9. Caricias a la peliazul, ¿y algo más?

11.9K 565 34
                                    

AXEL

Una sonrisa se traza en mis labios cuando deja de respirar, y mis dedos se detienen a la altura del borde de su sujetador.

Esto será muy divertido.

 Acerco mis labios a su oído para que sienta mi aliento rasgar su piel, y espero un momento antes de susurrar en su oído:

—De no ser porque estás como una cuba, tu virginidad no pasaría de esta noche...

La siento tensarse, y aprovecho para morder el lóbulo de su oreja con discreción. Suspira demasiado alto, pero nadie se da cuenta porque están ocupados animando a Charlie a abrir una bolsa se patatas fritas que ni puta idea de dónde ha salido.

—Disfrútala, porque no te durará mucho —le advierto. Deslizo la yema de mis dedos por su brazo para sentir cómo su piel se eriza bajo mi roce.

Me encantan las sensaciones que provoco en ella, y eso que aún no ha empezado el juego.

Me incorporo y la estrecho contra mi torso, ella se deja hacer sin oponer ningún tipo de resistencia. Deslizo mi mano por su ardiente mejilla sin ocultar mi sonrisa.

Cuando Christian vuelve solo, llama la atención de todos.

—¿Y mi hermana? —pregunto sin apartar la mano de la mejilla de la peliazul, que se deja hacer como ausente.

—En mi habitación. El alcohol le ha subido demasiado, así que la he mandado a dormir —dice sentándose en el sofá. Asiento con aprobación.

Es normal preocuparse por tu hermana cuando el capullo con el que está, ya jodió a tu otra hermana. No voy a permitir que haga con Melinda lo mismo que hizo con Lisa.

Lo mejor de todo es que yo trato a las mujeres mucho peor, supongo que no debería quejarme.

—¿Qué estamos viendo? —pregunta el recién llegado.

The Game —responde Gael. Recién me doy cuenta de que la acosadora pelirroja está babeándole el hombro, y más dormida que un bebé.

—Y bien, Nerea —dice Christian ganándose su atención—. ¿Qué se siente al ser la única mujer sobria de esta casa?

La morena se encoge de hombros.

—Calla y déjanos ver la peli —dice el pelirrojo.

No me estoy enterando de nada de la película, toda mi atención está puesta sobre ella. La piel de sus brazos se eriza cuando paso la yema de mis dedos en descenso, y posteriormente ascienden. Su cálida mejilla y sus formas me encantan. Cuando nota que mi mano está cerca de su vientre, deja de respirar; y eso que el alcohol provoca la inhibición del individuo.

Tomo su mentón y, con delicadeza, la obligo a alzar el rostro. Como era de esperar, se deja guiar por mi mano y me da una sonrisa soñadora cuando nuestras miradas se encuentran. Cierra los ojos y aprovecho para plantar besos por todo su rostro, a lo que ella no deja de sonreír como si estuviera en una nube.

La peliazul acaba quedándose dormida, y yo no tardo mucho en seguirle.

* * *

—Ricitos, venga arriba. Que vienen los osos...

—Gilipollas —farfullo.

Me estiro ligeramente y un quejido me hace recordar lo que ocurrió anoche. La peliazul sigue entre mis brazos.

A pesar de que veo borrosísimo, distingo el azul perfectamente; lo que me hace dudar de si sigue dormida, o si está asimilando lo ocurrido.

—Charlie, pelirroja toca huevos, Nerea, arriba —el rubio zarandea por el hombro a la morena, y ella está a punto de soltarle un guantazo.

Soy Más Que Un Juego [✔️] [Gallagher #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora