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Definitivamente nadie pudo conciliar el sueño, tanto los involucrados como las preocupados por los demás.

Jungkook se había mantenido afuera de la puerta de la habitación de Tae toda la noche, se había levantado cuando creyó a todos dormidos, pero no hizo el intentó de tocarla, sabia que de nada serviría.

Poco a poco el silencio y la falta de descanso lo hicieron caer en manos de morfeo, hasta que el sonido de la puerta abrirse lo despertó, haciendo que se levantara rápidamente, volteando a ver a su acompañante.

-vete. Son las 4 de la mañana.- dijo algo demacrado y cansado el de cabellos grisáceos, quien había sabido de su existencia ahí desde que llegó. Dispuesto a cerrar la puerta, se hizo hacia atrás, pero el menor lo detuvo.

Estaba apunto de reclamar cuando vio como Jungkook lo empujaba al interior de la habitación, entrando por consiguiente y cerrando con seguro la puerta tras de si. Se mantuvo de pie como pudo y fue caminando hacia atrás, hasta que topó con la orilla de su cama, con el corazón acelerado.

-K-kookie?

El menor no respondió, simplemente se limitaba a mirarlo con el rostro de desesperación y arrepentimiento. ¿Arrepentimiento de qué?, de jamas haberle declarado su amor como se debía.

-es tarde- le tembló la voz, pues ya había terminado sentado en el colchón y con el castaño sobre él.

-lo se- susurro.

Tae fruncio el entrecejo, estaba dispuesto a gritarle que se largara, pues ya no podía aceptar el hecho de verlo por más tiempo, pero al parecer el menor supo lo que intentaba hacer y terminando con la distancia lo tomó de las orillas del cuello de su bata comenzando a besarlo. Al principió el forcejeo se hizo presente, siendo Jungkook el que termino por recostarlo y sostenerlo por las muñecas, manteniendo sus manos a los lados de su cabeza. Las lágrimas en los ojos de Tae no tardaron en aparecer, y en un intento de alejarlo mordió su labio inferior, provocandose un sonrojo evidente al oírlo gemir.

Jungkook se separó.

-perdoname... -tragó saliva y sus ojos se cristalizaron- yo no tengo nada con Jimin, yo no estaba haciendo nada él fue el que se me abalanzó- cerró sus ojos, llorando y haciendo que el chico lo observara confuso.- yo solo te quiero a ti.

Tal vez le era difícil creerle, pues quien le garantiza que no le estaba mintiendo, él había visto algo y podría ser una equivocación, pero le costaba creerlo.

El menor volvió a besarlo, pero esta vez tiernamente y siendo correspondido. No había prisa y Taehyung solo quería olvidarse de todo por un momento, tomando con sus manos el rostro del menor, ladeando un poco el rostro. Quería disfrutarlo, sabiendo que en cuanto terminaran tendría que alejarse de él. Pidió permiso para profundizarlo más, y el castaño no dudo en entreabrir sus labios.

Ambos temblaban.

Fueron separándose y se miraron a los ojos con la respiración pesada, pero la tristeza no desapareció.

-vete.

El corazón se le hizo añicos ante esa orden. Lentamente fue soltandolo y levantandose. Agacho la cabeza.

-esta bien.

Dio media vuelta y con rapidez abrió la puerta, topándose con un Jimin saliendo de la suya. La puerta fue cerrada inmediatamente y ambos se quedaron en el pasillo, a solas.

-t-tengo que explicarte l-las cosas- estaba nervioso, pues la mirada de niño había desaparecido del rostro del menor para dejar ver una de odio.
En cualquier momento pudo haberle dicho que no, que se largara y que se fuera al infierno, pero él sabia lo que se sentía querer explicar las cosas y que no te dejaran. Sus facciones se ablandaron, y asintiendo con pesar le indicó que lo siguiera. Mientras que Tae miraba por la rejilla, ellos entraron a la habitación de Jungkook.

SOLO QUERÍA RECUPERARTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora