Hospital [Shawn Mendes]

XV

“Te voy a contar otro secreto, este por tu propio bien. Puedes pensar que el pasado tiene algo que decirte. Puedes pensar que deberías escuchar, esforzarte por distinguir susurros, que deberías hacer lo imposible, inclinarte para escuchar la voz que murmura desde el suelo, desde los lugares muertos. Puede que pienses que ahí vas a encontrar algo, algo que comprender o a lo que encontrar un sentido.

Pero yo sé la verdad. La conozco de las noches de frialdad. Sé que el pasado va a tirar de ti hacia abajo y hacia atrás, que te va a engañar con el susurro del viento y los gemidos de los árboles, que te va a impulsar a descifrar lo que no entiendes, a recomponer lo que estaba roto. No hay esperanza. El pasado no es más que un lastre. Se instala en tu interior como una piedra.

Hazme caso. Si oyes que el pasado te habla, si sientes que tira de tu espalda y que te pasa los dedos por la columna, lo mejor que puedes hacer, lo único, es correr.”

Delirium.

Jueves, diciembre 23.
Shawn

Mientras observo a Eva caminar por la sala de la casa de mis padres sólo puedo pensar en una cosa: es ella. Es ella a quien quiero ver todos los días de mi vida caminando por la sala de mi casa, y cuando llegue el tiempo, corriendo en el patio junto a nuestros hijos.

―No te pareces en nada a tu madre.―me dice tomando una de las foto que se encuentra sobre la chimenea en la sala, una vez la analiza, agrega: ―la verdad es que tampoco a tu padre...―frunce el ceño y sigue observando el retrato. ―Espera...si tienes algo de él, la sonrisa. ―añade sonriendo al encontrar un parecido. Es la mujer más hermosa de este planeta, y está conmigo.

―En realidad, me parezco en todo a ella. Excepto en la sonrisa, tienes razón. ―El pasado debe de ser una de las cosas más difíciles de permitir que las personas conozcan de ti. Pero aquí estoy, dispuesto a contarle otra parte del mío a Eva.

Alterna su vista entre el retrato en sus manos y yo un par de veces y le noto confundida. Me acerco a ella para tomar el retrato y colocarlo de nuevo en su lugar para sostener sus manos entre las mías. Después hablo:

―Mi madre biológica se llamaba Laura...―le digo mirándola a los ojos.

Su expresión cambia, me abraza inesperadamente y dice: ―Yo, lo siento mucho Shawn...

―No. No se trata de eso, no falleció, no que yo sepa. ―continúo explicándole.

―¿Entonces?―pregunta confundida, una vez más. Se aleja un poco de mi y me observa atenta.

A mi también me gustaría saberlo, qué sucedió para que quien se supone me amaría por sobre todas las cosas un día decidiera dejarnos a mí y a mi padre. Era muy pequeño para saber si hacía algo mal, era muy pequeño siquiera para pensar que pude haberlo hecho conscientemente. Sólo no fuí suficiente, supongo.

―Seis meses después de que nací nos abandonó a mi papá y a mí. No dijo a dónde o con quién iba, sólo pedía no ser buscada.―me encojo de hombros restándole importancia, aún cuando sé que la tiene. Para mi la tiene.

―Entonces Cristal...

―Cristal... Mi madre―me corrijo―Llegó a nuestra vida cuando yo recién cumplí dos años, y uno después se casó con mi padre. Ella se encargó de mí desde el inicio, se preocupó por mí como si fuera suyo. Cuando no fui suficiente para inspirar el amor en Laura, Cristal me amo. Y yo la amo a ella, es mi madre Eva.

―No es así, Shawn. ―dice inmediatamente después de mí. No entiendo a qué se refiere y la miro, esperando a qué diga más.―Si ella se marchó no fue porque no hayas sido suficiente. Porque lo eres, eres más que suficiente. Y no puedo imaginar a un “mini tú” de 6 meses no siendo suficiente para cualquier madre en este mundo. Yo habría cruzado el mar por ti, o al menos, lo habría intentado.

Lo es todo, Eva lo es todo.

―Es mi pasado Eva, pero tú eres mi presente y mi futuro. No quiero un día de mi vida sin ti.―Sostengo sus manos y beso el dorso, primero una y después la otra.―Solía pensar que no sería suficiente para alguien, primero Laura y después Anne. Pero ninguna de ellas significó lo que tú para mí.―le confieso.

―Yo pensaba que después de perder a Caleb la felicidad y yo no estábamos hechas para coincidir. Pero llegaste a mi vida y deseché ese pensamiento. Todo se siente bien desde que llegaste. ―me dice. Jamás había mencionado ese nombre.

―¿Caleb?

―Mi hermano. El tenía 7 años y yo 16 cuando se fue, ahogamiento.―Hace una pequeña pausa. ―Todo sucedió en la alberca del patio trasero de nuestra entonces casa, fuí la primera en darse cuenta, pero no pude hacer algo para ayudarlo.―puedo notar en su voz y en su semblante que le duele, que lo extraña y que sin duda, lo ama.

Hermanos, ya habrá tiempo para hablar sobre eso.

―Tampoco fue tu culpa, mein Schatz. No podemos controlar lo que no nos corresponde.

―¿Hace cuántas navidades no te reúnes con tu familia ese día?―pregunta.

―Tres, creo. Hacemos videollamadas, pero es todo. ―respondo, esto último no es porque no me interese ver a mis padres, porque la verdad es que los extraño cada día, pero de algún modo u otro, siempre surge algo que cambia nuestros planes. Pacientes, cirugías, complicaciones o la visita de mi...

―Mamá y papá quieren que estés con nosotros para noche buena y navidad, puedes quedarte en casa, ya lo han planeado todo. Sólo falta tu “si”.―por el brillo en sus ojos esperando mi respuesta haría lo que fuera.

―Sí. Claro que sí, mein Schatz.

―Gracias.―se acerca de nuevo, su mejilla está contra mi pecho. El que debería estar agradeciendo soy yo. Por lo malditamente afortunado que soy.

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Bueno, por petición de ustedes aquí esta la segunda actualización del día.
No hay mucho que decir sobre esta parte de la historia, o tal vez si jeje
Como sea, es un capítulo importante para que se venga lo shido👀 Las palabras de Shawn siempre son importantes 😌
Gracias por leer, les agradecería que votaran y dejaran comentarios sobre lo que les gusta o lo que no❤
Les amoo💜
Btw, hoy el es primer aniversario de “Shawn Mendes” chau me voy a seguir llorando😭💗💗