Capítulo 26.

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Jonah.

—Bell, ¿qué ocurre? —pregunté luego de varios minutos, hasta que la rubia se calmara.

Hace unos minutos había vuelto a la habitación y al abrir la puerta sólo pude abrazarla al verla llorar.

Se supone que había ido en busca de Corbyn, y ahora no sabía porque había regresado de esa forma.

Mi instinto fue abrazarla y hacer que entrara a la habitación, era una sensación extraña, desde que Daniel insistió en que hiciéramos a Bellamy parte del grupo, algo dentro de mi se había despertado. Al principio estuve tratando de ignorarlo, tratando la indiferente pero es Bellamy, y simplemente no podía seguir alejado de ella.

Secó sus lágrimas con su mano y se obligó a mirarme.

—No entiendo que está pasando—comenzó — Fui a buscar a Corbyn y salió de la habitación  una de las porristas y creí que se había acostado con Jacob pero él dice que no y no puedo encontrar a Corbyn por ningún lado.

Escuché atentamente lo que dijo, me sentí un poco sorprendido al escuchar lo de la porrista, Corbyn sería incapaz.

Antes de responderle, del pequeño refrigerador de Daniel saqué un vasito de helado de cereza, él favorito de Bell, y se lo entregué.

—Seguro es una confusión, intenta llamarle por teléfono.

Traté de calmarla, Corbyn no era uno de esos chicos que estaban al pendiente de sus teléfonos, de hecho creo que nadie por aquí lo era, el instituto nos tiene bastante ocupados como para preocuparnos por eso, y Corbyn es de los de la vieja escuela, prefiere todo en persona que por un aparato electrónico.

—Lo he intentado y no funciona—respondió un poco más calmada, comiendo su helado atentamente.

No pude evitar sonreír al verla disfrutar de su helado a pesar de que hace unos segundos estaba llorando.

—Vayamos con los chicos, debe estar con alguno de ellos —le di opciones, nunca me había gustado verla así y mucho menos me gustaba verla así por el mismo chico.

Ella asintió y salimos de la habitación luego de que terminara su helado. Nuestra primera parada era Daniel, aunque fuera domingo él se tomaba muy en serio sus prácticas de violín y ahora más porque pronto habría un recital y él es la estrella.

—¿Por qué tienes un sombrero y traje negro? —preguntó mi querido amigo Daniel cuando lo llevamos a uno de los salones vacíos e hice que se sentara.

—Ese no es el punto aquí, Seavey. Te trajimos porque tenemos unas preguntas para ti. —no voy a mentir, me sentía Sherlock Holmes. Daniel miró a Bellamy asustado y ella sólo se encogió de hombros. —¿Desde cuando conoce al joven Besson?

—A-ah de-desde los siete años —Daniel tragó saliva un poco nervioso, haciéndome sonreír.

Me acerqué más a él, hasta quedar a centímetros de su rostro.

—¿Cuando fue la última vez que lo viste? —pregunté en un tono frío, Daniel miraba a todos lados en busca de ayuda.

—Jonah, estás asustando al niño —dijo Bellamy en un tono divertido, pero sabía que seguía preocupada.

—Lo vi el viernes, en clase —respondió el ojiazul— No lo he visto desde entonces.

Miré al niño prodigio con los ojos entre cerrados, tratando de descubrir si mentía o no.

—Vuelve a tu práctica, Seavey—prácticamente salió corriendo y no pude evitar reírme, Bellamy me siguió.

—Eres un idiota, pero te agradezco la ayuda —dijo en un tono dulce, pero estaba divirtiéndose, y era lo que quería, que ya no llorara.

—Aún nos quedan otros bebés que asustar, sígueme —inconscientemente tomé su mano para que me siguiera, sintiendo na pequeña electricidad.


...

—¿Por qué nos están mirando así? No pienso hablar si no está mi abodago presente —el chico de los rulos se rehúsaba a cooperar.

—Quizá Bonnie y Clyde te ayuden a cooperar, chico rulos.

Estábamos con Jack y Zach, no podía evitar meterme en el papel de Sherlock Holmes y como dije antes, Bellamy estaba divertida.

El chico de rulos de igual forma se metía en el papel, por el contrario de Zach que parecía una nenita asustada.

—Dile que quiere saber, Avery. No quiero conocer a Bonnie y Clyde —le pidió el de las mejillas rosadas al chico que me miraba sin expresión.

—No nos dejaremos tan fácil, querido Herron.

—Por el amor del helado, sólo respondan cuando fue la última vez que vieron a Corbyn —intervino Bellamy, un poco alterada, y lo entendía.

Jack soltó un suspiro y luego miró a la chica.

—Lo vi el viernes, antes de que se fuera en su cita con lobito, estuvimos jugando videojuegos y luego se fue. Desde entonces no lo he visto.

—Él dice la verdad —habló Zach.

—Demonios —replicó la rubia y me giré hacia ella, alguien debió haber visto al rubio en algún lado.

...

Volvimos a la habitación, el domingo casi acababa y aún no teníamos señales de Corbyn, cada minuto que pasaba podía sentir a Bellamy más ansiosa que antes.

Estaba desesperada y sabía que se sentía de esa forma por culpa de la porrista y de Jacob, y estaba en total derecho de sentirse así. Su novio no aparecía y todo indicaba que había estado en la cama con la pelirroja.

—¿Y si le pasó algo malo? —preguntó Bellamy, comiendo un helado que habíamos comprado antes de volver.

—Ya nos hubiéramos enterado —inquirí. En parte es cierto, las noticias por aquí vuelan.

—¿Y si lo secuestraron? ¿Si lo tienen amarrado? ¿Si lo golpearon? —la rubia dejó a un lado su helado y comenzó a decir tonterías, me acerqué hasta quedar de rodilla frente a ella, quien estaba sentada en mi cama y ahora estábamos de la misma altura. —¿Y si huyó? ¿Qué tal que se desmayó y no sabe donde está? ¿Y si una de las chicas locas de las porristas lo secuestro y por eso esa rojita estaba en la habitación? ¿Y si...

Lo único que llegó a mi mente para poder hacer que se callara fue unir mis labios con los suyos.

Seguían siendo tan suaves como antes, sé que quizá le sorprendió pero unos segundos después estaba correspondiendome el beso.

Sus pequeñas manos viajaron hasta mi cuello acercándome a ella, le pedí permiso para que mi lengua pudiera entrar a su boca, gustosamente aceptó iniciando una pequeña batalla.
Justo ahora no podía pensar en lo que estábamos haciendo y en las consecuencias que esto traería, sólo me permití disfrutar del único impulso que había hecho bien en estos años. Poco a poco me fui levantando hasta quedar arriba de ella en la cama, mientras nuestros labios seguían unidos, danzando.

—Me voy por un par de días ¿y ya te estás aprovechando de mi chica?

...

H

i babys, les traigo capítulo seguido para alimentar la tensión.

¿Qué creen que pase?

Also, recomiendeme historias que amen, pude ser de lo que sea, amo amo leer cosas de comedia en serio.

Espero que disfruten en capítulo y para todas mis chicas que shippean a Bell con Jonah, agárrense los pantalones 💙☁️

the five club ━━━ corbynbesson!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora