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Tamara/ avellaneda, buenos aires.

Entré al banco con mi caminata segura y prepotente de siempre.

- Alejandra – la llamé mientras caminaba hasta mi oficina.

- Señora – dijo ella tratando de seguir mis pasos.

- Señorita – corregí - Un café - me metí adentro del ascensor y marque el tercer piso.

- De que preferencia – preguntó torpemente.

- ¿Hace cuanto que trabajas aca para mi?

- Año y medio.

- Ya lo tendrias que saber, dale, movete ya ya ya – las puertas empezaron a cerrarse.

- Pero con o sin azu… - las puertas se cerraron.

Que idiota esta mujer, no sirve para traer un puto café. Las puertas se abrieron y entre a mi oficina, me senté frente a mi computadora y empece a teclear. Un llamado en el telefono sobre la mesa me saco de lo que hacia y atendi.

- Diga.

- ¿Con o sin leche? – rodé los ojos, corte el teléfono con fastidio y me dispuse a empezar mi trabajo.

Basicamente atendía a la gente que venia a dar sus quejas, asesoraba a la gente y hacia una que otras cuentas.
Se podria decir que soy multifunción, y si, de mi es obvio.

El día transcurrió entre gente un tanto humilde que venia a querer sacar prestamos, cosa que es obviamente imposible. Gente quejosa que me tengo que fumar diariamente y lidiar con la estupida de Alejandra que no sirve ni para traer un maldito café.

En la hora del descanso salí para buscar algo que comer, opte por ir a un restaurante y comer algo sofisticado nada de comida rapida, es mala y esta llena de aceites, conservantes y demas.
Volvi al trabajo y segui con lo mio.

- Toc toc – dirigí mi mirada a la chica junto a la puerta.

- Gabi – me levanté de mi lugar y la saludé amistosamente.

- Te vine a visitar para que salgamos esta noche.

- No se Gabi, estoy con mucho trabajo y con Santi arreglamos de salir a comer a algún lugar.

- Ay nena, todo el dia trabajando, libera un poco.

- La verdad que no se por qué seguimos siendo amigas vos y yo, somos agua y aceite.

- Porque me adoras – dijo esta poniendo sus pies sobre mi escritorio.

- No entiendo por qué sos tan liberal y descontracturada. Baja ya esos pies de ahí, tengo papeles Gabriela.

- Dale, deja un poco todo esto, te va a hacer bien – no iba a parar hasta que no acepte, es muy terca.

- Está bien, voy a ir con Santiago a comer y después me voy con vos – accedí.

- Ay bueno – pegó un salto y me abrazo – Nos vemos esta noche, no vayas tan… - me miro de arriba abajo – Tan vos – finalizó y se fue.

- ¿A qué se refiere con tan yo? – tenía puesto una pollera alta negra, una camisita blanca y un saquito arriba – ¿Informal quiere que vaya? Ya ni se si tengo ropa.

- ¿Hablando sola amor? – Santiago apareció con una sonrisa.

- ¡Mi vida! – me acerqué a el, lo abracé y me beso.

- Vine a hablar de esta noche, no creo que podamos ir… - arqueé una ceja.

- ¿Por qué? Amor mañana tengo franco…

- Si, pero es un viajecito que tengo que hacer, de negocios. Te juro que no va a ser nada largo – rodé los ojos y aprete los labios.

- ¿Entonces, venis a despedirte? – me senté frente mi computadora y me crucé de brazos recargandome contra el respaldar de mi sillón.

- Eso y algo más… me contacté con un profesional sobre tu amnesia amor … - suspiré con pesadez.

- Ah… no se si quiero… - me encogí de hombros.

- Te va a hacer bien amor, hace tanto tiempo que no estas lista… o eso decis, necesitas encontrar a tu familia amor, algo, algún indicio… tu nombre – me dolía hablar de esto pero no me gustaba mostrarme débil.

- Yo soy Tamara y punto, no hay nada más que encontrar – Hablé segura de mi postura.

- No creo que sea asi, amor, es importante. Yo te noto mal a veces, tus sueños extraños y demas. No podes seguir tu vida como si nada, debe haber alguien buscándote, una mamá… un papá, alguien... tu familia.

- Yo busqué por un año entero, fue un año lleno de soledad y frustración sin indicio alguno de nada. No quiero volver a vivir eso, no se si lo soportaria.

- Es necesario amor, pensalo. Acá esta la tarjeta con su numero y dirección. Yo que vos vería, tal vez te sirve – agarré la tarjeta y la guarde en mi bolso.

- Veo – dije desinteresada.

- Bueno amor, yo vuelvo en unos dos dias, cuidate y anda a ver al hombre – se acercó a mi y me beso.

- Vos también cuidate mi vida – nos despedimos y lo vi alejarse por el pasillo.

Llegué a mi departamento después de un largo día de trabajo. Me dejé caer en el sillón y miré el reloj en mi brazo, cuatro y media de la tarde. Preparé un café y fui a mi vestidor, observé las prendas mientras bebía en café. No tengo nada informal, que podría usar para un… un… La voy a llamar.
Agarré mi celular y llame a Gabriela.

- Tamara…

- Gabi, te queria preguntar algo

- ¿Venís hoy?

- Es sobre eso, si, voy pero… ¿a dónde vamos a ir?

- A un boliche Tamara, ponete algo para salir pero piola.

- ¿Piola? ¿Cómo seria?

- Que este a la onda boluda, no te vas a poner un traje con los que vas a trabajar porque te pego.

- No… yo tengo que ponerme, no es lo unico que uso – presioné mis labios, mentí. Se escuchó una risita del otro lado de la linea.

- Bueno Tami, fíjate. A las once en mi casa para hacer la previa.

- Bueno, ahí voy a estar – corté.

A gabriela la conocí un dia que perdí mi celular y ella fue tan generosa de decolvermelo, una capa.

De ahí se dio esta especie de rara amistad, cosa rara. Ella tan sin limites, aventurera y yo tan seria, estructurada y centrada. Pero había algo en ella que me encantaba, supongo que justamente eso, que seamos distintas, me gusta.

Bueno gente no me aguante y quería compartirles esto que con tanto amor empecé a escribir.
Es como un adelanto de lo que va a ser esta segunda temporada.
El próximo capítulo se va a estar publicando el dia que dije (el dia 18/19 de mayo)
Esto es solo un adelanto porque no me aguantaba más y quería ver que opinaban
Me harían muy feliz si comentan con toda la confianza, dejen la paja y comentenme algo pendejas

Solo Es Cuestión De Tiempo ; C.R.O (Segunda Temporada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora