Capítulo XXXV: Eres demasiado testaruda.

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«He corroborado en la Sala del Cristal —le había dicho Haniel cuando ella invadió la biblioteca en busca de respuestas—, y Gideon está vivo, pero no aquí

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«He corroborado en la Sala del Cristal —le había dicho Haniel cuando ella invadió la biblioteca en busca de respuestas—, y Gideon está vivo, pero no aquí.

—¿Cómo que no está aquí? —había preguntado ella.

—Pienso que Gideon cruzó a ElOtroLado. Tal vez, decidió acompañar a Caslya y a Kyriel en su misión. No lo sé.

—Gideon no haría algo así.

Pero Haniel había interrumpido sus palabras con un gesto de mano.

—Gideon haría lo necesario por ayudar al prójimo, y usted lo sabe, querida.

—Lo sé, pero aun así...

—Mire, él está vivo, y por ahora, eso debe ser suficiente.» Y a pesar de ello, al ser enviada de regreso a su habitación, Anissa no había podido conciliar el sueño, por lo que en aquel momento se encontraba sentada frente a la celda del demonio mayor, inquieta y con la mente muy lejos de la realidad.

—No te ves muy animada hoy —comentó Elián atrayendo su atención—. ¿Se ha terminado el pastel de manzana para desayunar? —Anissa pasó de sus palabras con un gesto indiferente. No estaba de humor para entablar ninguna conversación con el ser frente a ella—. Sucedió algo grave, ¿verdad? ¿Caslya está bien?

Ante la preocupación que tiñó la voz del contrario, Anissa elevó la mirada y se fijó en sus ojos. No se engañaba al pensar que él amaba a Caslya, y, sin embargo, no dejaba de preguntarse cuál sería la otra mujer... Aquella a la que ella misma se parecía.

—Caslya está bien —respondió sin entrar en detalles. No podía, en realidad. Haniel le había prohibido hablar acerca de la misión en ElOtroLado—. Por lo que no tienes que preocuparte por ella. 

El alivio recorrió el rostro ajeno, pero, aun así, la curiosidad se mantuvo en él.

—Eso no responde de todo a mi pregunta: ¿qué ha sucedido?

Anissa enarcó una ceja.

—¿Realmente te importa?

—Lo que suceda dentro o fuera del Edén puede afectar a Caslya de una u otra manera —indicó—. Así que sí, me importa, guardiana.

—Uno de mis amigos salió a una misión y no ha vuelto —explicó—. Haniel dice que está vivo, pero estar vivo no es sinónimo de estar bien. Y pienso..., pienso que hay algo malo sucediendo allí fuera y no sé qué es.

—Y déjame adivinar, quisieras estar averiguándolo en lugar de estar encerrada aquí conmigo.

Por primera vez, la chica estuvo en total acuerdo con el demonio.

—Exacto —contestó.

—Mira, dadas las circunstancias, sé que mi opinión no significa nada —empezó a decir —, pero ustedes son tan difíciles de erradicar como las cucarachas.

Guardianes de almas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora