Llamada 60

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─ Cuatro horas, me siento demasiado emocionado y no soy yo el que cumple años ─ Sonrió Bean mirando la hora en su móvil y luego volteando a la castaña, quien rodó los ojos.

─ Eso lo sabemos todos, Corbyn.

─ No sabes como me siento justo ahora.

─ Tampoco sabes como me siento justo ahora, quiero hacerte estas últimas horas imposibles pero no se ni por donde empezar.

─ ¡Invítalo a bailar! ─ Exclamó Mary a lo lejos.

Ya estaban en la fiesta de el hotel de las chicas.

─ No, esa es mala idea ─ Negó él al escuchar la música que sonaba, una no tan fuerte y pegadiza.

Él miró la pista de baile, como todos bailaban pegados. Demasiado pegados.

─ No seas aburrido, ¡vamos! ─ Bella lo tomó de la mano y lo arrastró hasta la pista.

─ Ya no eres mi Limelight favorita ─ Besson le dió una mala mirada a Mary, ella solo se encogió de hombros.

Los demás silvaron desde la mesa en la que antes se encontraban sentados. Tiró de su mano hasta estar al otro lado de la pista, fuera de la vista de sus amigos.

─ No me gusta esta canción, bailemos la próxima ─ Se quejó.

─ Pero si esta es la mejor, música latina, ¿qué más quieres?

─ Podemos bailarla pasadas las cuatro horas, no ahora.

Ay, no seas llorón.

Se dió la vuelta dandole la espalda, tomó sus dos manos de él y las guió hasta su caderas.

─ Tan solo sigueme el paso.

─ Estas jugando con fuego, Bella Besson ─ Protestó entredientes.

─ Siempre es bueno quemarse de vez en cuando.

Comenzó a tomar el ritmo de la música, moviendo ligeramente sus caderas muy cerca de Corbyn. Él hizo más presión en su agarre en su cintura, pegandola más a él.

La soltó de una de sus manos para apartar el cabello de Bella, para acercarse a su cuello y dejar un pequeño beso travieso, detalle que la hizo sonreír.

Bailaron demasiado pegados el resto de la canción hasta estar uno frente a el otro, con apenas espacio. Sus respiraciones se mezclaban al escaso espacio que había entre sus rostros.

─ Aún faltan como tres horas, Bean ─ Sonrió.

─ Que se joda la ley ─ Gruñó, acercandose más.

─ ¡No! ─ Gritó Ayla desde lo lejos ─ Quedan dos horas, separados ─ Llegó hasta ellos con sus manos apartandolos.

─ Comienzo a pensar que tus amigas me odian, Bella.

call me➨ c. bessonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora