Lunes, Diciembre 6.
Diciembre llegó más rápido de lo que habría imaginado. Con él había llegado el congreso, a donde me dirigía ahora. Afortunadamente para estas fechas ya estaba libre de la escuela y podía asistir sin ningún inconveniente.
Después de que Shawn hablara con mi papá decidí que era momento de contarle a mi par favorito en el mundo. Camille había gritado un "QUÉ" enorme. Mike se limitó a levantar sus cejas y mirar a Camille que parecía haber perdido la cordura.
«Espera, ¿están saliendo bien o es tu sugar daddy?» preguntó haciéndome reír.
«Mis padres lo saben, Shawn y yo hemos hablado con ellos» recuerdo haberle confesado.
«Santo Diooos, ¡esto es serio!» gritó de nuevo. Mike se estaba divirtiendo tanto como yo con su reacción.
«Aún así, si llega a hacerte derramar una lágrima le voy a partir la cara.» agregó cerrando su mano para hacerla puño.
«Y yo me uno a eso» había sentenciado Mike.Ayer, a nuestra llegada al hotel donde nos hospedaríamos durante los días que durara el congreso me había llevado una grata sorpresa con éste. Era uno de los hoteles más bonitos en los que había estado y ni siquiera tenía la necesidad de ser extremadamente lujoso. Lo que me había cautivado era su recepción, sobre ésta se encontraba un pequeño espacio en el techo que no era cubierto por concreto, en su lugar había vidrio que le permitía a la luz iluminar el lugar, la luz natural era lo que le daba el toque especial. Y por las noches, permitía observar las estrellas. Si pudiera felicitaría a quien se haya encargado de eso al construir este hotel.
Mis padres se habían quedado en una habitación y yo en otra. Además de que ya era lo suficientemente grande para dormir sola, ellos respetaban mi privacidad y por supuesto yo también respetaba la suya. La habitación de Shawn estaba un piso debajo del de nosotros, el también llegó ayer, pero no coincidimos en horarios y por lo tanto no habíamos tenido la oportunidad de vernos.
La noche anterior mis padres y Shawn habían sido invitados a una cena planeada por los organizadores del congreso. No recibí invitación porque era simplemente una estudiante, así ha sido siempre. Shawn manifestó preferir no ir, al final lo hizo porque era necesario. Después de todo, era un ponente. «Preferiría haber cenado contigo» me había escrito en un mensaje.
Ahora, eran las nueve de la mañana. Todos esperábamos a que alguien apareciera en el escenario y diera el discurso de inicio. En el auditorio cabían unas 400 personas, según mis cálculos rápidos. Había de todo, médicos, personal de enfermería y al igual que yo, estudiantes. Cuando el discurso mencionado terminó apareció el primer ponente, un hombre de unos 50 años como máximo, cirujano cardiotóracico, miembro de la American Thoracic Society, por supuesto. Era extranjero, su acento lo hacía notar. Su exposición se fue volando, lo cual significaba una cosa. Seguía Shawn.
Escuché su presentación por parte del maestro de ceremonias y lo vi aparecer en el escenario. Traje gris impecable, camisa blanca y corbata. Y su cabello, su cabello siempre me sorprendía, tenía un efecto increíble en mí. Sus zapatos relucían, era un total perfeccionista. Sonreí.
Comenzó a hablar sobre su exposición, avanzaba en sus diapositivas y decidí voltear a ver a los asistentes, todos observaban con atención, algunos hacían pequeños apuntes, para después leer más a profundidad, supongo. Cuando regresé mi vista hacia él, me encontré con sus ojos, me había encontrado.
―Para pacientes de neoplasia con tumor avanzado la esofagectomía es la indicada y los procedimientos pueden ser por vía abdominal, toracoabdominal, con cirugía abierta o de mínima invasión― lo escuché decir. Estaba hablando sobre el cáncer de esófago y su tratamiento quirúrgico. Seguridad e inteligencia emanaba de él. Y cómo no.
El día se fue entre ponente y ponente, cuando el último hubo terminado, el maestro de ceremonias agradeció la presencia de todos y terminó diciendo animadamente que el día siguiente nos veríamos. Los presentes en aquel lugar comenzaron a avanzar ordenadamente hacia la salida. En el camino me encontré con mis padres.
―Nos han invitado nuevamente a una cena. ―anunciaron. Probablemente también a Shawn, pensé.
―Bien, yo iré a mi habitación y pediré room service. Disfruten. ―respondí sonriendo.
―Mañana podremos salir y cenar en familia, lo prometo princesa. ―dijo mi papá, no era necesario, yo entendía todo esto. Son protocolos.
―No hay problema papá, no se preocupen. Estaré bien en mi habitación. ―me acerqué para darle un beso en la mejilla a cada uno.
La verdad era que no tenía tanta hambre, a la mitad del día nos habían dado un descanso y mis padres y yo habíamos ido al restaurante del hotel. Seguía sin hablar frente a frente con Shawn, sabía que estaba ocupado y lo entendía totalmente. Ocupado siendo uno de los médicos más importantes presentes.
Cuando llegué al hotel entré a la recepción y me detuve allí un momento, observé aquel espacio en el techo, empezaba a caer la noche y se observaban algunas estrellas dispersas en el cielo. Era bonito, y relajante en cierto modo. Caminé hacia el elevador y cuando la puerta se abrió subí en él. Mi habitación me esperaba. Qué diversión.
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Hallo, creo que ya se me hizo costumbre publicar en domingo 👀
Bueno, es un capítulo cortito, muy cortito de hecho, pero era necesario(?) para el que sigue.
Ya saben, les mando amor y good vibes💛
Estoy en las últimas de mi semestre, mañana empieza mi última semana, lo cual significa que después de eso podré actualizar más seguido jeje
Pero ya, mucho blablabla.
No se olviden de votar y comentaaaar❤

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Hospital [Shawn Mendes]
Fanfiction«Serás un gran médico» le decía toda persona que conocía a Eva Harvey. El tercer año en la carrera de medicina estaba frente a ella, aún tenía muchísimo que aprender. «No estoy aquí para ser amable y mucho menos su amigo» había advertido el Dr. Men...