• Once - Pasado •

5.9K 970 133
                                    

Las vacaciones pasaron rápido, más de lo que Tom hubiera querido. Había pasado con la familia Sant más de la mitad de éstas, habían ido por los materiales al Callejón Diagon -la familia de Henry había pagado más de lo que le gustaría admitir- y, como había predicho su amigo, Webster había ido de visita por una semana.

Se esforzó mucho y, gracias a eso, la familia de Henry parecía adorarlo. Su tía Louise también llegó a ir y, si bien era una señora estupenda, vaya que sabía lastimar a alguien con un simple jalón de mejillas.

También conoció al famoso Fave, quien lo había jalado tienda adentro y le había pedido -por no querer decir "ordenado"- que fuera su modelo. Henry se rió ante eso mientras que, de igual forma, hizo la función de modelo. A cambio, el señor Fave les regaló una que otra prenda, aunque Henry terminó regalándole las suyas, argumentando que no tenía espacio ni en su armario, ni en el baúl.

Aprendió más francés de lo que había aprendido en toda su estadía en Hosttlov, lo suficiente para sobrevivir esas vacaciones sin tener que crear ningún conflicto, Henry era un gran maestro si se lo proponía, aunque Webster tuvo una pequeña disputa con el señor del crucero -al cual sí pudieron ir- al pensar que le decía estúpido.

Lo más hermoso del viaje y, joder que sí fue hermoso, fue haber podido oír la melodiosa voz de Henry hablando el idioma común de Francia. Si antes su voz era hermosa, con el acento francés era completamente adorable.

Lo pésimo fue llegar al orfanato, los niños del lugar aprovecharon ese pequeño momento para molestarlo, habían entrado a su habitación e intentado abrir su baúl, aunque, antes de que llegaran, Henry le había insistido en que sus padres le dieran uno que otro hechizo para mantener la seguridad de su baúl intacta, decía que le serviría en Slytherin y que, lamentablemente, él no podía hacer dichos encantamientos.

Faltaban pocos día para que las vacaciones terminaran cuando una lechuza, que él conocía a la maravilla, se posó en la ventana de su habitación, picoteando repetitivamente hasta que se dignara a abrirla.

Dejó el gran paquete que la pequeña traía con un hechizo peso-pluma en su escritorio y agarró la carta para empezar a leerla.

" Querido Ridls:

Una buena y otra mala. Ahora empezaré con la buena: Tía Louise te manda este regalo, le había comentado que te gustaba mucho leer, así que espero que te guste.

Bueno, cambiando de tema, no sé si sabías, pero ella tenía una fascinación muy rara con tener muchos animales, su casa era como un zoológico, a lo que se le suma la mala noticia, la cual es que, como te pudiste dar cuenta al decir que mi tía "tenía" una rara fascinación, acaba de fallecer el viernes pasado. Había conseguido un occamy y, bueno, acababa de poner huevos y pensó que mi tía era una amenaza.

Tom, me heredó todo, ¿qué carajos haré con medio zoológico? ¿Quién, en su sano juicio, le hereda un zoológico a su sobrino de 12 años?
También me dejó una carta, pero no la he querido abrir. No puedo.

Espero verte pronto:
Henry Sant-Sayre. "

Tom suspiró, cuando estuvo con Henry las vacaciones pasadas pudo notar cómo éste adoraba a su familia. Era lo más preciado que tenía, no sabía cómo estaba pasando por eso.

Agarró el paquete y lo vio. Eran demasiados libros para que una sola caja de veinte por quince centímetros los tuviera, otra clase de hechizo, supuso Tom.

La mayoría de libros eran de criaturas mágicas, sus cuidados y todo lo que necesitaban para poder vivir cómodos, seguido por unos cuantos libros de todo tipo de temas. Tom debió haber hecho algo muy bueno para que la señora lo hubiera apreciado tanto en tan poco tiempo.

Sueños profundos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora