Capítulo 9.

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Todos nos encontrábamos fuera de la entrada del instituto, ya todos estaban en clases pero nosotros apenas salíamos de los dormitorios.

No podía evitar reírme de los chicos cuando los vi, pero no podía decir mucho, yo estaba peor.

—Muy bien señoritas—habló Jack y luego me miró recorriendo todo mi cuerpo —y Bellamy, es hora de la acción.

—¿Saben que los odio profundamente por esto, verdad? —dijo Jonah al par de demonios.

—Tú odias a todos, así que no me siento especial—Zach le guiño un ojo con una sonrisa en su rostro.

—Acabemos con esto—dijo Daniel siendo el primero en entrar.

Todos vimos como empezó a caminar y a los tres pasos uno de sus tobillos ya se le había torcido haciendo que cayera.

Les daré un poco de contexto en palabras de Jack y Zach; Daniel, Corbyn y Jonah están vestidas como unas lindas señoritas.
Los tres traían zapatilla altas, demasiado y apenas podían caminar. Sus piernas estaban descubiertas gracias a las faldas de colores neón que tenían puestas y un top. No olvidemos el maquillaje y las pelucas.

Por mi parte, era lo más vergonzoso de la vida, Jack había cumplido su "fantasía sexual" al comprarme aquel disfraz de enfermera que justo ahora traía puesto.

Llegamos justo a la hora que dieron el timbre para que todos fueran a comer, así que como iban saliendo de los salones la gente nos veía, trataba con mis manos de cubrir e lo más que pudiese pero era imposible. La mano de Daniel se puso en mi hombro.

—Si no me detengo de algo ya, voy a morir con los tobillos rotos—dijo dramatizando.

—¡Marais, que lindas piernas! —escuché que le gritó un chico con la chaqueta del equipo de fútbol. Jonah lo ignoró. —¡Vamos, nena!

Jonah era su competencia en el quipo, por eso la rivalidad.

—¿Qué diablos quieres Liam? —habló Jonah.

Los demás seguíamos parados a su lado con la mirada de todos, Jonah se veía sexy con aquella falda morada neón y labial rojo.

—¿A cuanto la hora, preciosa? —el tal Liam rió, Jonah le lanzó un gruñido e intentó seguir caminando hasta la mesa, resbalandose un par de veces.

—Por ti sí pagaría —dijo otro de los chicos hacia mi, que se encontraban en la cafetería.

—¿Qué demonios dijiste? —preguntó Corbyn.

En verdad quería ponerme seria pero verlo molesto con aquel atuendo era como si fuese una broma.

—Tranquilo Besson, le hablo a la sexy enfermera. No te metas—le guiñó un ojo. Mis mejillas se pusieron coloradas e intenté cubrirme más logrando nada.

En un par de segundos después Corbyn había empujado al chico por los hombros, Jack tomó de los brazos al rubio antes de que cayera por los tacones. El chico al que empujó no se quedó de brazos cruzados y le metió un golpe en el rostro.

—¡Pelea! —empezaron a gritar todos en la cafetería.

Corbyn y el chico se lanzaron a los brazos del otro, claro que el rubio con menos facilidad por la apretada falda y los tacones. Zach y yo veíamos la escena horrorizados, nosotros eramos como los bebés del grupo.

—¡Jonah, haz algo! —le pedí al grandulon cuando vi que el intento de Daniel de separarlos no había acabado nada bien.

—¿Qué puedo hacer yo?

Lo miré mal, rodó los ojos y se quitó los tacones junto con el top y fue hasta donde estaban los chicos golpeándose, le habló a un chico del equipo de fútbol y entre ambos detuvieron a ambos.

—Ya, vete de aquí antes de que algún profesor venga—espetó Jonah al chico que había golpeado a Corbyn.

El rubio me miró unos segundos, tenía el labio roto y una pequeña erida en la ceja. En otro chico había acabado peor. Me sentí mal, ya que todo inició por mi culpa.

—Creo que ya fue bastante humillación publica—habló Jack.

—¿Tú crees? —pregunté ironizando.

Corbyn salió de la cafetería no sin antes quitarse los tacones.

—Creo que todos deberíamos ir a cambiarnos—propuso Daniel sobandose el hombro. Todos asentimos y yo salí corriendo tratando de encontrar a Corbyn.

(...)

Una vez cambiada fui al dormitorio del rubio, quizá una disculpa estaría bien luego de que le pasó esto por mi culpa, aunque realmente no entiendo por qué lo hizo, yo bien pude haber ignorado ese comentario.

Al momento de tocar la puerta, esta se abrió dejándome ver a Jacob.

—Hola, Bell. Escuché lo de esta mañana—soltó una pequeña risita. —Corbyn está acostado.

Se hizo a un lado y luego me dejó entrar cuando el salió de la habitación. El rubio efectivamente estaba en su cama, con un hoodie de la NASA mientras leía un libro.

—¿No te ibas, Jacob?

—En realidad soy la enfermera—dije, puso su mirada en mi. —De acuerdo, mal chiste.

—¿Qué quieres, lobito?

Me senté en la esquina de su cama, un poco nerviosa, ya saben, ese rubio teñido me pone así.

—S-solo saber c-como estás

—Tengo el labio roto y una herida en la ceja pero me siento satisfecho de haberle roto la cara a aquel tipo—dijo con una pequeña sonrisa en los labios.

—No te conocía así de agresivo, Besson.

Se sentó en la cama y luego se acercó a mí lo más que pudo, podía oler su colonia de yougurt y su aliento a menta y sus ojos se veían más intensos, quizá hasta sus pupilas estaban un poco dilatadas.

—Hay cosas que no sabes de mi, lobito—dijo lenta y pausadamente.

Lo miré con la respiración agitada, ¿qué demonios está haciendo el rubio?




...

Holi, holi ¿cómo están el día de hoy?

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Holi, holi ¿cómo están el día de hoy?

capítulo editado.

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