18. «Tienes que confiar en mí»

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A ver, recopilemos: Estoy con Axel Gallagher, llevo puesta una correa, y he accedido a ser algo así como su perra. Está claro que no estoy bien; sé que soy una masoquista de mierda, pero esto ya es demasiado.

¿La putita personal de Axel? ¿En serio? ¿Cómo he podido caer tan bajo?

Un tirón de la correa me trae de vuelta a la realidad.

—Piensas demasiado, y eso es malo —gruñe antes de morder mi labio inferior. No me gusta admitirlo, pero su toque hace que me flaqueen las piernas.

—Y tú deberías hacerlo más a menudo —jadeo luchando por tomar una bocanada de aire. El ricitos jala de nuevo la correa, y me veo estampada en su pecho como una pegatina. Su aroma es anestesiante, no sé como se puede oler tan bien—. Deja de hacer eso —protesto golpeando con el puño su pecho. Él ríe, y siento cómo su caja torácica vibra.

—Puedo hacerlo siempre que quiera —dice desafiante, y vuelve a tirar de la correa. Nuestras miradas colisionan y ninguno de los dos se achanta—; no olvides que has entrado en mi juego, donde yo dicto las reglas.

Es imposible describir el escalofrío que me asciende por la espalda hasta la nuca. Tiene razón, su juego y sus reglas, pero yo pienso ganar la partida.

Nos miramos a los ojos fijamente, hasta que jala otra vez la correa y acabo con el rostro hundido en su camiseta. Lleva su mano libre a mi nuca, y me engancha del cabello, pero no lo hace de forma salvaje, sino ejerciendo posesión. Tira para obligarme a levantar la cabeza, y roza sus labios con los míos. Jadeo con los ojos cerrados, esperando el beso que no llega, y me desespero.

—Suplícame —ordena tranquilo. Cuando abro los ojos, tan solo puedo ver su arrogante sonrisa, y ya no sé si quiero besarle o partirle la boca.

Me mira expectante esperando mi respuesta. Trago grueso bajo su mirada y hago lo imposible por ignorar el verde que me acosa.

—Tengo hambre —jadeo haciéndole reír. Ya me he humillado suficiente por hoy, y no pienso arrastrarme de esa manera.

Hunde ligeramente el ceño, pero, finalmente, sonríe. Tiene la sonrisa más bonita que he visto en toda mi vida, y juro por Dios que nunca he visto unos dientes tan blancos.

—Eres imposible —me suelta del cabello y me rodea por los hombros. Ya no llevo la estúpida cadena, y no sé cuándo me la ha quitado—. Bien, iremos a por algo de comer, y después vendrás a mi casa. Tenemos que hablar algunas cosas —echa a andar como si yo hubiera accedido a su plan. Me pone de los pelos.

—Perdona, pero ¿en qué momento me has preguntado si a mí me apetece comer contigo e ir a tu casa y yo he aceptado? —me cruzo de brazos indignada, pero continúo andando a su paso.

—No te hagas la difícil, Rebeca. Ambos sabemos cómo acabará esto —baja su mano hasta mi cadera sin mirarme siquiera.

—Eres muy irritante —bufo.

—Ajá... —introduce la mano en mi camiseta y la desliza sobre mi vientre. Me encojo ante su tacto con miedo a que salten chispas, y me detengo.

Me he precipitado de nuevo. Este chico hace conmigo lo que quiere, y no es más que una obsesión infantil. Es como cuando conoces a tu ídolo, y resulta ser un capullo arrogante.

No quiero acabar llorando de nuevo. Estoy confusa, no sé qué quiero con Axel ni hasta donde estoy dispuesta a llegar. No puedo seguir adelante.

—La verdad es que no me encuentro muy bien —musito sin atreverme a mirarle siquiera.

—Oye, escúchame —pone las manos tiernamente a ambos lados de mi rostro y me obliga a mirarle. Ha cambiado totalmente el chip, es como los perros que pasan de un estado emocional a otro en cualquier momento. Aún así, guardo silencio y le escucho con atención—, no voy a hacerte ningún daño, ¿vale? No quiero hacerlo, me he comprometido a cuidar de ti. Estoy dispuesto a mostrarte mi mundo y dejar que me conozcas como muy pocos me conocen. Confía un poco en mí, por favor —sé que suena muy lindo y con buenas intenciones, pero Axel es el maestro del engaño. No obstante, he de admitir que me atrae conocer la parte oscura del chico que protagoniza mis fantasías. Quiero saber qué se esconde tras ese enigmático verde.

Soy Más Que Un Juego [✔️] [Gallagher #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora