call me➨ c. besson

Llamada 54

Recorrieron todo el hotel dando pequeñas carreras, haciendo chistes y bromas, incluso asustando a el personal y visitantes.

Tras no poder aguantar la risa, terminaron en el techo de el hotel. En esta parte se encontraba la piscina y una pequeña terraza, también un balcón para disfrutar de los alrededores de la ciudad.

La Luna iluminaba más de lo que lo hacían las pequeñas luces en ese lugar. Aún riendo por la pobre anciana que asustaron, Bean terminó en el suelo en forma de cesped falso.

─ ¡Corbyn! ─ Rió Bella al verlo en el suelo ─ Levantate ─ Ordenó, aún riendo.

Por alguna razón, no podían dejar de reír. Cuando lo intentaban, recordaban que la anciana intentó golpear a Corbyn con su bastón y volvían a reír con fuerza.

─ ¡Ayúdame! ─ Se quejó él.

Apreto sus lábios para evitar reír y le extendió ambas de sus manos. Cuando le tomó las manos, hizo fuerza para ayudar a levantarlo.

Pero Bean tenía otros planes, por lo que tiró de sus manos en dirección a él. Bella exclamó cayendo sobre Corbyn, quién comenzó a reír fuerte.

─ ¡Bean! ─ Se quejó apoyando sus manos de el pecho de el chico para poder levantar su cuerbo.

─ ¿Qué? ¡Fué divertido! Y ahora estas en una muy bonita posición sobre mi.

─ ¡Eres tan... pervertido! ─ Se quejó, para luego reír como antes, levantandose. Esta vez no le ofreció la mano a Corbyn por lo que él debió levantarse solo.

─ Sigo sin creerme que estes aquí, Bella ─ Comentó una vez sus risas pararon.

─ Tampoco puedo creerlo, y pensar que hace meses creí que eras una farsa.

─ Hacerme esa cuenta fué lo mejor que he hecho en mi vida ─ Sonrió.

Ella caminó hasta el balcón, mirando hacia abajo las luces de los autos y los faroles. Amaba la noche con todo su ser, ver las luces, las estrellas.

─ Te ves muy hermosa hoy ─ Se acercó hasta ella, recostando su cuerpo de el barandal de el balcón y mirandola. Ella dejó de mirar la ciudad para voltear a verlo.

─ También te ves muy bien, Bean ─ Respondió sonriendole ─ Estoy esperando el comentario pervertido que ronda por tu cabeza.

─ ¿Cómo sabes que tengo un pensamiento pervertido en la mente?

─ Siempre tienes uno en mente ─ Ella rodó los ojos con obviedad.

─ Un día se te quedarán los ojos alrevés de tanto que los ruedas.

─ Al punto ─ Rió.

Él sonrió tomando la mano de ella y acercandola. La tomó de la cintura para acercarla más, volteandose de tal forma que la acorralaba contra el barandal.

─ En esta mente pervertida pasan muchas cosas... pero justo ahora solo piensa en una ─ Se inclinó, acercandose a su oído.

Bella sintió un escalofrío por su cuerpo ante la gran cercanía.

─ Te ves muy hermosa en ese vestido, pero te verías mejor sin el.

Una sonrisa tiró de los labios de la castaña, quién sin evitarlo se alejó un poco para verlo sonreír.

─ Ya eres algo predecible ─ Pasó sus brazos alrededor de el cuello de Corbyn, atrayendolo más a su rostro.

El rubio se sorprendió bastante ante esta acción.

Se colocó de puntillas para llegar mejor hasta su rostro. Sus narices rozaron al igual que sus lábios. Corbyn volvió a colocar su mano en la cintura de la chica, cerrando sus ojos ante el mínimo toque de sus lábios.

─ Mierda Bella, alejame ahora antes de que cometa un delito ─ Murmuró él con los ojos cerrados y voz ronca.

La nombrada bajó lentamente sus manos desde su cuello hasta su pecho, para luego darle un pequeño empujón alejandolo.

─ Te haré estas horas imposibles, Corbyn.