call me➨ c. besson

Llamada 23

Llamada entrante de 🌹Futura Esposa🌹

— ¿Qué tal, mujer hermosa de mi corazón?

— No tan bien — Ella suspiró. Corbyn analizó su rostro, estaba seria.

— ¿Qué sucede? — Frunció el ceño.

— Te contaré porque creo que mereces saber, porque lo tengo en mi pecho y necesito decirtelo. Porque si quieres apartarte, no me dolerá tanto a si lo prolongo más.

— ¿Es sobre tu familia?

— Sí, Corbyn.

Un nudo se formó en la garganta de la chica.

— Mi padre era un delincuente asesino y secuestrador. Él secuestró a mi madre, la torturó, la violó y la embarazó de mi.

— Bella, si no quieres decirme, está bien — Asegura.

Ambos estaban sentados en sus escritorios. Era muy tarde en la noche y tan solo los iluminaba la luz de las lámparas.

— Mi madre desarrolló el sindrome de Estocolmo.

— Se enamoró de su secuestrador — Corbyn se sorprendió.

— Exacto. Él no la quería, y la odió aún más cuando nací. Mi padre le inyectaba heroína a ella cuando me iba a dar leche materna, decía que era para dormirme y calmarme. Él solo quería matarme.

Lágrimas bajaron por las mejillas de Bella, logrando causar dolor en el pecho de Corbyn.

— Ay, Bella.

— Crecí entre maltratos, pero los vecinos no lo sabían. Cuando me veían golpes mis padres les decían que estaba en clases de boxeo, que me educaban en casa. Era mentira.

Pasó su mano por sus mejillas y suspiró.

— Crecí y él... él comenzó a lastimarme de una forma peor. Corbyn, él se colaba a mi habitación por las noches y él...

Su voz se rompió. Cubrió su rostro con sus manos y apretó sus lábios para no sollozar.

— Bella, no continúes. Te estás haciendo más daño. No me gusta verte llorar.

— Necesitas saber.

— Cuentame otro día.

— Solo dejame terminar — Pidió — Un día me cansé, mamá no estaba en casa. Comenzé a gritar por ayuda y él se alarmó y empezó a golpearme. Yo huí.

Ya no era tristeza en su rostro, ahora era rabia pura.

— Me persiguió con un cuchillo en la mano. Me iba a matar. Me alarmé tanto — Cerró sus ojos — Tomé el jarrón con las dos manos y me escondí. Cuando el pasó lo golpeé con tanta fuerza.

Miró sus manos.

— Todavía recuerdo la sensación de cristales rotos en mis palmas. Recuerdo levantarme y ver mi reflejo en el espejo junto a mi, estaba bañada en sangre.

Agachó su cabeza.

— Maté a mi padre, Corbyn. Cuando llegó mamá, ella gritó y me dijo asesina. Los policías ya habían llegado y habían comprovado que era defenza propia, pero ella seguía señalandome de asesina.

Corbyn todavía no lograba procesar toda la información reciente. Estaba tan impactado.

— Que me aceptaran en la universidad fué como un respiro. Pero ella no se rindió, creó una falsa historia diciendo que la mía era la falsa, irónico, ¿no?

— Te defendiste.

— ¿Lo hice? ¿Era necesario matarlo? ¿Cuál es la diferencia entre él y yo?

— No eres él — Alzó la voz para que quedara más claro — No eres tu padre, eres tú. No puedes esperar que los demás definan quien eres, Bella, tú eres tú y eso es lo que vale.

— ¿Soy el mismo monstruo que ellos dicen?

— No. No lo eres. Eres mi Bella, y tu no eres un monstruo. Eres solo una niña afectada por los obstáculos de la vida y que aún así sigue persiguiendo sus sueños. Esa es la que eres.