—No creo que deberíamos estar por aquí —susurró Henry mirando a su alrededor, provocando que Tom pusiera los ojos en blanco ante eso.
—No estaríamos aquí si tu lechuza no se hubiera caído en pleno vuelo —siseó molesto mientras movía una rama del camino.
—Yo te dije que Neferet estaba cansada, pero no, el niño me dijo que mandara la carta —bufó Henry en contestación. La lechuza ululeó ante lo dicho por su amo, picoteando su oreja enojada—. ¡Hey! Yo no te quería mandar así.
—Si no se callan, terminarán llamando la atención de algún centauro —susurró Tom mirando hacia atrás.
Se habían perdido en el Bosque Prohibido después de ver cómo Neferet se quedaba dormida en medio vuelo y caía cerca del castillo. Henry había salido corriendo tras la hermosa lechuza argumentando que algún animal se la iba a comer, Tom no tuvo ninguna excusa ante eso porque, bueno, sí, era muy probable que eso pasara... ¡pero no creyó que se perderían!
—Merlín, no he hecho el ensayo de transformaciones —se quejó el menor después de un rato.
El cielo ya se estaba tornando oscuro y, con ello, la luz ya se estaba extinguiendo. Tom ya estaba cansado, pero, por ninguna razón, no dejaría que Henry pasara al frente para abrir el territorio, ¿y si se topaba con algún animal y lo lastimaba? Nada de eso. Su Henry estaría a salvo con él.
Un pequeño sonido se oyó atrás de ellos, haciendo que Tom acelerara más su paso, pero, después de varios segundos, se encontró con un Henry hincado y mirando un lugar en el suelo.
—Henry, no es tiempo de descansos.
—¿Entonces sí nos puedes llevar al castillo?
La pregunta desubicó al mayor, quien se acercó a donde su amigo estaba y miró el piso. Una gran serpiente se encontraba ahí, asintiendo a lo que el humano frente a él había preguntado.
—Está algo lejos, será un placer llevarlos —contestó la serpiente.
—¿Podremos llegar antes de que el Sol se oculte? —Esta vez fue Tom el que preguntó, haciendo que el ojiverde lo mirara con sorpresa y, a su vez, con fascinación.
—Me puedo arrastrar muy rápido —presumió el reptil moviendo la punta de su cola con alegría—, la pregunta es: ¿Ustedes pueden alcanzarme?
Después de eso, la serpiente dio un cuarto de vuelta y se arrastró hacia un punto en el que Tom y Henry no habían pisado. El menor soltó una risa divertida y empezó a correr detrás del animal con el ojiazul agarrado de su mano.
—Henry, espera —susurró el mayor siguiendo el trote.
—¿El gran Lord no le gusta correr? —bromeó el menor riéndose aún más. Era cierto que nunca había visto a Tom correr.
El Slytherin mayor gruñó y siguió el trote cuando notó que la serpiente empezaba a desaparecer a lo lejos, sintiendo el jalón divertido de su compañero de cuarto.
La pequeña Neferet ululeaba cada vez que un movimiento brusco se presentaba. La pequeña ave se había roto el ala cuando cayó después de quedarse dormida... Aunque, ¿quién la manda a dormir cuando está en pleno vuelo? ¿No es una ley aérea por parte de todos los animales voladores que no se puede hacer eso?
Llegaron rápido al colegio, Henry sonriendo mientras jadeaba buscando aire y Tom gruñendo mientras ponía sus brazos en sus rodillas. La serpiente soltó varios siseos que, con la experiencia que tenía el ojiazul con los reptiles, sabía que era una risa.
—Gracias —susurró Henry acostándose en el césped del lugar—. Vaya que te arrastras muy rápido.
—Soy la más rápida de mi especie —contestó la otra mientras se dirigía al Bosque—, ¡no se vuelvan a perder, crías!
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Sueños profundos.
FanficDicen que los sueños son momentos que tuvimos en nuestra vida pasada. Harry Potter nunca ha creído lo que dicen las personas, pero -por primera vez- prefiere prevenir antes que lamentar. Los personajes pertenecen a la escritora J.K. Rowling. Temátic...