XIX

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La chica en el sillón había recobrado un poco el sentido así que me dicto el numero de su madre para que yo pudiese llamarla.
Casi al instante atendió.

- ¿Hola? ¿Quién habla?

- Hola soy Tamara, es sobre su hija…

- Candela, si, ¿dónde esta? Estamos desesperados.

- Tranquilos ella esta acá conmigo, esta bien pero yo creo que le pusieron algo en la bebida, esta muy atontada, creo que necesita revisarla un medico por su seguridad.

- O por dios.

- Unos chicos en el boliche intentaron llevársela y yo intervine y la traje junto a otra chica a mi casa.

- Muchas gracias, decinos tu dirección y enseguida vamos por ella.

Al rato la madre y el padre de la chica de unos cuarenta años llegaron preocupados y se la llevaron al hospital. También llevaron a la otra chica con ellos.

Me agradecieron una y otra vez por haber ayudado a su hija de diecisiete años a que no le pase nada y yo les pedí que me avisaran luego como estaba la chica.

Miré el reloj sobre la mesita de luz, eran las seis y media de la mañana, no había podido pegar un ojo desde que las chicas se habian ido hace como hora y media.

Mi cabeza era un caos, no podía dejar de pensar en la tal Julieta, que iba a hablar conmigo. Ella sabia quien soy, mi nombre, mi historia.

Tenia miedo de saber la verdad ¿Y si no me gusta mi antigua vida? ¿Si esta es mejor y una vez que sepa mi verdadera no pueda volver a vivir como vivo ahora?

Tenia tantas preguntas, dudas y miedos que preferí alejar todo pensamiento negativo de mi cabeza y dormir. No sin antes mandarle un mensaje a Santiago.

Amor

Una chica me reconoció, sabe quien soy y mañana nos vamos a encontrar a las seis en la plaza frente al shopping.
Espero que estés para mi.

07:45✔      

- Amor… - alguien me movió en la cama.

- Mmm.

- Amor dormilona, dale, arriba ya es súper tarde - ¿Santiago? Me destape y llevé mi vista a la persona sentada junto a mi.

- Al fin – sonrió.

- Viniste… - dije aliviada y no pude evitar sonreír agradecida de que este para mi.

- Obvio amor, sos todo para mi y obviamente iba a estar para vos – dijo. Iba a besarlo pero me frenó y se paró junto a la cama para luego arrodillarse en el suelo.

- ¿Que haces? Levántate… - le dije.

- Espera – agarró del piso un ramo de rosas rojas que había escondido detrás de los pies de la cama para que no lo vea.

Lo acercó a centímetros de mi cara y me inunde de su perfume.

Lo agarré en mis manos y admiré las flores, luego llevé mi vista a él, intenté hablar pero me cayó poniendo su dedo índice en mis labios.

- Perdón amor, perdón por ser un idiota y no estar para vos, no escucharte. Perdón por cagarla y decirte todas esas cosas feas aquel día. Perdona mis errores y fallas mi amor porque no quiero perderte.

Totalmente enternecida salí de la cama y me arrodillé junto a él para después besarlo.

- Hay más amor… - dijo y lo miré extrañada.

- Ya es suficiente amor, yo estoy por demás de agradecida, no quiero ni necesito más.

- Espera – abrió su abrigo y de un bolsillo de adentro sacó un pequeño estuche negro aterciopelado.

- ¿Es lo que creo que es? – pregunté incrédula, Santiago me sonrió enormemente.

- Señorita, ¿me haría usted el honor de ser mi esposa? – dijo y abrió el estuche dejando ver un hermoso cintillo de oro con un precioso diamante sobresaliente.

- Es precioso – dije llevándome las manos a la boca y luego me tiré sobre él y lo besé.

- ¿Eso es un si? – preguntó riendo.

- Eso es un por supuesto que me caso con vos mi amor – dije sobre sus labios y lo besé.

- Amor… ¿a que hora tenias que ir con la chica esa? – preguntó y caí a la realidad.

- Ah, cierto a las seis amor, ¿Qué hora es?

- Son cuatro y media – dijo con total alivio.

- Amor es re tarde – me paré y corrí al baño - ¿¡Cómo no me llamaste antes Santi!?

- No se amor me colgué  disculpa – se paró y se sentó en la cama.

- Me voy a bañar, cámbiate – le ordené.
Corrí al baño y me di una rápida y reconfortante ducha.

Solo Es Cuestión De Tiempo ; C.R.O (Segunda Temporada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora