo que está por empezar en mi vida me tienen así.

Hospital [Shawn Mendes] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora