epílogo.

1.9K 214 129
                                    

5 meses después.

Corrí a toda prisa sujetando la mano de Corbyn por todo el pasillo, tratando de causar el menor ruido posible hasta llegar a los casilleros.

Eran nuestros últimos días en el Instituto, ya nos habíamos graduado y ahora sólo tocaba empacar y despedirse. Había sido una gran experiencia este último año, sin duda jamás olvidaré como empezó todo y así es como voy a terminarlo.

Tapé con una de mis manos la boca de Corbyn, provocando esto detenernos un momento, estaba por reírse y eso arruinaría el plan por completo. Corbyn levantó las manos rindiéndose y volvimos al camino.

Daniel se había encargado de reunir a la gente suficiente para observar el espectáculo, así que los únicos que faltabamos en el lugar éramos el rubio y yo.

Por un momento recordé a Jonah, ¿que hubiera dicho él si estuviera aquí? Quizá algo como:

"¿Por qué acepté venir? Esto es totalmente ridículo, pero hagamos que ese par de demonios paguen."

El rubio y yo nos escondí os detrás de la puerta de un salón, en el ángulo perfecto para verlo todo. Sería el último ridículo que alguno de nosotros haría.

Jacky y Zachy iban a recoger sus últimas cosas que habían dejado en sus respectivos casilleros, esto sería sin duda emocionante. No como cuando vas a tu primer concierto, o como cuando pruebas por primera vez un helado de cereza o una hamburguesa, pero era emocionante.

Ambos llegaron a donde sus casilleros se encontraban, venían jugando, aventandose, ya saben, son Jack y Zach. Ignoraron al resto de las personas que se encontraban alrededor simulando que no sabían nada, por un momento se quedaron frente a las pequeñas y azules puertas, me sentía ansiosa de que abrieran las puertas.

Corbyn pasó uno de sus brazos al rededor de mis hombros y trató de indicar que me calmara con la mirada.

Por fin, el primero en dirigirse a abrir el casillero fue el de las mejillas rosadas, por un momento deseé que fuera Jack porque él me debía muchas, pero no importaba quien lo abriera primero, ambos se salpicarian. Arriba de la puerta del casillero se encontraba una cubeta, llena de lo más asqueroso que se pudieran imaginar.

Esta mañana, Corbyn encontró vómito en el baño de hombres, aprovechó el bug y de alguna forma asquerosa lo colocó en la cubeta, junto a una mezcla de mostaza, huevos, vinagre y pegamento.
El pequeño Zach abrió la puerta mientras reía de alguna tontería que Jack había dicho, seguido de eso la asquerosa mezcla ocasionó que él y Jack dejaran de reír, la mayoría de la mezcla Cellamy, como Corbyn la había llamado, cayó en Zach, pero Jack no había salido ileso.

Las personas comenzaron a reír y tomar fotos, como era costumbre. Seguro era algo que todos recordarán después de irse, aunque yo me quedaría con el recuerdo de la vez que salieron corriendo desnudos.

Corbyn y yo salimos de nuestro escondite y no reprimimos más nuestra risa. Entonces le grité:

—¡Corre!

...

—¿Pueden creerlo? Al fin nos iremos de aquí —dijo Jack.

—Creí que amabas estar aquí por las chicas —le reclamó Daniel.

Jack se lo pensó un momento y luego volvió a hablar.

—No te confundas, me voy pero a ellas si las voy a extrañar.

Nos encontrábamos todos en mi pequeña habitación, al parecer todos ya habían hecho sus maletas y al parecer yo era la única que faltaba por empacar.

Todos viajaríamos por Europa, las vacaciones no eran muchas, pero después de eso cada uno tomaría diferente camino así que planeabamos estar lo más cerca posible mientras pudiéramos, habían pasado meses pero aún seguíamos sintiendo ese vacío que nos hizo querer estar pegados todos.

—¿Soy el único que no se siente bien hablando de cómo será nuestro futuro, mientras él ya no está? —todos nos giramos hacia Zach.

Claro que todos sentíamos esa pizca de remordimiento al seguir con nuestras vidas, pero después de los dos meses entendí que no podía dejar que eso nos impidiera avanzar, Jonah siempre iba a estar presente con nosotros, jamás íbamos a olvidarlo y no estaba mal seguir sin él, porque en realidad no lo hacemos sin él, lo hacemos pensando en él, cada segundo.

Dejé de meter mi ropa en la maleta y caminé hasta el castaño, y lo abracé. De todos nosotros era él quien caía primero en los recuerdos, arrastrandonos.

—No eres el único, Zachy. Pero no podemos sólo quedarnos sin hacer nada —hablé despacio y sentí como asentía.

—Bueno Bellamy, buscanos cuando termines, te tardas años —habló Jack tomando a Zach de la sudadera y llevándoselo con él.

Daniel soltó una risita divertida y fue detrás de los demonios. El rubio parecía tener cero intenciones de irse.
Se acercó hasta mi y sus fuertes brazos me rodearon en un abrazo similar al que le había dado a Zach.

— Pronto estaremos en París, ¿sabes lo que dicen de ahí? —habló luego de unos segundos, solo solté un ruido indicando que respondiera. — Dicen que es la ciudad del amor.

No pude evitar soltar una risa nerviosa, hace unos meses le había confesado a Corbyn mis planes antes de que el accidente ocurriera, no lo tomó mal, de hecho lo entendió perfectamente y durante un tiempo no intentó nada, pero jamás dejó de estar ahí. Hasta hace unas semanas, que estuvimos teniendo acercamientos, supongo que yo sentía que ya era hora para aquello.

Levanté la vista encontrándome con el azul de sus ojos, le sonreí como una tonta. ¿Y cómo no iba a hacerlo? Tenía toda la pinta de una deidad, parecía irreal, Corbyn era totalmente un sueño.

—Suena como si tuvieras un plan —dije en broma, el rubio agrandó su sonrisa, a una cómplice.

Una de sus manos viajó hasta mi mejilla, acariciandola delicadamente con los nudillos, sin dejar de sonreír. Su rostro se vio más cerca del mío, la punta de su nariz acarició la mía, y con gracia pasó su mejilla junto a la mía acariciando ambas. Después de soltar ambos una pequeña risa, volvió a centrar su perfecto rostro con el mío.

—Tengo planeadas muchas cosas para nosotros, no será muy fácil librarte de mi, lobito — después, sus labios atraparon los míos.

Haciéndome saber cuanto los habían extrañado, y pedí que el pudiera sentir lo mismo de mi cuando no dudé ni un segundo en seguir el beso que tanto había estado esperando estas semanas, sin duda había necesitado tanto sentir sus brazos alrededor de mi cintura y sus labios acariciando los míos.

Cuando nos separamos un momento para tomar aire, logré decir:

—Es Wolf.



Fin.

...

Bsksjsisownsoq omg.

the five club ━━━ corbynbesson!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora