LIV

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Abrí los ojos y pude ver el radiante sol sobre mí.

Estaba acostada en mí patio.

Era un día de verano, el cielo estaba completamente azul.

Me senté, llevaba puesto un bonito vestido rosa con florcitas perfectamente bordadas en la tela.

¿Donde estoy?

¿Morí?

¿Qué está pasando?

Escuché un grito dentro de la casa, parecía ser de una mujer, ¿Mamá?

Entré a la casa corriendo y la escena me hizo comenzar a llorar instantáneamente.

Mí madre se encontraba contra la pared, lloraba y pataleaba mientras mí padre la sostenía por el cuello. La estaba ahorcando y pegándole.

Lágrimas se escurrian por las mejillas de mamá, su pelo estaba totalmente alborotado y su blusa estaba rasgada. Podía verse su corpiño a causa del escote que estaba totalmente roto.

Mí respiración se agitó y comencé a gritar asustada.

- ¡Mamá!

- ¡_____, llama a tu abuela! Corré - gritó desesperadamente como animal en matadero.

- ¡Ayuda! - grité.

Mí papá dejó caer a mí mamá al suelo y se acercó a paso apresurado hacía mí.

- ¡Te voy a enseñar a no meterte en cosas de grandes! - me agarró bruscamente del brazo y me llevó a la cama.

Me tiró a la cama y comenzó a golpearme por todo mí pequeño y escuálido cuerpo de niña de siete años.

- ¡Para papá, por favor! - pedí entré llanto.

Pude ver la cara de enojo de mí padre iluminada por la tenue luz que entraba por la ventana cerrada.

- Te dije que no te metas en cosas de grandes ¡Pendeja de mierda!

No paraba de llorar desconsoladamente, mí corazón latía tan rápido que parecía que iba a salirse de mí pecho.

Mí vista se nublaba por las lágrimas en mis ojos.

Un líquido caliente corrió por mis piernas. Me había hecho pis encima.

Mamá vino hasta nosotros tambaleante y con un cuchillo.

- Dejala en paz pedazo de basura.

Desperté en el piso de una habitación vacía y a oscuras. Mis manos estaban atadas.

Que horrible sueño.

¿Eso fue un sueño o un recuerdo?

Mí espalda estaba mojada y fría al igual que mí frente, por el sudor.

¿Esto es una pesadilla, o está pasando?

- ¡Santiago! Déjame salir de acá - grité al notar que la puerta estaba cerrada con llave.

- Abrí la maldita puerta hijo de puta.

Después de unos minutos escuché unos pasos acercarse. Tal vez lo hice enojar, debería dejar de provocarlo ya que evidentemente no lo conozco y no se lo que sea capaz de hacerme.

- Veo que despertaste - dijo del otro lado de la puerta - ¿Estás más calmada ya?

- Si... - susurré cabizbaja - Abrí por favor.

Solo Es Cuestión De Tiempo ; C.R.O (Segunda Temporada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora