XXIX

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―Jocelyn está en la misma habitación de la última vez. Shawn está con ella, te esperan.

―Sí, Doctor Brashier.―respondo apresurandome a llegar a la habitación 812.

Jocelyn está aquí para realizarle varios tipos de análisis, estoy comprometida a estar con ella siempre que venga por aquí y me he prometido a mí misma estar para ella durante el proceso que comienza.

―¡EVA!―grita apenas abro la puerta y hago mi entrada en la habitación. Le sonrío como respuesta y me acerco a ella. Abre sus brazos, indicándome que vaya hacia ellos y la abrace.

―Hola, solecito.―respondo y con cuidado la estrujo entre mis brazos.

―Ahora estamos completos.―acaricia mi cabello y me mira con la cabeza inclinada hacia un lado. La observo detenidamente y me cautiva el brillo en su mirada. Merece tener ese brillo siempre.―Acércate, Shawn.―lo llama.

Una enfermera aparece y le explica que tiene que tomar muestras de sangre, teniendo que llenar 3 tubos diferentes. Asiente lenta y levemente, mientras atrapa su labio inferior con sus dientes. Tomo su hombro para tranquilizarla, acción que hace que extienda su brazo y se lo ofrezca a la enfermera, quien le agradece.

―Eva, ¿tienes novio?―pregunta sonriendo. Su espontaneidad me ha tomado por sorpresa desde el instante en que la conocí. Niego con la cabeza, y bajo la mirada a mis pies. Siento la mirada de Shawn sobre mí, pero me obligo a no voltear a verlo.―Y tú sólo Shawn, ¿tienes una novia?―continúa Jocelyn con su interrogatorio. No quiero escuchar la respuesta.

―No. No la tengo.―No puedo evitar voltear a mirarlo y me encuentro con sus ojos, que me hacen odiar las circunstancias en que todo terminó.

―Bueno, entonces podrán hacer algo que quiero ver.―mueve sus pequeños pies. Parece que está planeando una travesura.―Tómense de la mano, hasta que termine esto.―señala su brazo haciendo alusión a la extracción de sangre y extiende su mano en nuestra dirección.―Y sostengan la mía, por favor.

―¿No te gustaría que mami hiciera eso?―pregunto, recordando a su madre, quien se ha quedado afuera.

―Mami lloraría, es muy sensible... por eso le pedí que esperara fuera.―confiesa. Una vez más, me hace admirarla. Jocelyn es muy valiente, aún a su corta edad es más valiente que muchos adultos por allí, incluso que yo.―Además, confiaba en ustedes.

Me apresuro a tomar su mano apenas y pronuncia la última frase, y al siguiente instante siento los dedos de Shawn entrelazarse con los míos en mi mano libre, suficiente para sentir que estoy viva de nuevo. La veo sonreír ampliamente, yo hago lo mismo. Jocelyn ya tiene mi corazón.

―¿Sabes algo Jocelyn?―comienza a hablar Shawn a mi lado. Primero, su voz tiene un bajo volumen, como si no estuviera seguro de querer continuar. Sin embargo, se aclara la garganta y continúa:―Hace no mucho, tenía una novia... Es la mujer más hermosa de este planeta, también es inteligente como no tienes una idea. Es amable, bondadosa y divertida si se lo propone.

¿Soy todo eso? ¿Está hablando de mí? No puedo mirarlo en este instante porque quiero abrazarlo y mandar todo a la mierda por estar con él, así que fijo mis ojos en el tubo de ensayo llenándose con la sangre de Jocelyn. Ya casi están los tres, vamos en el segundo. Shawn aferra su agarre en mi mano, haciendo que mi corazón se acelere.

―¿Y qué pasó?―pregunta una intrigada Jocelyn. Parece que se ha olvidado de poner atención en lo que hace la enfermera.

―También me gustaría saberlo.―responde y con su pulgar acaricia mi mano, tal vez suplicando por una respuesta de mi parte. Pero el tercer tubo está lleno y retiro mi mano de nuestra previa unión para sostener la cara de Jocelyn entre mis manos.

Hospital [Shawn Mendes] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora