Capítulo 11.

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Eran las diez de la noche, Corbyn me había avisado que la lluvia de estrellas empezaría a más tardar 11:30 así que en una hora lo vería en el tejado del edificio de los dormitorios para hacer el trabajo.

Era algo que me emocionaba, ya que últimamente había pasado más tiempo con él que en todos los años que nos conocemos, es como si fuéramos imanes opuestos y nos atrayeramos el uno al otro y al momento de acercarnos nos repelemos como si fueramos del mismo campo de fuerza.

O quizá es porque siempre aparecen Daniel o los otros a arruinar los momentos.

—¿Ya estás lista para tu cita con Corbyn? —preguntó Daniel quién estaba acostado en mi cama mientras yo acomodaba unas cosas en mi mochila.

—Sólo es un trabajo, no es una cita.

—Seguro, y yo no sé tocar la flauta—dijo mientras se suspiraba frustrado.

Lo miré incrédula, como si no supiera tocar hasta instrumentos aún no inventados.

—No fue sarcasmo Bellamy, esa maldita se me sigue resistiendo—negó con la cabeza varias veces. —¿Quieres que te interprete algo en mi piano?

Abrí los ojos y entonces salí corriendo del dormitorio con mi mochila en mano antes de que Daniel se emocionara. Créanme cuando les digo que está obsesionado con sus instrumentos.

Llegué hasta el tejado del edificio, no estaba segura si Corbyn estaría allí ya que no confirmamos esta mañana, pero espero que sí.
Abrí la puerta para salir arriba, encontrándome con un rubio acomodando su telescopio, a un lado por el piso, una manta y un par de almohadas, del otro lado estaba su laptop conectada al telescopio.

Corbyn se giró y me miró, hizo un movimiento con la cabeza para que me acercara, deje la mochila en el suelo cuando llegué hasta él.

—¿Qué pasa Corbyn Nerd Besson? —dije con cierta gracia en mi voz, ganándome una mirada seria de parte de Corbyn.

—Conecté el telescopio a mi laptop para que las imagines que capture se guarden y podamos enseñarla en la clase. —dijo con una gran sonrisa.

Corbyn empezaba a pareserse a Jonah, sólo se animaban cuando hacían lo que más le gustaba, que frustrantes hombres.

Luego de un rato, Corbyn se encontraba mirando algo en su computadora mientras yo estaba acostada en la manta que había, la noche era estrellada y la luna se veía un poco más grande de lo usual, ojalá hubiera leído mi horóscopo de hoy, quizá había algo interesante.

Mentira, yo no creo en esas cosas.

—Esto dice que en cualquier momento empezará, mueve tu trasero para acá lobito—ordenó y me levanté como un rayo.

Escuché un ruido raro venir de la puerta de entrada pero no le presté atención cuando Corbyn señaló el telescopio dándome permiso de mirar primero.  Me acerqué hasta él y fijé mi mirada por el telescopio. Esperé unos segundos y después vi pasar la primera estrella fugaz, pedí un deseo que claro no les iba a decir porque sino no iba a cumplirse.

—¿La viste cierto? —preguntó el rubio con una sonrisa. —Ven.

Me guió hasta donde estaba la manta y el par de almohadas y se recostó sobre una. Imité su acción un poco nerviosa por la situación, me coloqué a un lado de él mirando al cielo estrellado.

—Quizá no las podamos ver desde aquí, o quizá alguna se digne a aparecer. Pero aún así no quita el hecho de que el cielo tanto de día como de noche es perfecto—dijo pasando su vista por todo el cielo, lo miré con una sonrisa.

the five club ━━━ corbynbesson!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora