Dantroleno.

2.4K 137 23
                                    

¿Cómo se supone que olvidas un beso? ¿Cómo pretendes que no pasó? No hay manera, no para mí.
Estoy justo en el mismo lugar donde ha sucedido ese beso. No me he movido en 20 minutos, no he sido capaz de abandonar el aula. Trato de poner mis pensamientos y mis emociones en orden, pero fallo. Cada vez que pienso “ya está, lo tengo” la escena vuelve a mí, la sensación de sus labios sobre los míos moviéndose lentamente, en perfecta sincronía, sí, como al bailar. Como la noche en la que todo esto, que no tengo idea de qué es ni de cómo llamarlo, empezó.

― ¿Tienes clase aquí? ―pregunta un alumno de grados inferiores que ha aparecido de la nada y me mira con una ceja arqueada mientras espera una respuesta.

―Yo…―digo confundida. ―no, no. ―añado sacudiendo mi cabeza.

―No quiero ser entrometido, pero ¿te encuentras bien?

―Si, todo bien, no te preocupes. ―me las arreglo para ofrecerle una sonrisa y salir del aula. Pero la verdad es que no estoy bien, no creo estarlo a un lapso cercano de tiempo.

¿Qué se supone que debo hacer ahora? ¿Actuar cómo si nada hubiera pasado, ir en busca de respuestas, darme de baja de la universidad y jamás volver a verlo? Já.
Una vez que he llegado a la biblioteca dejo mis cosas en un casillero y me dirijo a buscar un lugar para sentarme. Veo a Camille y a Mike levantar la mano al mismo tiempo y señalar un lugar disponible en la mesa donde se encuentran, había olvidado que los encontraría aquí.

― ¿Quieren acompañarme a la cafetería? Tengo hambre. ―miento, pero sé que si me siento e intento estudiar no voy a lograrlo. No me concentraría, aunque me dijeran que el tema que está frente a mis ojos es lo más interesante que podré leer nunca.

―Seguro―responde Mike. Camille se limita a mirarme, más bien, a analizarme con una ceja elevada y Mike lo nota, pero no sabe a qué se debe. ―Bueno, al menos yo sí.

―También yo, tonto. ―replica y le hace una mueca a Mike.

Me veo en la obligación de darle una mordida a la manzana que he conseguido en cafetería para mantener la mentira de que tengo hambre.

―Y entonces, ¿cuál era la duda sobre la que le preguntaste a Mendes? ―interroga Camille.

―Oh, bueno, en realidad no era sobre la clase, si no sobre un articulo que he encontrado y leído ayer, quería más bien saber su opinión sobre lo factible del estudio. ―le digo esperando que me crea.

― ¿No creen que es un poco raro que siendo tan joven tenga un carácter tan severo? ―dice Mike de pronto. VERDAAAD. ―Porque a mi me parece raro.

―Yo creo que sólo necesita alguien con quien acostarse. ―suelta Camille con el más tranquilo desdén. Mike y yo volteamos a verla y enarcamos las cejas. ― ¿Qué? ―replica al ver nuestras expresiones.

―No todo en esta vida se resume en sexo Camille. No todos somos como tú.

―Estúpido. ―dice Camille y acto seguido me arrebata lo que resta de mi manzana para lanzársela a Mike, pero éste la esquiva.

Agradezco tener a estos dos en mi vida por momentos como este, son un respiro cuando siento que me quedo sin aire. Ahora que he podido despejar un poco mi cabeza, decido que antes que cualquier otra cosa debo estudiar. No puedo permitirme descuidar mis clases, y si eso implica ignorar lo que pasa en mi vida no estudiantil, lo haré.
“Cielo, ¿quieres unirte a mamá y a mi en una cirugía hoy?” me ha llegado un mensaje al móvil y veo que es de mi papá.
“¡Por favor!” respondo.
“Bien, encuéntranos aquí en el hospital a las 8 pm.”
Aunque normalmente sólo intervengo respondiendo a preguntas sobre el caso o el procedimiento a mis padres o al cirujano a cargo de la cirugía, me gusta estar presente. Siempre puedes sacar algo de provecho: aprendizaje.

Hospital [Shawn Mendes] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora