Capítulo 24.

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alerta hot, al final del capítulo.

Me encontraba en mi habitación, leyendo un libro de química para una tarea que se suponía tenia que hacer hace un par de horas con Jonah, pero el moreno no apareció por la habitación en ningún momento.

Y para qué mentir, yo sólo hacía como que lo leía, no tenía ganas de hacer tarea el día de hoy. Me dirigí al pequeño refrigerador que tenía en mi habitación y saqué de él un bote de helado de cereza, sonreí feliz y comencé a abrirlo cuando la puerta de la habitación se abrió de repente asustandome y haciendo que tirara el helado.

Por suerte no se tiró nada.

-¿Qué diablos te ocurre? -le pregunté al rubio que se asustó al verme.

-Lo siento-susurró mirando al helado, luego sonrió - Vine por ti.

Se acercó hasta mi rodeando mi cintura con sus dos brazos, yo llevé una de mis manos a mi boca para meter la cuchara con helado a ella. Corbyn miraba atento cada movimiento.

-Demonio, lobito. Si sigues haciendo eso, no voy a querer salir de aquí -besó mis labios lentamente, acariciando mi espalda. Sus labios sabían a cereza por mi culpa y no iba a quejarme.

Unos segundos después, se separó sonriendo.

-Empieza a gustarme el sabor del helado de cereza-me dedicó una sonrisa ladeada. -Pero ahora tenemos que irnos.

Salimos del instituto tomando prestado el auto de Jonah, o eso fue lo que Corbyn me dijo. Llegamos a una plaza que quedaba relativamente cerca del colegio. Una vez adentro de la plaza, Corbyn entrelazo nuestras manos y nos guió hasta el segundo piso por las escaleras mecánicas.

-¿Por qué presiento que esta es una cita? -miré a Corbyn con los ojos entrecerrados. Él colocó ambas manos en mis mejillas y me llevó hasta él para besarme cortamente.

-Quizá porque lo es.

...

Los créditos de la película que el rubio a mi lado y yo no vimos, se encontraban ya en la pantalla. Ambos estábamos en los últimos asientos de arriba, las pocas personas que habían asistido a la función ya se habían ido y el rubio aún se encontraba besando mi cuello.

Estábamos en una posición incomoda por los asientos, pero no iba a quejarme de como se sentía. Corbyn se encontraba sin camisa, dándome una vista bastante agradable y agradezco al cielo que mis manos pudieron recorrer todo su torso.

Las manos de Corbyn acariciaba mi espalda, mientras volvía a besarme.

-Creo que deberíamos irnos -susurré un poco agitada.

-Hay que terminar esto, Bell -susurró de igual manera, apoderándose de mis labios.

En serio, a Corbyn le gusta hacer estas cosas en lugares poco normales.

El rubio se levantó un poco para poder colocarse frente a mi, dejando besos desde mi cuello hasta mis clavículas, al igual que él, yo ya no tenía mi playera puesta, así que él también tenía un mejor acceso.

-Tu perfume me vuelve loco -comenzó a decir el rubio pero antes de poder decir algo más un par de voces se escucharon.

Corbyn levantó un poco el rostro para mirarme, y unos segundos después dos chicos estaban viéndonos desde abajo, traían el uniforme del cine así que claramente eran trabajadores.

-¡Oigan, no pueden hacer eso aquí! -gritó uno de ellos mientras comenzaba a subir los escalones para llegar hasta nosotros.

-Corre, Bellamy-dijo el rubio tomando nuestras cosas.

the five club ━━━ corbynbesson!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora